Sin elección

Pongámonos en situación:

Domingo. Tres de la tarde. Has terminado de comer. Ni cuñados, ni suegra, ni otros animales de mal vivir están en casa. Niños y pareja andan en sus cosas, pero sin molestar.

El salón es tuyo. Enciendes la televisión y buscas una película de sobremesa que te acompañe durante la siesta que te vas a pegar en el sofá.
El descanso del guerrero. Por fin.

La caja tonta escupe sus primeras imágenes. Una sonriente azafata da la bienvenida a los felices pasajeros. El avión despega y tu ya sabes todo lo que va a pasar.
¿No?
Venga, os dejo un minuto para que adivinéis el argumento.

¿Ya?

No me cuesta mucho esfuerzo intuir vuestras conclusiones.
Avión secuestrado. Piloto indispuesto o muerto de un ataque al corazón.
Protagonista que dio clases de vuelo pero que no tiene ni idea de pilotar un avión comercial. Experto que dirige sus pasos desde la torre de control.

Alguno incluso habrá imaginado, en su bondad, que el aparato explota en el aire, mueren todos y nos dejan en paz.

No seré yo quien os diga que partes del libro de Clare Mackintosh siguen rigurosamente el cliché y cuáles son novedosas.

Lo que sí advierto es que la novela engancha y ofrece mucho más que las 5000 versiones que sobre el tema hayamos podido ver o leer.

Primero por las especiales circunstancias que rodean a Mina (la heroína que nos ocupa) y que le arrastran a tomar cuestionables soluciones.

Segundo por Sophie, niña de 5 años que nos deparará, sin duda, los mejores momentos del relato.

Y por último por un giro final que ni te esperas, ni ves venir y que definitivamente logra que esta novela te dé mucho más que otras de la misma especie.

La tensión que imprime la autora al texto es digna de elogio. Además, se apoya en múltiples voces narrativas que consiguen una novela directa, entretenida y sumamente adictiva.

Sin embargo, el debate que pretende abrir Mackintosh sobre el impacto que produce el aumento de vuelos en el medio ambiente queda un tanto distorsionado.

Esto, la trama excesivamente socorrida y algunas resoluciones con respecto a las responsabilidades de cada cual son a mi juicio cuestiones que restan una mejor nota a un libro que merece la pena leer como el thriller que es.

Habrá que repetir con la autora.

Primera novela que leo de la autora y me ha tenido en vilo durante toda la lectura. Una historia que empieza reposadamente y se va complicando por momentos, con mucha acción, giros inesperados, muy adictiva, fácil de leer, con un argumento muy socorrido en algunos aspectos y novedoso en otros.

Un avión lleno de pasajeros que van a hacer el primer vuelo sin escalas de Londres a Sídney, todo un acontecimiento. Mina es una de las auxiliares de vuelo y se verá en una situación muy complicada al tener que elegir entre la vida de su hija de 5 años y la vida de todos los pasajeros.

El avión es secuestrado por unos terrorista que amenazan la vida de la niña si Mina no los ayuda y cumple sus órdenes. A partir de ese momento se suceden los acontecimientos que nos van a llevar a vivir junto a los pasajeros unas horas de tensión hasta llegar a un desenlace inesperado.

Narrada en primera persona por varias voces y desde diferentes ángulos y puntos de vista, la lectura se hace tan adictiva y ágil que cuesta dejar el libro, menos de 24 horas me ha durado. Si he despertado tu interés y curiosidad por saber como termina esta aventura... ya sabes, tendrás que descubrirlo por tu cuenta...

La autora me ha causado muy buena impresión, habrá que seguir leyéndola. Te animo a que la descubras tú también, si no lo has hecho aún.

¡Feliz lectura!

Expectación máxima ante la inauguración del primer vuelo sin escalas de Londres a Sidney, un hecho que marcará historia, personalidades importantes, prensa, famosos, pero nadie será capaz de imaginar lo que está a punto de desencadenarse

Un thriller que pone a su protagonista, una asistente de vuelo, contra la espada y la pared ante una difícil decisión. Toca temas como la adopción, los trastornos psicológicos, adicciones, el cambio climático, todo envuelto en una atmósfera claustrofobica, intensa, sobre todo la parte que se desarrolla en el avión, hasta desembocar en un final inesperado y éste giro me ha encantado porque cuando crees que ya ha llegado y te aplaudes por haberlo descubierto/imaginado/deducido aún quedan líneas para otra vuelta de tuerca!!!

