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Leer a Haruki Murakami es para mí siempre especial, pues es una autor con el que casi siempre conecto, incluso con sus relatos más vanguardistas. Es cierto que llevamos un tiempo de vacas flacas. Algunas de sus últimas publicaciones no han sido todo lo geniales que uno puede esperar, pero la experiencia en sí de leer al japonés, ya merece el tiempo que le dedicas, pues siempre tiene alguna genialidad guardada en la pluma. Como sucede con La muerte del comendador (Libro I). Está claro que no es una de sus mejores novelas, pero el primer capítulo que se marca es de esos para enmarcar o como mínimo a mí me lo parece. Lo lees y te deja sentado durante un rato en el sofá. La novela tiene todos los elementos que, libro tras libro, Haruki Murakami va explotando: un oscuro pozo, Alicia en el País de las Maravillas, un gato, el mundo onírico o la música (en este caso se ocupa más de la ópera), entre otros elementos. El libro camina a paso lento. Se va cocinando a fuego bajo. Es todo como un poco extraño y más después del primer capítulo que te deja un poco helado de miedo. Pero estamos leyendo a Murakami y tenemos que esperar lo mejor. Y llega. El misterio se comienza a colar por las páginas de la novela. Ya te ha atrapado en la tela de araña del placer lector. Quieres conocer más, saber más y todo lo consigue de nuevo con una gran imaginación utilizando recursos muy naturales, pero dotándolos de la magia del japonés. SEGUIR LEYENDO EN EL ENLACE Enlace: http://crucesdecaminos.blogs.. |
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