El día que dejó de nevar en Alaska

Este es el segundo libro que leo de Alice Kellen y tengo la firme idea de leer todos los libros de esta autora porque simplemente encanta su forma de escribir.

Un libro con temas importantes como son: la codependencia, la perdida, el sentimiento de culpa y las segundas oportunidades. En dónde nuestros dos protagonistas son oscuridad pero juntos podrán encontrar la luz y quién sabe tal vez con amor hasta pueda dejar de nevar en alaska.

Una lectura ligera y adictiva como suelen ser los libros de esta autora con temas que tienen cierta profundidad pero sin caer en el drama excesivos, Recomendable para los amantes de la novela romántica.

Es la primera vez que leo a Alice, y me ha gustado mucho, tiene una narración sencilla que te atrapa desde la primera página y una manera de llegar al corazón que sientes que lo que lees es real.

Heather es una chica que huye a Alaska queriendo dejar todo atrás, ahí conoce a Nilak un chico encerrado en si mismo, que le provoca demasiada curiosidad, ambos con un pasado difícil. ¿Se puede olvidar y empezar de nuevo?

No quiero decir más, siento que esta historia es muy linda y que se debe de llegar a ella conociendo poco.

Una hermosa historia, que nos habla de amistades incondicionales, amor verdadero, lealtad, segundas oportunidades; pero también de amistades tóxicas, bulimia, remordimientos y sentimientos de culpa.

Lo que más me gustó... el amor a los animales; también que la protagonista no gustaba de la lectura hasta que llegó a una ciudad sin Internet ni televisión.

Derramé algunas lágrimas, pero aun así, es un libro que podría volver a leer con gusto.

Este libro no lo he leído, lo he devorado. Me engancho inmediatamente. Y aunque los capítulos podrían decirse que eran extensos , a mi se me hacían cortos. Quería mas y mas.
No hay muchos personajes en la historia , pero cada uno tiene su papel fundamental, ese algo que les hace especial.
Los protagonistas son muy cerrados , y tanto Heather como Nilak se niegan a abrirse. Cada uno lleva consigo cargas en su espalda.Solo el tiempo , y el conocerse mejor harán que cada uno sea la salvación del otro. Necesitaban encontrarse para volver a ser ellos mismos.
Había capítulos que no entendía del todo, pero una vez que indagas la lectura sabes que todo tiene un porqué.
Me apasionan las lecturas en el que la relacion se cuece a fuego lento y esta ha sido una de ellas.
La pluma de la autora es perfecta.

🌬¿🅴🅽 🅰🅻🅶🆄🅽🅰 🅾🅲🅰🆂🅸🅾🅽 🅷🅰🆂 🅽🅴🅲🅴🆂🅸🆃🅰🅳🅾 🅴🆂🅲🅰🅿🅰🆁?❄️

Escapar es un impulso. Y Heather, acorralada y asustada, huye de su vida y su familia en San Francisco hasta llegar a Inovik Lane, en Alaska. Un lugar precioso, que parece una idílica postal navideña, salvo por las tormentas y las inconveniencias que trae consigo la nieve. Aunque aún no sabe realmente lo que se encontrará, en el fondo guarda la esperanza de encontrarse a sí misma, que es el mayor hallazgo que un ser humano puede hacer.

Este impulso la lleva a conocer a John, un solitario vecino que se dedica a la cría de perros. Con uno de los canes, Caos, la conexión es inmediata. Además, este la recomendará para el bar Lemmini, donde se encuentra con Seth, que es un tipo encantador, y con Nilak, quien parece no tolerar demasiado a Heather, pero que, en realidad, mantiene una lucha entre sus sentimientos y la culpa, que no lo atormenta. Poco a poco, la joven se irá introduciendo en la sociedad del pueblo, descubriendo sus paisajes y participando de sus costumbres, como el mushing. Y, sobre todo, desenmarañando los secretos que aún mantienen atrapados a algunos de sus vecinos.

