A la caza del Príncipe Drácula

Después de resolver el caso de Jack el destripador Audrey Rose no es la misma. Para intentar recuperarse y alejarse un tiempo de Londres decide inscribirse en una de las mejores escuelas forenses de Europa junto a su amigo Thomas, al que se le ha ocurrido esta idea. Pero su tranquilidad durará muy poco ya que ambos se verán envueltos en la persecución de un asesino que emula al conde Drácula.

Tenía muchas ganas de continuar con las aventuras de Thomas y Audrey porque disfruté mucho el primer libro. Este segunda parte me ha gustado incluso más que la primera en parte por la ambientación y porque conocemos mejor a los personajes. La historia está ambientada en Rumanía, concretamente en el castillo de Bram, el castillo de Vlad el empalador donde Audrey y Thomas están estudiando medicina forense. Los paisajes están tan bien descritos que sientes estar recorriendo los lugares en los que se desarrolla la historia. Me ha encantado conocer más sobre el folclore, las leyendas y la historia de Rumanía ya que apenas sabía algunas cosas. También me ha gustado conocer mucho más a los personajes. Audrey Rose me sigue encantando porque es una chica muy valiente y que no deja que los convencionalismos de la época la frenen. Me ha gustado ver cómo superaba los miedos y las inseguridades que el caso de Jack sacó a relucir en ella. Thomas me ha gustado mucho más en este libro ya que aquí se ve más su lado humano y me encanta la preocupación que muestra por Audrey Rose en todo momento. Además conocemos más sobre su pasado. del resto de personajes solo destacaría a Daciana la hermana de Thomas. Me gustó mucho leer las cartas que se intercambiaban los hermanos durante el caso de Jack el destripador, me parecieron muy divertidas. En lo que al crimen se refiere tengo que decir que esta vez me costó más identificar al asesino pero me encantó que fuese más enrevesado y difícil de resolver. Otra cosa que destacaría del libro es que al igual que ocurre en el primero aparecen ilustraciones propias de la época. El final me ha encantado porque está lleno de acción y además nos introduce en el siguiente libro.

En definitiva un libro que os recomiendo un montón ya que combina misterio, crímenes, romance, todo ello aderezado con la superstición rumana.

¡Os recomiendo esta nueva historia de Kerri Manosxalco, me ha encantado! Es la segunda parte de una saga que de momento está siendo muy bien llevada, en diferentes atmósferas. En esta historia viajamos con los protagonistas principales a finales del siglo XIX a Transilvania, alrededor del mito del vampiro más famoso de todos los tiempos. En esta historia viviremos más misterios, personajes nuevos e interesantes, y asesinatos... Muy bien llevado desde el primer capítulo, y sobre el final es cuando menos pude separarme del libro! Lo más reseñable del libro es la ambientación en Transilvania, la oscuridad de la historia y Thomas, que para mí está siendo el mejor personaje de la saga. ¿Lo habéis leído?

Mejor que el primero, tuve mayor dificultad en deducir quién era el responsable de las muertes de los personajes nuevos, el aire distinto de Londres a Rumania es un super plus y el clímax es perfecto, medio macabro aunque no dejó de mostrar que como quiera que sean son adolescentes ya casi adultos.

No tiene 5 porque es demasiado largo para lo que trata, en básicamente se repite una y otra vez por cerca de 100 páginas que llegan a desesperar una vez que notas que está diciendo las mismo pero de distinta manera.

Quiero decir también para quienes gustan de lecturas lgbt y feministas cultivadas en su buen corazón que este libro les puede gustar porque trata ambas de una manera respetuosa y bien cimentada a mi parecer.

Y ya, eso es todo.

PD: Sigo gritando internamente por el clímax del descubrimiento del asesino jaja, ¡adiós!

Para dejar atrás el caso del Destripador, Audrey Rose junto a Thomas Cresswell se dirige a una de las mejores academias de medicina forense de Europa. Pero antes de que se inicien las clases, una serie de misteriosos asesinatos se suceden, lo que les obliga a investigarlos por su cuenta. ¿Será cierto que Vlad el Empalador ha vuelto?