Es el primer libro que leo de la autora buen ritmo, varias voces narrativas, fluidez e intriga

El primer vuelo directo sin escalas de 20 horas de Londres a Sídney, con más de 350 pasajeros y la tripulación de vuelo se enfrentarán a un peligro aterrador el cual ninguno se imagina. Poco después de que el avión despegue, Mina, una azafata, recibe una nota anónima donde le dicen que debe asegurarse de que el avión nunca llegue a su destino si no cumple con estas demandas, su esposo e hija morirán.
Junto con la nota urgente ha encontrado pruebas de que uno de los pasajeros ha estado vigilando a Sophia su hija adoptiva, y un objeto perteneciente a ella fue llevado al avión. Con tantos miedos y la elección que debe hacer entre ser responsable de la muerte de su familia o matar a todos en el avión, le resulta imposible concentrarse. Hay rumores de que el avión se precipitará hacia el océano, se estrellará contra el desierto australiano o se estrellará contra la Ópera de Sídney, repleta de público. En las siguientes horas de vuelo hay lesiones y muertes. Los pasajeros aterrorizados se dan cuenta de lo que se está desarrollando y de que todos están condenados. En casa, el esposo (con el que ha tenido muchos problemas por secretos y mentira) y la hija de se encuentran en peligro extremo. Hay mucha acción en este libro, muertes en el avión entre los pasajeros, la tripulación. ¿Quién es el líder responsable del secuestro?
Hay un giro impresionante al final, que yo no me esperaba.me hizo pensar que haría yo en una situación como esta. ¿Y tú que arias?

Claire Mackintosh nos ofrece una adictiva novela ambientada en un avión en vuelo, aunque parte de la historia también transcurre en Londres.

Mina Holbrook es una auxiliar de vuelo que se embarca en un avión que parte, en un viaje sin escalas, de Londres con destino a Sidney. Tiene treinta y cuatro años, un marido policía y una hija de cinco años. Y será precisamente la vida de la niña la que amenacen los terroristas que secuestran el avión. Mina tendrá que elegir entre ayudarlos o poner en peligro la vida de la pequeña.

La narración es en primera persona con múltiples narradores. Los principales son la azafata y, desde tierra, su marido. Pero también dispondremos del punto de vista de alguno de los pasajeros. Eso me gusta porque le permite a la autora tratar diversos temas como los malos tratos, el acoso o las adicciones. Tenemos un tema principal que motiva el secuestro y del que no os voy a hablar, pero que es de candente actualidad. Y me gustaría mucho comentaros algunas cosas sobre ello, pero desvelaría demasiado y lo tenéis que descubrir por vosotros mismos.

Vamos a encontrar situaciones angustiosas que nos mantendrán pegados al libro. Os podéis imaginar lo mal que lo pasan los pobres pasajeros al descubrir el lío en el que se han metido. El que haya dos escenarios, y varios puntos de vista, ayudan a agilizar la lectura, a mantener al lector interesado y permite ampliar las tramas. Es interesante ver la reacción de Mina ante la situación, las de algunos pasajeros antes el peligro y la de Adam en tierra.

La obra da un giro final, cuando todo parece haber terminado, que no me esperaba y que me ha sorprendido mucho. Una de las cosas que ocurren sí que la sospechaba, pero la otra me pilló totalmente por sorpresa.

Ha sido mi primera vez con la autora pero no será la última. Os animo a darle una oportunidad a la novela.

