Mr. Mercedes

“Mr. Mercedes” trae un soplo de aire fresco a la obra de Stephen King sin perder su sello ni estilo inconfundible. Sabes que estás leyendo a King, a pesar de que la historia se aleja mucho de la temática a la que nos tiene acostumbrados y eso, querido lector, no es fácil de conseguir. En este libro toda la trama se centra en el intento de resolución de un terrible caso de asesinato por parte de Bill Hodges, un policía jubilado que pasa por sus peores momentos personales y a quien seduce cada vez más la idea del suicidio. Hasta que Brady, el hombre que atropelló con un mercedes a decenas de personas que hacían cola para entrar en una feria de empleo (y al que nunca consiguieron culpar) le reta a ponerse en contacto con él a través de un chat conocido como Bajo el paraguas azul de Debbie. Ni que decir tiene que Bill entra de cabeza en el juego para dar caza de una vez por todas a este psicópata y evitar que siga haciendo más daño. A partir de este momento, se intercala toda la investigación policíaca con la propia vida privada del asesino, dando forma a una trepidante novela negra llena de clichés, pero también asombrosamente cargada de elementos nuevos que es imposible dejar de leer.

Y cuando digo que el escritor consigue meterse en un género nuevo sin perder su toque no estoy exagerando lo más mínimo porque, si dejamos de lado la investigación y la parte detectivesca, el perfil y comportamiento del asesino es el recurrente en la obra de King. Los pasajes de la vida de Bill, un psicópata que vive con su madre de la cual está enamorado y que disfruta haciendo sufrir a la gente, además de esconder un oscuro pasado, no pueden dejar de recordar a otros libros de Stephen King. La atmósfera oscura y opresiva que rodea al asesino, así como a varios puntos de la historia, es típica de su obra, por lo que se logra que, con una trama nueva, el efecto en el lector sea el de siempre: sentir más de un escalofrío en la piel.
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Desde el principio el lector conoce quien es el asesino, y esto no hace que el libro pierda un ápice de emoción e intensidad, Mr Mercedes tiene fuerza por otras razones. Saber quien es el asesino, estar en su retorcida mente, conocer su cercanía a los personajes a los que tanto cariño cogemos, e incluso saber algunas pinceladas de su infancia, hacen de Mr Mercedes un thiller cuanto menos curioso.
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Libro entretenido, ameno y de fácil lectura. Sin embargo, lejos de estar entre mis favoritos dentro del genero.

Tengo dudas en si continuar con la lectura del segundo de la trilogía, ya que, he visto que no tiene muy buenas criticas. Supongo que esperare a ver las opiniones del tercer libro, que acaba de salir, antes de decidirme.

No se dejen amedrentar por las cosas terroríficas que hayan oído. ¿Si atraparon al asesino del Mercedes? Pues no, no lo hicieron. Él podría ser cualquiera de nosotros y tener un oficio de lo más corriente, donde pasara completamente desapercibido. Sí, quizá es el tipo que reparte el correo, al que le compras la fruta o el que viene a cortarte el césped. Lo único que está claro es que vive cerca de ti y controla todos tus movimientos, por eso ha sido capaz de mandarte una carta donde detalla lo que estuviste intentando hacer anoche. ¿Pensando en el suicido, Hodges? Suerte que acaben de darte una buena razón para vivir, y es atrapar a ese malnacido.

Control. Caos. Oscuridad.

La especialidad del autodenominado "Mr.Mercedes" es meterse en la mente de sus víctimas hasta quitarles las ganas de vivir, es decir, ser el juego psicológico. Pero no fue así la fatídica noche en que robó aquel Mercedes, claro. Esa vez todo fue diferente, macabro y a gran escala. En su carta comenta que no piensa volver a repetir nada semejante pero... ¿Quién puede confiar en sus palabras? Mientras esté en libertad sigue siendo un peligro.

Para mi, uno de los mayores atractivos de esta novela es precisamente el enfrentamiento entre estos dos personajes. Desde un principio el lector sabe quién es el antagonista, pero nadie más, ya que Hodges tendrá que averiguarlo por sí mismo al tiempo que evita convertirse en su próxima víctima. Podremos ser testigos paso a paso de los planes de Mr.Mercedes y comprobar lo inteligente que es, cómo obró en el pasado (Inventando "La cosa 1") y en qué maquiavélicos planes anda indagando (En su mejorado invento, "La cosa 2"). Y eso asusta, claro. Sabes que estás presenciando un duelo entre dos personas muy capaces y que probablemente uno o ambos no saldrán con vida del enfrentamiento. Aunque si os digo la verdad estaba más preocupada por la integridad de algunos de los personajes secundarios, que es a los que de verdad cogí cariño.

