Corazón tan blanco

Tiene esta novela uno de los principios más potentes que he leído nunca (creo haber leído en algún sitio que relata un hecho real). Su estilo, sin enamorarme perdidamente, me convence, las distintas líneas narrativas que se van entretejiendo me parecen muy bien llevadas y perfectamente acopladas y sus reflexiones que son el cuerpo de la novela, aunque no siempre comparto, son siempre interesantes, como esa de “lo que sucedió es igual a lo que no sucedió” o esa hermana gemela suya de que “nada sucede realmente”, ambas lo suficientemente crípticas y ambiguas como para que cada uno las interprete y las acepte según su estado y condición.

P.D. Mi primer libro de Marías, y ahora que acabo de leer Los enamoramientos, veo que nuestros inicios no fueron un flechazo precisamente, pero ya se veía venir el inicio de una gran amistad. Y esa portada, lo que ha dado de sí esa portada, quién lo hubiera pensado.

Leí esta novela en mi época universitaria y he vuelto a releerla ahora con motivo de su veinticinco aniversario y nuevamente su principio no me ha dejado indiferente y ha vuelto a impactar en mi.
Sin duda tiene una narrativa magnífica, aunque en esta segunda lectura he de reconocer que me ha gustado menos por esas largas divagaciones en las que te pierdes y que ralentizan el ritmo de la trama.
El argumento nos lleva a las historia de nuestro protagonista, Juan, que contrae matrimonio y viaja a la Habana, a partir de ese momento se debate en un constante cuestionamiento, no por el matrimonio que él acaba de contraer sino por el pasado de su padre, del que sólo sabe que se casó con dos mujeres, su madre y la hermana mayor de su madre, aparentemente muertas por por una enfermedad. le intriga lo sucedido antes de su nacimiento. Comienza ahí una investigación cargada de reflexiones para descubrir qué es lo que esconde su padre, que secretos permanecen ocultos.
El protagonista se muestra en una constante intranquilidad que sólo se verá resuelta cuando todo el misterio que envuelve su pasado se vea resuelto y sus dudas esclarecidas.
No deja de ser una gran novela.

Vuelvo, con mi queridos amigos de Adictxs que tanto me consienten, sobre mi primer Marías, mi deslumbrado descubrimento en su séptima novela (y la que le consagró internacionalmente) de este creador feroz, exigente y extenuante que, en cuanto entras en su jardín de senderos laberínticos, te atrapa y te zarandea a su señera voluntad.

Voluntad de crear, con el poder de la palabra, un camino serpenteante a esas profundidades secretas de nuestra memoria y nuestro ser: humano, demasiado humano, suspendido en un momento dilatado hasta el paroxismo que cortocircuita el ansia y te paraliza en el cotidiano horror.

Poco menos de dos años en la vida de un narrador que no quiere saber, que se ve llevado a bucear en los recuerdos y sucesos propios y ajenos, con un puñado de escenas de todo punto inolvidables sobre las que orbita un malestar por el cambio de estado tras el matrimonio (esa institución narrativa), por la desazón de la pérdida una vez que te ves completo y todo alrededor se vuelve amenazante y ominoso, como el bosque de Birnam que avanza para rodear nuestra zozobra.

Leí por primera vez a Marías a principios de año con Los enamoramientos (está en mi perfil la reseña), y pronto me hice con este Corazón tan blanco, ya que es quizás su obra más destacada.

Juan Ranz, traductor de profesión y recién casado, descubre que la primera mujer de su padre se quitó la vida al regresar de su luna de miel. Todo esto sabiendo que es su tía, ya que su padre está casado ahora con la hermana de esta, todo un embrollo, vaya.

Ya descubrí con esa primera lectura que comentaba, y confirmo ahora con esta, que Marías no es un escritor de tramas, lo que no quiere decir que estén mal (no lo están) pero podríamos decir que es bastante secundario. Aquí importa cómo lo cuenta, las vueltas que le da a cosas a priori insignificantes, cómo desarrolla cada personaje, cada situación, las inquietudes y situaciones diarias.