El día que dejó de nevar en Alaska (Titania, 2023), es una novela de Alice Kellen en la que se combinan capítulos narrados en primera persona por la protagonista -en los que ahonda en sus recuerdos y emociones-, con entradas del diario de una misteriosa Annie, en las que trata su relación con su novio Kayden. ¿Qué vínculos las unen? Una historia de amor, superación, nieve y personas rotas que se encuentran y se completan. Nada es lo que parece y, tras el gran final, esta edición incluye un extra con varios capítulos desde la perspectiva de Nilak.

🌪«𝙻𝚊 𝚌𝚞𝚕𝚙𝚊 𝚎𝚜 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚞𝚗𝚊 𝚜𝚘𝚖𝚋𝚛𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚝𝚞 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎𝚜 𝚟𝚎𝚛».🕳
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Una novela que nos habla de segundas oportunidades, de salir de la oscuridad en la que nosotros mismos nos metemos, de andar, de caminar y pisar fuerte. A veces todos necesitamos a alguien que sea ese rayito de sol que nos caliente un poquito el corazón.

Es el cuarto libro que leo de la autora y pese a no ser mi género habitual, Kellen escribe de maravilla, te dejas llevar por sus historias sin darte cuenta.

La trama es muy romántica y con algún cliché, pero toca otros temas bastante peliagudos, con una sensibilidad especial: la bulimia, el rencor, la dependencia hacia alguien,... Esta historia te hace ver cosas desde una perspectiva diferente, pese a que a veces no he soportado a Heather, si he empatizado con ella en algunos momentos. Los personajes secundarios son una maravilla, y toda la ambientación dónde se desarrolla la novela. 

Alice Kellen se está convirtiendo en “casa” para mí en este género. Te deja el corazón blandito con esta preciosa historia que por supuesto recomiendo. Yo con ella salgo de mi zona de confort siempre.

Lo siento mucho por las personas para los que este libro ha sido en algún momento de sus favoritos, pero los personajes humanos son planísimos. El único que se salva, con un abismo de diferencia, es Caos, posiblemente de no existir él, hubiera abandonado la lectura.

Hay dos subtramas escritas de forma diferente, una en primera persona, que nos cuenta desde el diario de Annie y en capítulos muy cortos, una historia que podía haber dado mucho de sí, pero se me queda a medio gas; la otra historia, con mucho más peso, pero a mi gusto menos interesante, en tercera persona nos situamos en un pueblo de Alaska, donde hay una chica nueva, llamada Heather y todos los habitantes hacen lo posible y lo imposible para que ella se sienta en casa.

Como un millón de páginas después y tras otras tantas boberías típicas más de adolescentes de 15 años que de nuevos adultos de 22 añazos, la cosa comienza a tener una luz nueva, las dos tramas se unen en una y eso me ha provocado a mantener toda mi atención y a engancharme hasta el final, precisamente cuando todo deja de girar alrededor de los dos pavisosos. ¿Se me habrá pasado la edad para leer algo romántico? ¡Categóricamente no!, recuerdo hace dos años la cara de boba que llevaba por la calle mientras leía “Eleanor y Park”, así que está claro que el problema no soy yo, lo que me deja algo más tranquila, la verdad.

En las últimas 50 páginas he encontrado todo lo que no veía anteriormente, he reído, me he emocionado y se me ha parado la respiración, la mejoría es innegable. de un libro que no hubiera aconsejado a nadie, ahora mismo os diría que le dierais una oportunidad, pero tened paciencia, lo bueno se hace esperar.

También es cierto de que esto es lo primero que leo de esta autora y no me han quedado ganas de volver a ella, por el momento.

