Una chica desconocida

En esta novela, Mary Kubica mantiene la estructura que ya vimos en su anterior obra, Una buena chica, narrando la historia desde diferentes puntos de vista, dando giros inesperados y manteniendo al lector atrapado en la historia desde la primera página.

En Una chica desconocida, tenemos tres puntos de vista diferentes, con tres personajes muy distintos entre sí, con los que la autora enriquece la historia:


Heidi es una mujer cariñosa y familiar, que siempre ha querido tener una gran familia, pero las circunstancias no le han sido favorables. Con una hija preadolescente, Zoe, y un marido obsesionado con el trabajo (Chris), vuelca sus buenos deseos hacia los más necesitados en la ONG que prácticamente dirige ella sola.
Es una persona obsesiva y centrada en sus deseos, pese a que siempre quiere ayudar a los demás. Una mujer que ha superado dificultades en su vida, y que abre las puertas de su casa y de su vida a una auténtica desconocida.

Personalmente, es un personaje que, si bien me gusta por su complejidad y su marcada personalidad, no me agrada como persona. La considero egoísta e inestable, y no termina de convencerme.
Es una pieza clave dentro de la obra, y es realista y auténtico.



Chris es un hombre atractivo, obsesionado con su trabajo y con ser el mejor.
Es consciente de su belleza y la calidez de su sonrisa, empleándolas como armas para lograr todo aquello que se propone.
Pese a querer a su mujer y a su hija, se muestra como una persona egoísta.
Sus prejuicios le impiden ver lo que sucede ante sus ojos, y es demasiado metódico y cerrado.

Es un personaje importante dentro de la novela, y bien construido.

Lo que más me gusta de él es la evolución que va teniendo a lo largo de la obra, permitiendo al lector alejarse en ocasiones del centro de la historia, dándole así un respiro, que en ocasiones resulta necesario.



Willow es el personaje central de la obra, si bien su punto de vista aparece menos que los otros dos.
Es una adolescente que poco a poco va descubriendo su pasado y su identidad, manteniendo tanto a Chris como a Heidi ajenos a ello.
Aparece en la historia junto a un bebé del que tampoco sabemos mucho, intuyendo que es su hija, a la que Heidi empieza a cuidar como propia, para desesperación de Willow.

Es el personaje más complejo de todos y, para mí, mi favorito. Sin ella, la historia quedaría del todo incompleta e insulsa.

Por lo general, creo que los personajes que nos presenta Mary Kubica están muy bien construidos, tanto en complejidad como en personalidad, y que ya queda al gusto del lector apreciarlos o no. Cogerles o no cariño.

En cuanto a la historia, creo que está muy bien argumentada y construida, con giros inesperados y personajes sorprendentes. Es fácil de comprender debido al lenguaje sencillo y a la vez culto, y da un ligero repaso a la cultura general, que nunca viene mal.

Sin duda os recomiendo la lectura de esta novela llena de misterio que nos presenta Mary Kubica de la mano de Harper Collins Ibérica.

Y tú, ¿te atreves a descubrir quién es la chica desconocida?

Me ha gustado bastante, pues me ha mantenido intrigada desde el inicio, aunque no ha existido una tensión que me impidiese dejar de leer.

En esta novela nos encontramos un thriller que se inicia cuando una mujer caritativa y servicial (Heidi) decide acoger en su casa a una adolescente desconocida (Willow), tras verla en el andén portando a un bebé. al principio, la joven se muestra reacia, sin embargo, no hará falta mucho tiempo para que abandone la calle y se mude a vivir con Heidi, su marido (Chris) y su hija (Zoe). Evidentemente, tanto el marido como la hija no se muestran muy receptivos con la llegada de la desconocida y el bebé. Nadie sabe de dónde vienen ni por qué motivo deambulan por la calle con un aspecto claramente demacrado (delgadas, con ropa desgastada, desaliñadas…). Los días van transcurriendo y se sigue sin conocer detalles del pasado de las nuevas ocupantes, pero, a pesar de las dudas que la invaden, Heidi se va mostrando muy comprometida con ellas. A lo largo de la novela se va intercalando información del pasado de Willow, lo que nos permite ir conociendo cuál ha sido su vida y cómo ha llegado hasta donde está. La trama da algunos giros inesperados, lo que, poco a poco, la va haciendo más adictiva.

En lo relativo a los personajes, no he llegado a empatizar totalmente con ninguno de ellos. Heidi me parecía excesivamente confiada y Willow demasiado hermética. Quizás, con quien más he conseguido hacerlo ha sido con Chris, pues supongo que mi reacción en un caso como el suyo habría sido muy similar.

La novela se divide en capítulos no numerados, pero encabezados con el nombre del personaje que los narra (Heidi, Willow o Chris), lo que permite ver diferentes puntos de vista de la historia y entender mejor sus formas de actuar. Por su parte, la prosa de la autora es ágil y utiliza un vocabulario sencillo, lo que, unido a capítulos breves, hace de esta una lectura muy accesible y dinámica.

En definitiva, es un thriller entretenido y que te hace dudar hasta el final, pero carece de un ritmo vertiginoso.