Al final de la edición viene un relato que luego fue "incluido" en la novela, y es que mientras leía esta historia he pensado que podría ser un conjunto de relatos con personajes en común que luego se une todo de forma sensacional, y cuando vi eso pensé que quizás no iba tan desencaminado.

Una novela que me ha encantado, para leer a sorbitos, disfrutando de cada "irse por las ramas" del autor, que me confirma lo mucho que me gusta este hombre recientemente fallecido (DEP).

A veces pienso que leer por primera vez a un autor inmediatamente después de su muerte es, por decirlo suavemente, el sinónimo de hablar bien del muerto cuando, justo unos días antes, se decían pestes de él. Ha decir verdad a Marías ya lo tenía en la mira desde hacía tiempo y, sí, su reciente fallecimiento ha sido el pretexto perfecto para colarlo en la fila de libros por leer e iniciarme con: Corazón tan blanco.

No pretendo hablar bien del muerto, sólo porque a fallecido pero, ¡qué comienzo!

"No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola de su propio padre, que estaba en el comedor con parte de la familia y tres invitados. Cuando se oyó la detonación, unos cinco minutos después de que la niña hubiera abandonado la mesa..."

Con ese bombazo empieza Javier Marías su libro.

De la obra puedo decir mucho, y a la vez poco. A través de una sarta de soliloquios, deliberaciones y anécdotas, el personaje principal va desentramando la historia. Esas reflexiones, siempre cuerdas, aunque no siempre, para el lector, ciertas, nos presentan el carácter de los personajes. Con una serie idas y venidas, de historias unas paralelas y otras transversas, él nos lleva a conocer la de Teresa, esa tía que estuvo a punto de no serlo, porque de no haber muerto, el personaje jamás habría nacido.

"A veces tengo la sensación de que nada de lo que sucede sucede, porque nada sucede sin interrupción, nada perdura ni persevera ni se recuerda incesantemente, y hasta la más monótona y rutinaria de las existencias se va anulando y negando a sí misma en su aparente repetición hasta que nada es nada ni nadie es nadie que fueran antes, y la débil rueda del mundo es empujada por desmemoriados que oyen y ven y saben lo que no se dice ni tiene lugar ni es cognoscible ni comprobable".

De hablar más corro el riesgo de develar la trama. Así pues he de dejar aquí mi reseña, y únicamente señalar que Javier Marías, a través de esta lectura, promete llevarme a un mundo de reflexiones de la mano de su maravillosa prosa y dominio de la lengua. Que como he dicho, y como sucede siempre, no con todas coincido, pero tampoco con todas desentono.

Para muchos Corazón tan blanco puede resultar engorroso, incluso cansado, ese devenir reflexivo. Creo que es un libro que hay que leerse bajo en un mood determinado. En esos momentos en que estamos abiertos a escuchar (mejor dicho, leer) a otro reflexionar y hacer esa introspección propia. de todos modos espero que más de uno se aventure a leer a Javier Marías.

"La verdad nunca resplandece, como dice la fórmula, porque la única verdad es la que no se conoce ni se transmite, la que no se traduce a palabras ni a imágenes, la encubierta y no averiguada, y quizá por eso se cuenta tanto o se cuenta todo, para que nunca haya ocurrido nada, una vez que se cuenta".

Publicado previamente en mi blog Las cartas de Roberto
Enlace: https://www.robertosanchezto..

Hoy, más que hacer una reseña de una obra de la que me siento incapaz (no sabría explicar demasiado bien de qué trata), quisiera explicar el sentimiento que ha provocado en mí su lectura.

Nunca había leído nada de Javier Marías. Reconozco que soy de los que se ha sumado al carro de su fallecimiento para acercarme a leerlo, como si mientras estuviera vivo siempre tendría tiempo de hacerlo. La primera reflexión que se me ha venido a la cabeza, es la de cómo he podido vivir estos últimos 30 años sin haber leído esta obra que estaba ahí, escrita y esperando a ser leída. Y me ha entrado la angustia al pensar, en la cantidad de historias que me he perdido y perderé, pues desgraciadamente todos tenemos un tiempo limitado y finito para aprender y averiguar solo un pequeño puñado de cosas, quedándose en una lista interminable de libros pendientes, que crecerá y crecerá exponencialmente con el tiempo, y me será imposible descubrir y conocer las miles de historias que aún tengo por descubrir y que no conoceré jamás.