La verdad es que este segundo libro me ha gustado más que el primero. Lo mejor de todo el libro es la ambientación, la autora ha conseguido trasladarme a las calles de Brasov, los pasadizos del castillo de Vlad y los bosques de Rumanía. El caso al que se enfrenta nuestra protagonista también me ha gustado más que el anterior, en mi opinión es más complejo y no resulta tan fácil de resolver, hay más posibles candidatos y elementos en la ecuación como una sociedad secreta o dos familias enfrentadas por su relación con la antigua familia real rumana y su conexión con Vlad. Yo, no he tenido clara la identidad del culpable, básicamente porque la autora logró engañarme con un giro de la historia aunque no había abandonado la teoría ya que había algo que no encajaba. En cuanto a los personajes, sigo adorando a Audrey Rose y a Thomas sobre todo las interacciones entre ambos. Aunque he de decir que Audrey Rose me ha tenido en vilo en varios momentos ya que ella seguía todas las pistas incluso en situaciones que claramente eran muy peligrosas. Pero adoro su valentía, determinación e ingenio aunque en este libro la vemos algo alicaída y que le afecta más la sangre y la muerte en general, algo normal debido a lo sucedido en el anterior libro. de Thomas adoro su parte pícara y sensible, unida a sus hábitos de caballero, lo tiene todo para enamorar a una chica. Con respecto, al resto de personajes no puedo decir gran cosa ya que no se profundiza demasiado en ellos, están bien pero sin más. También me ha gustado que la autora siga describiendo prácticas forenses propias de la época y que sea tan precisa en detallar aspectos como las autopsias, la verdad es que es algo que enriquece la lectura. Otra cosa que me gusta de la autora es que los finales de sus libros enlazan con la próxima historia. La verdad es que te deja con ganas de ver como continuará todo. En definitiva, una historia increíble con un misterio intrigante ambientado en la época victoriana que junto al estilo gótico de la autora creo que os atrapará desde el minuto uno.

Este es el segundo libro de Kerry Maniscalco que tiene como protagonista a Audrey Rose Wadsworth y Thomas Cresswell.

Nos encontramos en diciembre de 1880, con una Audrey que intenta sobreponerse a lo sucedido el otoño pasado cuando ambos lograron capturar a Jack el Destripador.
Nuestros protagonistas viajan en el Orient Express, camino de la Academia de Medicina y Ciencias Forenses situada en Rumania, en el castillo de Bran, lugar que fuera hogar de Vlad Tepes el Empalador más conocido como Vlad Drácula.
Esta vez se verán involucrados en una serie de extrañas muertes que les hará poner a prueba sus conocimientos para tratar de descubrir que es lo que esta sucediendo y quien esta detrás de ellas, más allá de las supersticiones que empiezan a sembrar el terror en el pueblo y en la propia academia, ante la supuesta resurrección de Drácula.

La ambientación está muy bien conseguida con esa atmosfera gótica de misterio acrecentada con las descripciones del castillo: las habitaciones, las criptas y pasadizos secretos, las salas subterráneas... En las recreaciones de las autopsias en salas oscuras, llenas de instrumental medico... En el entorno: la academia está situada en una ladera de los Cárpatos rodeado de bosques oscuros en los que sólo se oye aullar a los lobos...

En este segundo libro se ve una gran evolución de los personajes.  Descubriremos los orígenes de Thomas y volveremos a encontrar a una Audrey fuerte y luchadora. Pese al trauma que arrastra  a nivel emocional, tras todo lo  acontecido en la primera novela, y que  se nos muestra en forma de pensamientos e ideas recurrentes y obsesivas, dando vueltas en la cabeza de nuestra protagonista, y a que en la academia es la única mujer volverá a demostrar su valía una vez más ganandose el respeto de quienes la rodean.
También la historia de amor entre nuestros dos protagonistas, seguirá avanzando  en forma de flirteos sarcásticos y  insinuaciones en las que ambos empezaran a demostrar sus verdaderos sentimientos hacia el otro.

También destacar la labor de documentación por parte de la autora que entremezcla hechos reales de la vida de Vlad el Empalador con la trama de ficción.

Un libro que pese a tener más páginas que el anterior, me duró un suspiro. Estoy deseando que se publique la tercera parte, que se titula "A la caza de Houdini", en español.

