Donde aúllan las colinas

Cuando estaba todo listo para que esta novela viera la luz el año pasado, la desgracia quiso que un avión de la línea aérea Germanwings se estrellara en los Alpes franceses. Lo que en principio parecía un accidente, se convirtió enseguida en un acto deliberado del copiloto de la aeronave y eso hizo recordar a alguien una novela que compartía ciertas similitudes con este accidente. Esa novela no era otra que Caja Negra de Francisco Narla, por lo que la editorial decidió reeditarla y dejar en standby esta historia que por fin ha visto la luz hace un par de semanas, así que sí, este lobo se ha hecho esperar, peeeero... ha valido la pena (aunque ha sido visto y no visto).

Veréis, yo soy una lectora con autores "fijos" en mis estanterías (imagino que como muchos).
Autores que cuando escriben un nuevo libro no me importa demasiado de qué trate porque sé que lo voy a comprar y uno de esos autores es Francisco Narla. Y ¿por qué? Por varias razones:

1º.- Porque a falta de leer su primera obra "Los lobos del centeno" (que por cierto, me costó lo suyo encontrar), siempre me ha ofrecido historias interesantes, muy diferentes entre sí, estupendamente documentadas, pero sobre todo entretenidas.

2º.- Porque escribe de una forma muy cuidada, precisa y elegante, que quizás en algún momento puede parecer recargada, sobre todo si lo comparo con lo que yo suelo leer habitualmente, pero ya nos ha explicado en más de una ocasión que se preocupa y mucho de elegir el lenguaje exacto que vaya acorde con la historia y la época en que se desarrolla, lo que a veces obliga a utilizar un diccionario, aunque en la mayoría de los casos el propio contexto te dice qué significan las palabras que uno pueda desconocer. Curiosamente, en alguna de las muchas y estupendas reseñas que he ido leyendo del libro desde que ha salido, leía que aunque especial, el lenguaje de este libro era sencillo y sin pretensiones y me ha sorprendido bastante, porque sinceramente yo creo que es más bien al revés, pero bueno...

3º.- Porque sus novelas, sobre todo las de carácter histórico (Assur, Ronin y ahora este último libro) además de entretenerme y desconectarme del mundo, me despiertan la curiosidad por saber más cosas sobre el fondo histórico de lo que leo. Para mí, por ejemplo, la lectura de Ronin será siempre muy especial, porque la leí en compañía de una amiga durante un par de semanas, después de haber asistido a su presentación y mientras la comentábamos íbamos añadiendo vídeos, información extra e incluso imágenes de una época histórica y de unos escenarios que apenas conocíamos. No creo que olvide tan fácilmente a un personaje como Saigo Hayabusa.

Estos son los motivos por lo que leo a Francisco Narla y ahora, los motivos por los que me ha gustado "Donde aúllan las colinas".

Nos encontramos en el Siglo I a.C. Julio César domina en Roma, pero parece que su ambición es infinita y tiene grandes planes en mente, pero para eso necesita algo que no está en Roma, sino en Hispania. Encontrar su ubicación exacta es fundamental y un grupo de legionarios al mando del centurión Lucio Trebellio Máximo será enviado a Galicia para descubrirlo, aunque para ello tengan que disfrazarse de alimañeros y exterminar a los lobos del lugar a cambio de que los lugareños les revelen ese secreto.

Pero las cosas no siempre salen como uno espera y aunque arrasan con casi toda la población de lobos, les queda una pareja que ha sabido esquivarlos, pero cuya hembra preñada, acaba siendo acorralada en una trampa. A pesar del esfuerzo del lobo macho por salvar a su pareja y a sus futuros cachorros, la loba muere por la herida de una lanza romana y poco puede imaginar quien la lanzó, que desde ese momento su futuro está sentenciado.

Y es que esta es una historia de venganza, la venganza de un lobo que lo ha perdido todo y al que solamente le resta castigar a quienes todo le quitaron.