Me alegro muchísimo de haberme decidido a leer esta novela. Conocer la belleza con la que está escrita, inventada, creada y desarrollada por un autor que desgraciadamente no volverá jamás a sorprendernos con nuevas historias.

Javier, aunque ahora ya es demasiado tarde, gracias. Encantado de haberte conocido por fin.

Y todavía me pregunto porqué no le he puesto cinco estrellas, será para no demostrar la debilidad que tengo por Javier Marías.
Hay muy pocos escritores que puedan narrar una persecución sin peligro, sin armas, sin ser un asunto grave como la narra Javier Marías, según leía, quería que mis ojos fueran más rápidos que la mente para avanzar.
Una historia de secretos de familia que nadie ha querido investigar ni saber, pero al final salen.
Javier Marías nos vuelve a contar, no una historia, sino una vida o varias vidas, escritas con pasión y, sobre todo, sabiendo escribir y demostrando lo que es; UN ESCRITOR.
Hay que leer a Javier Marías, todo lo que escribe, cada palabra es una lección.
Bueno, ya vale, un gran libro, una gran historia dentro de muchas historias y muy bien contadas, unos personajes normales, del día a día, un vecino, un compañero, nada extraordinario, pero un gran libro, sin estridencias, sin grandes sorpresas, sólo unas vidas con un secreto por descubrir.

Llevo muchos años escuchando como se referían a este autor como uno de los mejores escritores españoles de este siglo y a mí siempre me ha parecido una afirmación exageradísima. Además, no puedo contar con una mano la de veces que me lo han recomendado, que me han dicho que es un libro que se queda para siempre contigo. Ahora, una vez lo he terminado, creo que empiezo a estar de acuerdo y a entender por qué este libro le parece tan especial a todo aquel que lo lee.

En el libro, nos narran la historia de Juan, un traductor e intérprete recién casado cuya familia, o más específicamente, su padre, esconde una serie de secretos que siempre han sido ignorados por Juan. Sin embargo, una serie de situaciones darán lugar a que se empiece a interesar por la chica que se quitó la vida a punta de pistola. No sé si este libro me ha tocado tanto porque el protagonista es traductor e intérprete y siempre es algo a lo que inconscientemente le doy puntos extras. Se nos muestra una realidad muy tangente que nos toca muy de cerca a los que nos dedicamos a esto. Sus sentimientos, actos y pensamientos son algo en lo que me he visto representada.

Además, a pesar de que el protagonista de la historia se tira páginas y páginas dialogando consigo mismo y perdiéndose en sus pensamientos, todo lo que menciona me resultaba creíble, real y necesario. Nada de páginas de relleno o frases vacías. La historia que nos cuenta, que al principio parece no tener importancia ninguna, un argumento de estos que no van a ninguna parte, termina siendo una trama por la búsqueda de la verdad y de sacar a la luz los secretos, para algunos personajes tan necesarios de mantener y guardar.

El estilo de Javier Marías me ha resultado muy propio y original, de estos que sabes que reconocerías en cualquier otro libro porque son únicos. Entrelaza hechos, opiniones y realidades, escondiendo su punto de vista detrás de los pensamientos de Juan.

En Corazón tan blanco se mencionan temas como las mentiras, el matrimonio y la sospecha. La necesidad de saber, pero también de callar. En definitiva, un libro único y que no me cansaré de recomendar. Seguramente, de mis mejores lecturas de este año.

Es un libro complejo, recargado, de estructura poco linear con varias historias imbricadas : la del protagonista-traductor, de su padre, la historia con su joven esposa, la historia con su novia Berta y gran amiga.
Una lectura densa, difícil, pero interesante.