Uno de los más especiales es Jerome, jardinero y vecino de Hodges y una de las pocas personas que aguantan su mal humor y hasta le tienen cariño. Jerome se verá implicado sin saber cómo en la serie de cartas y amenazas que está recibiendo su amigo, ya que es un experto informático y las nuevas tecnologías no son precisamente el punto fuerte de nuestro ex-policía. Otros, como Olivia Trelawney o su hermana Janey ya estaban implicadas desde el principio como víctimas y familiares por lo que resulta imposible pasar por alto su importancia en la trama. No me puedo olvidar de Deborah Ann, la madre de Brady y una mujer que os consternará en cada una de sus apariciones por no terminar de dejar claro si es una víctima más o apoya las macabras ideas de su hijo. Y si la cosa va de revelaciones inesperadas, Holly es nuestro personaje. La traca final de la novela no sería lo mismo sin ella.

King también se permite pequeños guiños a sus propias novelas, por ejemplo, que la máscara del payaso empleada en el atropello múltiple recordaba a Pennywise, el payaso de la película "IT" (Y basada en una novela de King).

Casualmente, acaban de estrenar este mismo mes su adaptación a la televisión. Aún no está en español pero si disfrutáis de las versiones originales subtituladas, os animo a verla porque el reparto no podía ser de mayor envergadura (Perdóname Hodges, no acabo de llamarte gordo). Se toman bastantes licencias inventando personajes que no aparecen en la novela y que ni siquiera añaden suspense a la historia, cambiando detalles importantes sin justificación alguna... pero al margen de eso, su visionado es merecedor de vuestro tiempo.
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Sorprendente.

Este no es un género que me atraiga especialmente, pero con esta novela he permanecido enganchado a la historia desde el principio. Me gusta la forma con la que se conectan diferentes sucesos.

Reconozco que me gustan mucho las novelas del Sr. King (a pesar de que ya hace tiempo un "amigo" me dijo que él había superado a King cuando le pregunté qué le gustaba leer ... en fin). Me gusta mucho cómo consigue atraparme con la historia, los detalles y la intriga, aunque también es cierto que sus finales suelen decepcionarme un poco (cosa que en esta novela no ocurre. Su final es perfecto). Personalmente, Mr Mercedes se ha convertido en una de mis novelas favoritas del autor (sin desmerecer obras como IT, Carrie, Cementerio de Animales, El misterio de Salem' Slot, El Resplandor... y muchas otras). Me intrigaba mucho ver cómo el gran maestro del terror se desenvolvía en una novela de este género (uno de mis preferidos), pensaba que patinaría y me decepcionaría pero no ha sido así. Stephen King es un verdadero maestro en describir e indagar en la parte más oscura de la mente humana y con el personaje de Brady Hartfield lo hace con una brillantez absoluta. Nos presenta a un personaje de apariencia anodina y personalidad agradable pero con una mente perversa y retorcida. Un verdadero psicópata que debería estar encerrado en la más oscura celda del más oscuro de los psiquiátricos pero que, en realidad, se pasa todas la tardes hablando con nuestros hijos y vendiéndoles riquísimos helados traspasando así toda posible barrera de desconfianza ¿Os lo imagináis?


Y si con eso no tuviésemos suficiente, también le dejamos entrar en nuestra casa, meterse en nuestro ordenador con acceso a toda nuestra información por que ¿no es eso lo que hacemos cuando nos viene el técnico? ¡¡Empieza a dar mucho repelús ¿verdad?! Es alguien en el que no reparamos, no desconfiamos y siempre está ahí (bueno, aquí en es España no tenemos a los heladeros con su furgoneta vendiendo helados por la calles). Observando, entrando en nuestras casas, con acceso a nuestras vidas y del que nos sospecharíamos jamás


El misterio de esta novela no es saber quién es el asesino y porqué lo hace (eso ya lo sabemos casi desde el principio), el misterio está en saber si ese perturbado asesino de sangre fría va a conseguir sobrepasar la astucia del detective retirado Bill Hodges y va a perpetrar uno de los mayores asesinatos en masa de la historia.Y como estamos leyendo a Stephen King nos esperamos cualquier cosa.

Sin duda, en mi opinión, el gran King ha entrado por la puerta grande de las novelas policíacas y espero que sea un género al que siga haciendo incursiones a lo largo de su trayectoria futura.

Una novela, que después de entregarnos un prologo bastante efectivo y que pone al lector, en lo que debería ser el tono de la novela. Se cae estrepitosamente a la mediocridad, al presentarnos al que será el villano de la historia, Brady Hartfield un personaje con una motivación bastante ridícula y poco justificada, que no llega a tener un desarrollo profundo.
Los demás personajes no se salvan tampoco, puesto que al igual como el antes mencionado, ninguno posee ninguna profundidad o carisma a la que el lector puedo agarrarse para soportar la soporífera y llena de huecos argumentales trama que acompaña al libro.

Definitivamente, la peor novela del autor hasta la fecha.