"El día que dejó de nevar en Alaska" de Alice Kellen es un libro que me ha encantado por muchos motivos.
En primer lugar la AMBIENTACIÓN: me he enamorado de Alaska, como describe los lugares, la nieve, el frío... creo uno de los motivos principales para que me haya gustado tanto el libro.
Por otro lado, los PERSONAJES. Heather es una chica que llega a Alaska escapando de su pasado, allí a pesar de lo que se esperaba, se encuentra con personas maravillosas. Por otro lado tenemos a Nilak, el dueño del bar en el que encontrará trabajo y al que también le rodea un pasado del que poco a poco, junto con la historia de Heather iremos conociendo.
En resumen me ha parecido una historia preciosa, de amor, amistad y superación.

Es una historia rápida, ágil y bonita, con protagonistas con diferentes aristas, y que tienen un arco evolutivo en su relación que me ha parecido gradual y acertada, se cuece a fuego lento, pero sin tenerte frustrada.
Los personajes secundarios también me parecieron interesantes, pues en otras novelas siento que las relaciones de amistad son algo forzadas, que quizás no hay una fluidez y que de repente la protagonista se siente arropada y acompañada en dos días, pero aquí no fue así, por tanto, lo vi como un crecimiento orgánico y natural, lo que también fue un punto positivo.

Por otro lado la ambientación fue de las cosas que más me gustaron, sentí el frío, las luces y las calles nevadas, también sentí esa armonía y esa pureza del aire que te imaginas, esa desconexión y esa naturalidad de sus gentes, creo que estuvo bien desarrollado.

Quizás me falló un poco en el encasillamiento que vi en algunos aspectos y estereotipos de los protagonistas, pues siento que la autora quería tratar ciertos temas relevantes (como es el caso del bullying o TCA), pero que los pasaba por encima sin profundizar, lo que hacía que los personajes me pareciesen a momentos planos y algo estereotipados, pues tampoco se profundiza en las relaciones familiares del protagonista por ejemplo, que pintan como frío, inaccesible..., y sigue con esa dinámica toda la novela, incluso al final no. Vislumbramos cosas de su personalidad que nos hagan entenderle más allá de lo que le llevó a ese pueblo.

En resumen, salí satisfecha con la lectura pese a no ser fan de la novela romántica, y ser algo escéptico por el hype, lo que me hace plantearme darle alguna oportunidad a otras novelas, porque me ha servido para leer algo ligero, entretenido y que me ha ayudado a desconectar, que al final es un valor esencial en la lectura.

"El día que dejó de nevar en Alaska" de Alice Kellen fue una lectura que me cautivó profundamente. Es un libro excepcional que aborda temas intensos como los trastornos de la conducta alimentaria, la pérdida y el duelo, además de incluir una representación LGTB que enriquece la historia y la hace más diversa.

Una vez más, Alice Kellen me sorprendió con su estilo único y distintivo, que se destaca en todas sus obras. Cada uno de sus libros posee esa cualidad especial que los diferencia y los hace inolvidables.

Aunque disfruté mucho de la historia en general, tengo que mencionar que, en mi opinión personal, los capítulos eran un tanto extensos. Esto influyó en la dinámica de lectura y en cómo experimenté el ritmo de la narrativa.

A pesar de no ser mi género preferido, he de reconocer que leer a Alice es como recibir un soplo de aire fresco cargado de mucho buen rollito y reflexiones muy buenas.
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En este caso nos encontramos ante una historia de superación y conocimiento de uno mismo.
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Por un lado tenemos a Heather. Una muchacha que huye hacia ningún lugar concreto.
Por otro lado, a Nilak. Un chico con el corazón de hielo.
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Ambos están luchando contra un pasado que les ha marcado y que les ha hecho dudar hasta de ellos mismos.
Pero no hay nada como encontrarte con otra alma perdida para emerger de la oscuridad.
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Me ha gustado muchísimo el desarrollo de la historia pero lo que más me ha gustado ha sido el desarrollo de cada uno de los personajes, no sólo de Nilak y Heather sino de todos los demás.
Se trata de una historia muy emotiva, que deja las emociones a flor de piel y que va descubriendo poco a poco la historia de ambos.
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Totalmente recomendable.
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