Creo que la edición española ha cometido un grave error: dividir la historia en dos volúmenes. Esta primera parte, a mi modo de ver, nos ofrece solo el planteamiento de lo que se supone que el autor va a desarrollar en la segunda entrega: presentación y caracterización de personajes, pinceladas de elementos que insinúan profundidad pero que, sin embargo, aquí no van más allá de una enumeración -por decirlo de alguna manera. Se intuye una conclusión en la psique del protagonista, pero ni de lejos en ningún aspecto de la trama. Por ejemplo, el hilo concerniente al pasado de Amada en la Alemania nazi queda tan desdibujada que no sabes qué pensar: ¿falta más desarrollo, o es una historia metida con calzador? Estoy segura que será lo segundo, pero con este formato puede que haya lectores que tiren la toalla y, por tanto el trabajo del autor se vea perjudicado injustamente. Es más, hacia el final de la entrega tiene lugar un diálogo inquietante; no pretendo ser moralista, pero espero que Murakami tenga una buena razón para sexualizar tanto una niña de 12 años (un trauma infantil, por ejemplo), pues la escena es tan fría que huele a perversión si se queda en solo eso: una especie de fantasía erótica inaceptable. Por ahora, creo que sí puedo hablar de elementos como el estilo. Creo que Murakami es un excelente maestro para aprender cómo debe ser un estilo de redacción impecable. También creo que la traducción es fantástica: no hay ni un atisbo de sospecha de que el texto adolece de transiciones encartonadas de la lengua de origen. Dicho esto, creo que es justo leer la segunda entrega para analizar mejor la historia. Con ello, pues, acepto que la editorial me haga pagar un libro extra, estrategia que no acabo de comprender, pues no es una bilogía. El libro, cortado así, parece más bien una amputación. Y eso, a la novela, le hace un muy muy flaco favor. + Leer más |