Una historia adictiva que te mantiene en vilo en todo momento, con giros inesperados y mucha tensión.
Un secuestro bajo amenaza en un avión, como madre Mina no ve otra salida que colaborar y hacer frente a sus remordimientos y dudas constantes.
Esta contada en primera persona por distintos personajes, en principio solamente identificamos a Mina y a su marido Adam y después a varios de los tripulantes del avión y conforme avanzamos vamos atando cabos y vamos adivinando quienes son.
Esta muy bien trazada para mantenerte en alerta y en tensión con lo que ocurre dentro y fuera del avión, vamos descubriendo secretos y cosas del pasado que afectan principalmente al matrimonio y a su hija.
La parte personal del matrimonio también se hace adictiva, ves que se quieren, pero tienen sus problemas que estas deseando ver como se pueden arreglar o solucionar de la mejor manera. Y con la niña que con el trastorno que tiene se sienten muy perdidos en ocasiones y con dudas sobre sus sentimientos o forma de actuar en algunos momentos.
El final me ha parecido otro giro espectacular, aunque no me ha sorprendido del todo, no con Rowan, pero si con Sophia, una niña tan inteligente y con sus rarezas.
Lo recomiendo totalmente, una historia que os hará pensar y dar vueltas y vueltas, con situaciones angustiosas y bastante intenso.

He leído los libros anteriores de esta autora y siempre consigue que me termine estallando la cabeza. Tengo que reconocer que con este bastante menos, igual ya le he cogido el punto, pudiera ser, aunque la última frase aún me da vueltas.

En esta ocasión tenemos a Nina, una auxiliar de vuelo que se ve arrastrada a tomar una difícil decisión de la que dependerá no sólo su vida, también la de su familia e incluso la de un montón de personas a las que no conoce.
Me ha gustado mucho esta protagonista, aunque también me ha encantado Sophia, su hija de tan solo cinco años, una niña adoptada con un problema de comportamiento que arrastra por su vida anterior.
También tenemos a Adam, el marido de Nina, policía lleno de secretos y con el que la convivencia ya no es muy buena.
Estas tres personas se verán inmersas en el destino de un viaje de avión que no saldrá como estaba previsto. Y ahí reside casi toda la acción del libro, un lugar claustrofóbico del que no se puede escapar del peligro. ¿Os atrevéis a embarcar en el vuelo 79, Londres-Sidney? Son solo veinte horas de vuelo que se volverán demasiado espeluznantes.
A mi me ha gustado mucho el viaje, no os voy a engañar. En él podemos ver cómo funciona el ser humano en situaciones límite. Y es que a veces el comportamiento humano puede dejar bastante que desear.

Clare Mackintosh es una escritora que deja al lector como pasta de boniato con los giros tan inesperados que introduce en sus historias. Eso mismo me pasó con “Te dejé ir”, de ahí que no dudara en leer esta nueva publicación sobre la que hoy os hablo, una novela de suspense psicológico con un ritmo demasiado sosegado en su primera mitad y que luego toma impulso conforme nos acercamos a su desenlace, en el que se pone de relieve lo difícil que es tomar la decisión correcta en situaciones de emergencia, cuando la vida de un ser querido está en peligro.
Un vuelo comercial de veinte horas entre las ciudades de Londres y Sidney. Un trayecto que lleva dos años generando expectación porque es la primera vez que se realiza sin escalas. Una extensa lista de pasajeros con distintas historias y propósitos, algunos sin nada que perder. Durante el largo trayecto, el avión será el escenario de un crimen y tanto los pasajeros como los miembros de la tripulación, serán potenciales sospechosos...
Estamos ante una novela de lectura ágil, potenciada por la corta extensión de sus capítulos. Escrita con una prosa exenta de artificio y de la mano de diversos cronistas en primera persona, algunos de ellos totalmente obviables al no aportar nada a la historia, que se irán turnando para hacer al lector partícipe de los distintos acontecimientos. Esta perspectiva elegida por la autora nos permite sumergirnos directamente en la mente de los personajes, evidenciando sus defectos, y nos explica qué los impulsa a actuar. Este tipo de narración en primera persona es un recurso utilizado para fomentar la empatía con los personajes, la mayoría de ellos con sus contornos dibujados sin demasiadas pretensiones, motivo por el que me ha costado conectar con ellos.
Entre los integrantes del vuelo, seguimos particularmente a Mina, una azafata experimentada que en un principio no iba a participar en este viaje, pero su matrimonio no está pasando por un buen momento y prefiere pasar las vacaciones de Navidad trabajando en lugar de estar con su familia. Pero todos estos problemas personales quedarán relegados a un segundo plano cuando, durante el vuelo ocurre un evento que tendrá repercusiones en su familia y Mina se verá obligada a elegir entre la vida de cientos de pasajeros... o la de su propia hija. Fuera de este escenario están Adam, el marido de Mina, un policía que oculta un grave secreto, y Sophía, la hija de ambos. Esta última ha sido mi personaje favorito, una niña de cinco años con necesidades especiales que protagonizará un final totalmente IM-PRE-VI-SI-BLE y asombroso, lo mejorcito de la novela, que me dejó perpleja e hizo que lo releyera un par de veces para entenderlo.
Esta es la tercera novela que leo de Clare Mackintosh y me decanté por ella porque pensé que contaba con un gran potencial para mantener en vilo al lector, pero le ha faltado una mayor dosis de tensión y suspense. El aspecto más importante de la trama, la motivación del secuestro tiene, para mí, poco sentido y no he entendido la razón de sus acciones, me han parecido algo extremas al unir dos temas diametralmente opuestos. No puedo desvelar mucho más sin arriesgarme a hacer spoiler, pero si lo habéis leído entenderéis de lo que hablo.
Sintetizando: “Sin elección” es una novela de suspense psicológico de fluida lectura que no hará que te muerdas las uñas porque su ritmo no es muy frenético, pero sí que es muy recomendable para esta época estival en la que apetece sumergirnos en historias sin complicaciones.


