¿No piensas a menudo en todos los «Y si…» que dejamos atrás? En los caminos que elegimos, las decisiones y los instantes que lo cambian todo.
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¿No piensas a menudo en todos los «Y si…» que dejamos atrás? En los caminos que elegimos, las decisiones y los instantes que lo cambian todo.
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No recuerdo cuándo fue la última vez que me sentí así de triste. Existen muchos tipos de tristeza: está la que va acompañada de dolor, la que se esconde tras la rabia, la que simplemente aparece un día y se queda y no sabes por qué ni cómo, y la tristeza por amor, que es muy extraña, porque estar deprimido por algo tan bonito es un sentimiento complejo y difícil de manejar.
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Me gustaría saber qué ve cada vez que me mira, qué es lo que reflejo: ¿tristeza?, ¿maldad?, ¿vacío…? Espero que vacío no; espero no haber llegado a ese punto de no retorno. Aún debe de haber algo dentro de mí, algo bueno.
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Y mientras yo te sienta, tú me serás, dolor, la prueba de otra vida en que no me dolías. La gran prueba, a lo lejos, de que existió, que existe, de que me quiso, sí, de que aún la estoy queriendo. Pedro Salinas, No quiero que te vayas. |
Todos los que tenemos un corazón que late y siente, tenemos también defectos. Son cosas que van de la man
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“La vida es cómo un libro en el que hay que ir pasando páginas, tropezando, aprendiendo, encontrando…”
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Supongo que cada acción tiene consecuencias, algunas buenas, otras malas y la mayoría inesperadas.
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- ¿Te preocupa encontrarte? - No, no lo entiendes. Lo que me preocupa es no encontrar nada. |
Estamos hechos para vivir. Incluso deseando morir, el instinto te impulsa a seguir adelante un día más.
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«Necesito descubrir a dónde nos lleva esto. Nos hemos encontrado, así, de repente, y no sé si seré todo lo que buscas, pero voy a intentar que cada día sea especial para nosotros. No quiero que seas mía; quiero que seas libre, tuya, y que aun así decidas que quieres estar solo conmigo« «Llevaba tiempo sin vivir, tan solo me conformaba con sobrevivir« «Sonrío al tropezar con sus ojos, porque en ellos no hay ventisca, ni tormenta, sino un cielo limpio y despejado. Ya no nieva. Ya no duele« «Ya no me da miedo tener que escalar montañas, nunca dejaré que nadie más vuelva a tirar de mi cuerda, siempre seré yo la que avance hacia arriba, a mi ritmo, pero segura« |
Manolito ...