Cuando asistimos a la presentación de esta novela, ya nos contó su autor que aun siendo su obra más corta ha sido la que más tiempo le ha llevado escribir y la que más trabajo (con diferencia) le ha costado. Y es que realmente es muy diferente a cualquiera de sus anteriores libros.

Para empezar hacer protagonista a un animal (sin que esto acabe pareciendo una película de Disney), es complicado. El lobo no tiene voz y eso elimina de un plumazo los diálogos, pero se sirve de otros recursos y utiliza la naturaleza que rodea al lobo para guiarlo en su camino y hace lo que parece imposible, que nos metamos en la piel del animal y que sintamos lo que él siente.

Primero el miedo ante el peligro al sentir la cercanía del hombre, luego la ternura que siente hacia la loba (confesaré que me emocioné como no esperaba, con el final de la loba), después la pena y su dolor al perder a su hembra, y por último la rabia y el deseo de venganza que le llevará tras los culpables en un largo camino hasta las puertas de la misma Roma.

El lobo, que en este caso no es el malo del "cuento", es sin duda el gran protagonista de esta novela, pero por supuesto no está solo. A través de los hombres a los que persigue iremos conociendo los entresijos de Roma y cabe destacar a dos de ellos:

Lucio Trebellio Máximo, es un centurión bajo las órdenes directas del César y cumple sin dudar cualquier orden que salga de su boca, por muy en desacuerdo que esté. Es el soldado que todo General quisiera a su lado.

Cainos, que viaja a las órdenes de Lucio Trebellio, también sirve a Roma, pero es Hispano, y además trampero. Conoce muy bien su trabajo y está convencido de que el lobo no olvidará lo que le han hecho.

Nos decía Francisco Narla, que estaba sinceramente orgulloso del resultado de este libro, una historia que nació de otra que le llegó de viva voz y que aprovechando los huecos que la historia no puede rellenar, al menos hasta que aparezca un nuevo hallazgo que de la vuelta a lo que hasta ahora sabemos, decidió encajar en la época de Julio César, ya que si de algo hay certeza es de que estuvo en Hispania al menos en tres ocasiones. Y la verdad es que después de leerlo una piensa ¿y por qué no pudieron pasar así las cosas?

"Donde aúllan las colinas" es una preciosa novela que consigue humanizar al lobo sin que pierda su esencia natural, y que a la vez nos muestra el lado más animal del hombre, capaz de acabar con los de su misma especie por pura codicia y ambición.

Una historia escrita desde el corazón, con la que sí, a veces he tirado de diccionario, pero como ya contaba con ello, no me ha importado. Un libro para disfrutar de su prosa y paladear con tranquilidad porque sabe a poco. Supongo que habrá que esperar un tiempo, pero veremos con qué nos sorprende Narla en su próximo libro, y si puede ser, que sea más gordito por favor.

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MI IDEA PERSONAL:

Nos encontramos con un libro de ficción histórica, en la que un grupo de legionarios camuflados como alimañeros, cohabitan con los galaicos hasta ganarse su confianza en una época de hambre y decadencia para la tribu, a través de esta confianza, los hijos de la loba romana, conseguirán descubrir el secreto de la misión que los llevaba hasta estos parajes, misión encomendada por el mismo dueño de Roma, el gran Julio Cesar.
Una de las contraprestaciones de este grupo era librar a los galaicos de la manada de lobos que acechaban sus tierras, la cual es cumplida excepto en la última pareja de lobos, a los cuales acorralan y a partir de entonces y de las consecuencias de esta emboscada, comienza la venganza del lobo protagonista. Un lobo fuera de lo común, con un tamaño, fuerza e inteligencia que sobrepasan el entendimiento de lo humano y que nos adentra en lo que el autor avanza como un cuento, una leyenda: Estos querido lector, son los manantiales de un cuento, los arroyos de una leyenda, el río de una novela.
A través de los capítulos del libro, se va narrando de manera consecutiva una historia del tortuoso camino de vuelta a Roma del grupo de legionarios, con la historia del propio lobo en su persecución y venganza a los hombres: No le gustaba, había aprendido que los hombres siempre mentían.
Dentro de este grupo, conoceremos a Lucio Trebellio, el centurión al cargo de la misión, curtido en batallas y dispuesto a dar su vida por la gloria de Roma y de su dueño, el gran Julio César, que llegará a pisar tierras hispanas para comprobar el desarrollo de su encargo. También podremos conocer a Cainos, el alimañero experto en las manadas de lobos, y el personaje que debido a este conocimiento en los animales, puede poner los medios para protegerse del lobo a la par que desarrolla junto al miedo, la admiración por éste.
En los capítulos dedicados al lobo, conoceremos a un animal llevado por sus instintos de venganza y al igual que Lucio Trebellio, por el deber de cumplir con su obligación. Siempre estos instintos, estarán refrenados por la capacidad adquirida por el lobo de ser prudente y desconfiado, y de elaborar estrategias para poder aislar uno a uno a sus enemigos, asi como mantener la insistencia en un paraje ajeno a sus montes a medida que se acerca a una Roma con escenarios y situaciones desconocidas para él.
En Roma podremos descubrir una amplia gama de traiciones e intrigas, donde conoceremos al sobrino del general Romano, el jóven Cayo (Cayo Octavio Turino), y donde el lobo podrá encontrarse con los enemigos que no ha podido cazar en el largo camino.
Estas historias paralelas se van mezclando en capítulos, en los cuales los títulos muy calificativos nos anticipan de una forma agorera diferentes paradojas: Hombre y codicia, Sangre y Honor, Ceniza y Sal, Redención y venganza...


CONCLUSIÓN:

Es un libro corto, en el cual el propio autor pone mucho de sus aficiones y filias, de las historias que desde pequeño ha escuchado sobre lobos en su propia tierra: En estas páginas hay algo más que tinta y papel.
En este cuento, como en otros libros del autor, nos vuelve a presentar como personaje a un animal , un lobo que podría recordarnos al lobo de Assur, pero esta vez es un lobo sin nombre, con una personalidad propia y la cual se representa con razonamiento de un personaje humano, lo cual hace que en este caso el Lobo sea el personaje principal.
Los entornos y la época los describe de manera breve, pero de una forma tan descriptiva y fiel como nos tiene acostumbrados, una época de sestercios y áureos, de montes galaicos como fuente inagotable de riquezas, y una Roma no siempre tan glamurosa y magnífica como la mantenemos en nuestras cabezas. Roma no paga traidores, pero descubrimos que no había otra cosa.

En definitiva es un libro que se lee rápido y de forma fácil, algo que no siempre es así en novelas de una época con muchas intrigas y políticamente dificil de simplificar. Un libro que en general me ha gustado y que recomiendo, pero en el que para disfrutarlo de verdad, tienes que creerte que un animal pueda llegar a pensar y sacar conclusiones como un hombre, y no como cualquier hombre, si no como un hombre listo e inteligente, quizás es lo que a mi me ha frenado y me ha restado algo de credibilidad a la historia.
El propio autor nos indica que esta historia es un relato que tenía en la cabeza desde mucho tiempo atrás, la cual tenía que plasmar en una novela: Historias hay muchas, pero muy pocas perduran. Y solo esas, las que no se olvidan, dan sentido al trabajo de escritor.
Homo homini lupus, el hombre es el lobo del hombre.

Algo diferente a otras novelas largas del autor, para mí no llega a Assur o Laín, el bastardo, (Rónin no me enganchó y la dejé a medias) ya que éstas son historias más elaboradas, pero no por eso hay que dejar de leer Donde aúllan las colinas.
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Un grupo de legionarios fieles a Julio César se hacen pasar por alimañeros y se ofrecen a una tribu de la ancestral Galicia para acabar con los lobos que están mermando sus ganados. Quieren hacerse con su favor y que les desvelen la ubicación de las míticas minas de oro. de dichas vetas, el amo de Roma extraerá el metal precioso con el que someterá al Senado. Pero al dar muerte a una loba embarazada, el último macho sobreviviente, un astuto, viejo y enorme lobo, perseguirá a estos en su viaje hasta Roma para cobrarse su venganza y truncar los planes secretos de Julio César.