Desde que Puck nos dijo que traerían la segunda parte ya estaba como loca por tenerlo, pero es que al investigar y ver que el siguiente era de Drácula no me podía perder esta novela, y menos mal. La narración que nos encontramos es muy buena, es de esas narraciones que con pocas descripciones o en su justa medida saben como meternos de lleno en la trama, y ya no te digo en la ambientación. El libro atrapa mucho, atrapa que desde las primeras páginas ya empiezan a pasar cosas, y nada menos que en el mítico Orient express, seguro que un guiño a las novelas de Agatha Cristie. Como os iba diciendo desde las primeras páginas me he sentido completamente enganchada, es de esos libros que lo coge y no puedes soltarlo. La narración es en primera persona y Audrey Rose sigue siendo nuestra gran protagonista, haciendo que nos metamos muy de lleno en todos los acontecimientos que suceden, y no paran de suceder. La lectura se hace amena y adictiva gracias también a unos capítulos cortos que se agradecen ya que la tensión en constante y siempre dejan muchas ganas de más, al final siempre se acaban por picar otros tantos capítulos, cuando he querido darme cuenta ya estaba para terminar. La autora nos demuestra que da igual si estamos en el Londres de 1888 o en Rumania, la ambientación es fantástica. No sabría deciros si es thriller, romance, o terror, porque tiene una pizca de todos esos géneros, pero muy bien llevados y en concordancia con la trama. En esta ocasión me ha gustado mucho más la ambientación, pero es porque nos encontramos nada más y nada menos que en el mismísimo castillo de Drácula, haciendo de ello una ambientación con terror gótico que me ha fascinado. Audrey es aventurera, ella no puede dejar atrás una buena investigación y más si podría estar en peligro ella y Thomas, así que en cuanto se encuentra con un alumno muerto empiezan las investigaciones, dando lugar a que recorramos con ella el castillo, pasadizos incluidos, principalmente porque nos encontramos con más de una sorpresa. Os dejo a la imaginación y a que le deis una oportunidad al libro y saber si la autora nos muestra al conde Drácula, o por el contrario nos enseña una novela con corte realista. Lo que si os comento es que como pasaba con el anterior la autora se toma muchas libertades históricas, algunas son parte de la historia, otras las cambia para adaptarlas al libro, una de ellas es que nunca se utilizó el castillo de Drácula como academia de medicina forense, todo ello nos lo explica la autora al final de la novela. Esto me gusta, porque lo adapta y lo nutre para darnos una historia que nos sorprende, y nos adentra en una aventura de investigación gótica y en ocasiones algo macabra, algo necesario si pensamos que están estudiando a los muertos, pero le da ese toque oscuro que necesita la novela para complementar más si cabe la ambientación. También tendremos a lo largo de las páginas fotos reales y en ocasiones dibujos de aquella época, me han ayudado mucho a la hora de imaginar ciertas cosas, que aunque la autora lo explica todo viene muy bien para hacernos una idea más visual. Los personajes son geniales y fantásticos, es una de las cosas que más destaco de la novela, junto con la trama adictiva y la ambientación. Ya conocemos a Audrey, la protagonista indiscutible de las dos novelas, y claro del resto de la saga, algo que me encanta porque es un personaje maravilloso. Audrey es decidida, consecuente y no se detiene ante nadie para conocer la verdad. al ser en primera persona nos adentramos en sus pensamientos y veremos como es una mujer adelantada a su tiempo, la medicina forense es una rama para los hombres, no se veía con buenos ojos que una mujer se dedicara a ello, pero ella demuestra que ha nacido para ser médico forense, su lucha es constante por esto, pero no se rinde. Thomas se podría decir que es el otro protagonista, él siempre la acompaña en sus investigaciones, y qué decir de este personaje, que me encanta, lo adoro y que es el gran apoyo de Audrey. Es un personaje sarcástico como los que a mí me gustan, es guapo y lo sabe y eso desencadena muchas escenas divertidas con Audrey, es un personaje que complementa muy bien con ella, los dos son una pareja increíble. Los personajes secundarios en esta ocasión han sido muy interesantes pero me ha faltado algo más de ellos, se dejan de lado mucho y la verdad es que no me hubiera importado saber mucho más de algunos de ellos, me han quedado muchas dudas con respecto a sus vidas y demás. Lo bueno es que esto no empaña la novela y aún así gusta ver lo bien que está todo hilado, no hay necesidad de darle más páginas. Me encanta como al final de la novela tenemos unos extras de las cartas de Thomas con otro personaje que aparece nuevo, que seguro que dará mucho de qué hablar en las siguientes entregas. Por cierto, Puck ya ha confirmado la tercera entrega en 2020 y ya me muero por leerla. En general ha sido un libro fantástico, lleno de sorpresas e intrigas, todo ello complementado con unos personajes carismáticos y maravillosos a los que adoro, no veo la hora de seguir con sus aventuras. Si sois de los que os gustan las novelas con investigaciones, ambientación gótica, toques de terror y por supuesto también de amor yo no me lo perdería.
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Después de descubrir la verdadera identidad detrás del asesino en serie más misterioso de la historia, Jack el Destripador, Audrey Rose se embarca hacia Rumanía para asistir a la Academia de Medicina y Ciencias Forenses en el Castillo de Bran. Su viaje en tren hasta allí no será tan apacible como esperaba puesto que uno de los pasajeros será asesinado por empalamiento. Una vez llegada a la Academia, se dará cuenta que hay alguien que está matando a personas con un modus operandi como si fuera un vampiro y haciendo que la gente del pueblo piense que el Príncipe Drácula, inmortal, haya vuelto y este sembrando de cadáveres la academia y sus alrededores.

