Rebeca

Me pareció que no había nada tan vergonzoso, tan degradante, como un matrimonio fracasado. Fracasado después de tres meses, como el mío

Pensaba con una amarga sensación de desesperación que estaría conforme con vivir en un rincón de Manderley y Maxim en el otro con tal que el mundo exterior nunca se enterara

Nos conducíamos como dos actores en un escenario, pero separados, no actuábamos juntos. Tuvimos que soportar todo eso, tuvimos que montar ese espectáculo, esa miserable actuación, por el bien de toda esa gente a la que yo no conocía y a la que tampoco quería volver a ver

Deseaba que no me tratara siempre como a una chiquilla, algo mimada, algo irresponsable, alguien a quien acariciaba cuando estaba de buen humor, pero que no frecuencia olvidaba, alguien a quien palmeaba en el hombro diciéndole "vete a jugar". Sentí deseos de que ocurriera algo que me diera un aspecto más sabio, más maduro. ¿Sería siempre así?¿Él caminando, alejado de mí, con sus extraños estados de ánimo, con sus preocupaciones secretas que no compartía conmigo?

- No solo está en estas habitaciones - agregó-, sino en todas las de la casa. En el saloncito, en el hall, aún en el cuarto de las flores. Yo la siento en todas partes. Usted también, ¿no es cierto?

Soy tímida y torpe, me visto mal, no sé tratar a la gente. Te advertí en Montecarlo lo que pasaría. Ahora piensas que no soy adecuada para Manderley

Es que yo soy como una criada. Sé que lo soy en muchas cosas.

No podía evitar que ella se presentara en mis pensamientos y en mis sueños. No podía evitar sentirme como una huésped en Manderley, mi casa, caminando por donde ella había caminado, descansando donde se había recostado. yo era como una invitada, aguardando el momento en que regresara anfitriona

Sí - respondió fin, y muy lentamente -, sí, creo que era la criatura más hermosa que he visto en mi vida

Es usted quien debe alejarnos del pasado, no regresarnos a él