Una maravillosa novela histórica cargada de aventura y tensión sobre la ancestral lucha entre el hombre y la naturaleza.

Con un trasfondo histórico en el que se nos muestra a un Julio César movido por la codicia y dispuesto a que nada se interponga en su camino, Francisco Narla nos cuenta la historia de un lobo dispuesto a cobrarse su venganza aunque para ello tenga que realizar un gran viaje lleno de obstáculos y que pueda costarle la vida.

Francisco Narla con un lenguaje muy cuidado, rico, llegando en momentos a resultar un poco rebuscado nos cuenta una historia en la que resulta patente su pasión por la historia y por la naturaleza.

En Donde aúllan las colinas nos vamos a encontrar una novela diferente. Una novela en la que el verdadero protagonista es un lobo.

Pero no es el lobo el único personaje bien construido,también, y sin necesidad de extenderse mucho, nos hacemos una clara idea de como es ese grupo de soldados que no logran acabar con el lobo y cuya finalidad es llevar la información obtenida a César.

Donde aúllan las colinas es una novela que he disfrutado mucho por lo que cuenta, por como lo cuenta, por la ambientación que consigue y por ese lobo al que va a ser difícil olvidar.

El planteamiento es bueno y la narración es... excelente (demasiado). En mi opinión el autor (cosa que no percibí en la anterior que leí de este autor: Assur) abusa de un vocabulario si bien muy culto también bastante espeso, demasiados sinónimos rebuscados que acaban entorpeciendo la lectura y la hace aburrida (cuando, a la contra, la historia es buena); la nota del escritor al final difiere mucho en lenguaje si la comparamos con el propio relato y por eso mismo es hasta agradecida de leer. Por otro lado, los momentos que se esperan con más ganas (cada enfrentamiento del lobo con cada soldado) quedan resumidos en la mayoría de los casos en dos frases mientras te haces a la idea de que acaba de transcurrir un momento clave de la narración y que ha privado al lector de éste.

Donde aúllan las colinas es una novela que se hace corta; de ficción histórica ambientada en la época de Romana, en concreto durante el control de Julio César.

Un grupo de legionarios son enviados por su general, y amo de roma, Julio César, a Hispania. Entre ellos se encuentran, Segios, Tito, Piramo, Druso, al mando el centurión Lucio Trebellio Máximo y como trampero y alimañero hispano conocedor del terreno en el que se encuentran (Galicia) Caino. Su misión es hacerse con la confianza de las gentes del lugar para que les confíen la ubicación de una mina de oro. Para eso se han comprometido a dar caza a los lobos que hay por la zona atacando a sus rebaños. Cuando tan solo les queda acabar con la última pareja se precipitaran las cosas y todo saldrá mal. Bueno, todo no. Saben la localización de la mina y marchan hacia Roma. Pero no cuentan con la reacción del único superviviente, un gran lobo macho que ha visto morir a su compañera (que le quedaba poco para parir) y que no parará hasta vengarse, los perseguirá por todas partes, hasta la mismísima Roma si hace falta, para acabar con ellos, uno a uno.
Aunque aparecen personajes históricos como Julio César y su hijo adoptivo, el que luego sería el Emperador César Augusto, los protagonistas son la naturaleza y sobre todo el lobo.
La persecución del lobo sirve de escusa para contarnos los entresijos de la política de la época: intrigas, traiciones, engaños y ambición, pero también encontraremos honor y lealtad.
Me ha encantado, como siempre que leo a Francisco Narla, las magníficas descripciones de los paisajes por donde trascurre toda la aventura, su manera de contar la historia, es como siempre una delicia. Donde aúllan las colinas me ha parecido una novela estupenda.

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