Heidi encuentra a Willow, una adolescente de 16 años, con una niña de meses en brazos en una estación. Siempre las encuentra con las mismas vestimentas, con una maleta acuestas y con una apariencia que cualquier persona que estuviera cerca de ella vería con malos ojos.
Heidi trabaja en una ONG en la que ayudan a las personas más necesitadas: personas sin techo, extranjeros, familias con pocos recursos, etc. En el ADN de nuestra protagonista residen las cualidades: solidaria, humana, empática, etc... Todas las buenas palabras que puedas llegar a imaginarte así que, junto con un drama del pasado que la dejó tocada para toda su vida. Se siente con el placer, más que en la obligación, de ayudar a Willow y a Ruby, la niña que tiene en sus brazos, a pesar de que Chris ha estado luchando con su esposa para que tanto la adolescente como el bebé salieran de casa rápidamente pues, como os he comentado, el aspecto de ambas no era el más favorable. Básicamente vagabundeaban buscando un lugar en el que resguardarse de las incesantes lluvias que azotaban la ciudad un días tras otro. El marido de Heidi ve como una amenaza constante a Willow, tanto que Zoe, la hija de los Wood, Chris y su esposa duermen bajo llave en una misma habitación con la intranquilidad de que a media noche la desconocida se levante y les arrebate todas y cada una de sus valiosas pertenencias.
Lo que fue un acto de bondad, realizado por nuestra solidaria Heidi, fue convirtiéndose un día tras otro en una obsesión, que estaba acabando con su cordura, evocándole la concepción de su segunda hija Juliet. Ruby, el bebé de Willow, le recordará diariamente a su otra hija e intentará desesperadamente arrebatarle la niña a la desconocida.

Os mentiría si dijera que no tengo nada que reprocharle al libro. Se me ha hecho pesado en algunas partes y Heidi, para mi, ha sido insoportable. Los capítulos que estaban narrados por ellas donde salía a relucir su obsesión por Ruby y su trauma como madre se me ha hecho muy cuesta arriba. También me han sobrado algunos que otros capítulos narrados por Chris, cuando llegaba a él solo quería pasarlo rápidamente. Se podría decir que quien ha conquistado mi corazón es Willow, pero también os engañaría. Quien ha sido mi personaje favorito con diferencia es Matthew, quienes hayan leído el libro lo entenderán y quienes no ¡NO SÉ A QUE ESPERÁIS!
Lo positivo de leer siempre a Kubica es como cuando veo una temporada de How to get away with murder me imagino miles de hipótesis y al final se le da un giro bestial que tira por tierra todas tus conjeturas. Es por ello que os digo que la comparación de Higgins Clark y esta autora no está hecha a la ligera sino que ambas te cuentan una historia, te lo ponen en bandeja de plata y, cuando va llegando el final, se las ingenian para hacerte lo blanco de color negro. En sus novelas no hay una gama de grises.

En definitiva, Una chica desconocida se trata de un libro en el que encontraremos a unos personajes a cada cuál más complejo, con una vida reveladora a sus espaldas, una más aterradora y cruel que la otra. Donde las inseguridades serán el plato principal, de cada uno de ellos, y en el que las mentiras juegan un papel significativo transformando, incluso, la propia identidad en busca del propio interés.
Enlace: http://inmarcesiblementeeter..

Al principio esté libro me recordaba a la serie Servant, más que nada porque aparece una chica adolescente con un bebé y está huyendo de un fanático religioso.
Pero su trama es diferente, por un lado tenemos a Willow una adolescente con un bebé que está huyendo y llega a Chicago tratando de escapar de su pasado, pero no sabemos de qué o quién está huyendo.
Por otro lado tenemos a Heidi, muy buena persona siempre tratando de ayudar a los más necesitados, que acoge a Willow y la lleva a vivir a su casa con su familia. Heidi tiene un pasado traumático, pero todavía no tenemos claro él impacto qué Willow y el bebé van a provocar en su vida.
Esa es mi parte favorita de la historia, cuando rascas en la vida de las dos protagonistas, conoces su historia, sus miedos, sus traumas el por qué de sus acciones.
Es sin duda un gran thriller psicológico.

Con Una chica desconocida, Mary Kubica, al igual que hizo con Una buena chica, nos mantiene en tensión hasta el final. A través de las voces de Heidi, su marido Chris y Willow, nos cuenta la historia de una chica con muy mala suerte (Willow) a la que Heidi acoge en su casa con un bebé. El misterio está servido. Es suyo el bebé? de dónde viene? Qué le ha pasado? Estas son las dudas que la voz de Willow va desvelando en dos tiempos mientras la cotidianidad de la familia de Heidi y Chris se tambalea junto a su hija Zoe con la presencia de la extraña. Desconfianza dentro de un entorno cotidiano y familiar y un argumento espeluznante que, por desgracia, sucede. La realidad a veces supera a la ficción. Una novela negra, del nuevo género Femicrime muy recomendable con un giro que, aunque esperábamos, deja al lector boquiabierto. Me ha gustado.