Enlace: https://www.mislecturas.es/2..

¿Hay algun lugar más claustrofóbico que un avión en pleno vuelo? Para mí no, nadie puede entrar o salir por mucho que quiera...
Este es el ambiente principal que nos encontramos en "Sin elección" porque aunque haya otros, el peso del libro recae sobre él.

Si habéis leído el resumen sabéis de sobra a lo que me refiero, si no lo habéis hecho esperad a teminar la reseña porque igual no os hace falta para decantaros sobre si pasa a vuestra (interminable) lista de deseos o no...

Antes de subir al avión vamos a conocer un poco la vida de los protagonistas. La historia se centra principalmente en Mina (una auxiliar de vuelo), su marido Adam (que es policía) y Sophia, la hija de ambos. Esta parte se me hizo un poquito más larga que el resto porque, debido a mi naturaleza impaciente, quería subir al avión y encontrarme la trama del resumen. Muy mal por mi parte ya que es importante conocerlos bien para saber por qué actúan como lo hacen...

La historia está narrada en primera persona desde la perspectiva de Mina, Adam y de alguno de los pasajeros lo que ayuda a meterte a fondo en esta sin perder nada por el camino. A esto se añade la brevedad de los capítulos le da un ritmo ágil a la trama y aunque haya un par de momentos en los que pierde ese ritmo, lo recupera rápidamente.

No va a ser mi mejor lectura del año, pero creo que es un libro que pueden disfrutar tanto los lectores que disfrutan una buena novela negra como aquellos que son de saber lo que le pasa por la cabeza a las personas para actuar como lo hacen.

Terminado, al fin!
Me he saltado páginas enteras de relleno para lograrlo pero no me lo tengáis en cuenta, me ha costado un mundo.
Y es que la única culpable de ponerme con esta lectura soy yo y lo que me ha pasado lo sospechaba y me lo merezco.
Esta autora no es de mi gusto. Es el tercer libro suyo que leo y no consigo disfrutarlos.
En este caso el argumento me parecía atractivo y le di una oportunidad. Error. Es absurdo lo mucho que se enrolla la autora para ponernos en situación. Páginas y más páginas que hacen que mi interés vaya decayendo.
Cuando iba por la mitad del libro se descubre el motivo del secuestro del avión. Me ha parecido tan bobo que estuve a punto de abandonarlo.
Escenas absurdas y ridículas por lo exageradas, decisiones poco creíbles de los personajes... Mejor no sigo.
No me ha gustado y es un alivio olvidarme de él.