Admito que la figura de Vlad Tepes, ese personaje histórico que "inspiró" a Bram Stoker para escribir Drácula, no es un personaje histórico que me dé tanta curiosidad como me daba Jack el Destripador. Además, siendo sincera, tenía más conocimientos sobre los actos que llevó a cabo Jack el Destripador que Vlad Tepes. La ambientación me gustó mucho más en el primer libro. Las calles llenas de niebla de Londres, ese halo de misterio que aporta la niebla, en ese Londres victoriano me encantó. En esta novela nos encontramos con el famoso castillo de Bran y el pueblecito de al lado y no tenemos mayor ambientación que esa. Aún así tiene su encanto, la nieve, esa postal invernal que la autora sabe muy bien cómo transmitir, mezclado con leyendas y mitos rumanos bastante interesantes (y mi parte favorita de la novela podría atreverme a añadir).

Las clases de medicina forense no han estado mal. Ha sido prácticamente lo que vimos en el taller del Tío de Audrey Rose, tan solo autopsias y poco más en realidad. Me ha gustado mucho el toque feminista que ha metido en la novela: el hecho que una joven pudiera ser estudiante (y participar activamente) en las clases de medicina forense y algún apartado más del que no puedo hablar por tema de spoilers. Y el misterio... Bueno, podría haber estado mejor. La autora lo sabe llevar más o menos bien, escondiendo pistas, añadiendo sospechosos, pero esta vez no me ha gustado cómo ha desarrollado este aspecto ni su resolución. Quizá el tener como escenario casi en su totalidad el castillo y los personajes que se encuentran en la Academia quizá no haya sido lo que yo esperaba tampoco. Los personajes me siguen gustando mucho, tanto Audrey Rose como Thomas me encantan, sobre todo este último. También me han gustado personajes que aparecen por primera vez en esta novela como por ejemplo Daciana.

El final como digo quizá haya sido la parte que menos me ha gustado, mejor dicho la resolución del misterio y la cantidad de vueltas que dan a lo mismo durante una gran cantidad de páginas, pero solo por ver los tira y afloja de Audrey y Thomas valen la pena. El final me deja con muchas ganas de seguir con el tercer libro que tratará sobre Houdini y su escurridiza figura histórica (siempre con licencias explicadas por la autora al final de la novela).

A la caza del príncipe Drácula, ha sido una gran continuación con mas misterio, asesinatos, momentos macabros y siniestros. El epílogo me ha encantado, y no veo el momento de leer mas aventuras de Audrey y Thomas. Siguiente parada, Nueva York.
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La primera parte de esta saga me encantó y pensé que era imposible superarlo, pero después de leer esta segunda parte puedo confirmar que la autora ha conseguido superarse, y puede que siga haciéndolo, ya que las historias que crea son maravillosas, y los personajes increíbles.

Si en la primera parte ya nos encontramos con un asesino en serie: Jack el Destripador, en esta segunda parte nos encontraremos con otro asesino: Vlad el Empalador.

Después de lo ocurrido en Londres, Audrey Rose se va a Rumanía junto a Thomas para estudiar en una de las mejores escuelas de medicina forense de Europa: el castillo de Vlad el Empalador. Lo que no se imaginaban es que en ese lugar iban a sumergirse, otra vez, en una serie de asesinatos que van ocurriendo en el mismo castillo, y que todo parece ser obra del famoso príncipe Drácula que ha vuelto a la vida, ¿o tal vez un farsante?

De verdad que menuda maravilla de libro. Ha sido un no parar. Después de empezarlo no pude parar de leer porque no paraban de pasar cosas interesantes y me mantenía tan pegada a las páginas que no podía soltarlo en ningún momento.

Audrey Rose es una de las mejores protagonistas que he visto en un libro, y es que esta chica me encanta. Es fuerte, independiente, sabe lo que quiere y aunque en este libro hayamos visto su lado más vulnerable, me parece súper comprensible por todo lo que ha pasado, no podía ser de otra forma.

Thomas es lo más bonito del mundo, y ojalá existiera un Thomas en la vida real porque wow. Él solo quiere proteger a Audrey de todo lo que le pueda pasar, aunque ella no pare de dejarle en claro que no quiere ayuda. Me encanta su sarcasmo y estos dos nos han dado varios momentos que me han dejado encantada. Los quiero mucho y espero que no se separen NUNCA.

Estos casos de asesinato me han gustado tanto como los del primer libro, además que tenemos a varios personajes nuevos, que algunos me han gustado y otros no tanto. Y el final ha sido todo muy inesperado porque no me imaginé ni por un instante quién era el asesino, así que eso me ha encantado.

En definitiva, A la Caza del Príncipe Drácula es una segunda parte que me ha parecido incluso mejor que la anterior, con unos personajes maravillosos a los que no podrás evitar tomarles cariño y unos casos de asesinato la mar de intrigantes.

Es un libro de 10, en el que, como en el anterior, no sospechas de la verdadera persona, aunque te vaya dando pistas hasta el final . A mí que me encanta este mundo, desde luego lectura totalmente recomendable
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