Zapatos italianos

Otro de mis eternos autores pendientes de leer, es Henning Mankell, me plació mucho la lectura de este libro. He descubierto en esta novela, un Mankell sensible, casi camaleónico, pues pensé que iba a leer una novela de tinte policíaco o un thriller.
No es una novela romántica, es una novela que narra la vida de varias personas con el corazón roto, personas con culpas, remordimientos. La novela es narrada en primera persona Fredrik, quien unos años atrás, había sido un eminente y reconocido cirujano de un hospital. Tras cometer un lamentable error en el quirófano —le amputó el brazo equivocado a una paciente—, decidió abandonar para siempre su profesión, y aislarse de la vida e incluso de las personas, evitando casi cualquier contacto con el mundo. Hasta que la llegada de un antiguo amor, irrumpe su forzado aislamiento. Os la recomiendo, la narración es impecable, es una lectura muy interesante que nos habla de comenzar de nuevo, del amor, de la enfermedad, de la soledad, de las equivocaciones, y sobre todo del poder curativo del amor.

La presentación de la historia me resultó, en sí, desoladora: un hombre viviendo solo en una isla desde hace unos doce años. Sin familia, sin amigos. El frío del invierno sueco parece que congela las emociones y remarca aún más la soledad de Fredrik, aunque para él no es un problema y vive su vida intentando mantenerse al margen de las malas decisiones que tomó en el pasado. No solo es él el extraño en este libro, sino que todos lo son. Personajes atormentados con historias muy trágicas a sus espaldas, vulnerables en el fondo, aunque enfadados con la vida. La narración se centra en entretejer sus historias de vida hasta que parece que se van reconciliando un poco con ellos mismos y con los errores que cometieron a lo largo de los años.
El autor tiene un estilo sencillo. No es descriptivo en exceso pero es capaz de enseñarte exactamente lo que quiere. Temas como la muerte, la vida y las relaciones humanas son tratadas de una manera que pasa de ser dolorosa físicamente a estar tintada con unas dosis de humor bastante particular. Además, el uso de la primera persona contribuye a que los sentimientos y emociones del protagonista sean explicados sin ambages, aunque estos no sean siempre políticamente correctos.
«Zapatos italianos» es una obra para leer despacio, tal y como se suceden los hechos en sus páginas, aprovechando cada giro y cada reflexión para hacer examen propio acerca de los temas que trata y qué haría uno mismo en esa situación.