Algunas personas se corran tanto en un momento determinado que luego olvidan como volver a abrirse a los demás. Se vuelven herméticas, necesitan protegerse porque en el fondo, tienen mucho miedo o sienten dolor
|
Algunas personas se corran tanto en un momento determinado que luego olvidan como volver a abrirse a los demás. Se vuelven herméticas, necesitan protegerse porque en el fondo, tienen mucho miedo o sienten dolor
|
Es injusto que te den a probar el caramelo más delicioso del mundo y que te lo quiten antes de que puedas hincarle el diente y saborearlo a gusto.
|
Sé que debería odiarlo por haberse ido, pero mis labios se curvan en una sonrisa sin antes pedirme permiso y me digo que, muy en el fondo, sabía que ese beso era solo un momento de debilidad. No puedo enfadarme con él después de lo que me ha hecho sentir. Podría haberme pasado la vida caminando en círculos por el mundo sin llegar a descubrir jamás cómo es que alguien te bese así, como si fueses el destino al final de un largo recorrido por el desierto.
|
Quizás es así, quizá la vida es como un libro en el que hay que ir pasando páginas, tropezando, aprendiendo, encontrando…
|
Supongo que las peculiaridades de los demás dejan de ser incómodas en cuanto las conoces y puedes anticiparte a ellas.
|
—Algunas personas se cierran tanto en un momento determinado que luego olvidan cómo volver a abrirse a los demás; se vuelven herméticas, necesitan protegerse porque en el fondo tienen mucho miedo o sienten dolor.
|
- Creo que esos finales felices que tanto te gustan solo sirven para contrarrestar la realidad. Si reflejasen sufrimiento sin esperanza, no querrías leerlo; sentir dolor sin saber que después se aliviará...-
|
No quiero que seas mía; quiero que seas libre, tuya, y que aun así decidas que quieres estar solo conmigo.
|
Si algo he aprendido, es que no importa tanto ganar o perder, sino qué personas están a tu lado cuando ganas o pierdes
|
Suena irracional, pero sé de lo que hablo por la sencilla razón de que nunca antes había sentido nada igual. Es vértigo. Es estar en el filo de un acantilado, mirando hacia abajo, decidiendo si te atreves a precipitarte al vacío o das un paso atrás y regresas a la seguridad, a tu confortable existencia sin sobresaltos. Yo me arrojé hace tiempo. Salté sin más. |
Manolito ...