La hija del relojero

LA HIJA DEL RELOJERO- Kate Morton

Hacía mucho tiempo que no leía nada de esta autora hasta que POR FIN me he lanzado con este librito que me ponía ojitos desde la estantería desde hace tiempo👀.

📖Se trata de una novela de época, con tintes históricos y con mucho, mucho misterio. Algo que me encanta de esta autora es la manera en la que teje varias tramas que aparentemente no están conectadas pero que al final encajarán como el más perfecto de los puzzles .

Aunque la pluma de la autora es ligera, esta historia es muy descriptiva y está escrita muy al detalle. Todas las tramas se cuecen A FUEGO LENTO, de manera que no esperéis una gran acción desde el comienzo.

No obstante termina por coger ritmo y os aseguro que en el momento en el que comenzáis a entender y a verle sentido a las cosas, os vais a quedar así .

Como siempre los personajes son una maravilla (mención especial a Birdie) y casi todos tienen muy buena evolución.

Os animo a darle una oportunidad y a descubrir el misterio que envuelve Birchwood Manor y la historia de la hija del relojero, una joven que desapareció llevándose consigo un montón de respuestas.

¿Novelas con mucha acción o historias a fuego lento? ¿Os atreveríais a entrar en una casa encantada?¿Creéis que hay espíritus entre nosotros?

Kate Morton en el "Jardín olvidado" me dejó maravillada.

"La hija del relojero" no me ha gustado. Demasiados personajes, un ida y vuelta en el tiempo, todo parece demasiado enredado. Yo no soy de abandonar los libros, pero lo he terminado.
Esa misma desprolijidad, para mí, en la forma de narrar, me ha hecho detenerme en pasajes del libro sumamente líricos y bellos, mágicos, y es eso lo que rescato porque pertenece al mundo Kate Morton y su narrativa fiel.

Edward convence a todos sus amigos para ir a pasar un mes a Birchwood Manor para dedicarse a escribir, pintar. Según el esa casa tiene algo especial, pero solo a una persona le cuenta el verdadero motivo por el que quiere ir allí.
Muchos años después, Elodie encuentra una caja en la que hay varias cosas, entre ellas un bolso con una fotografía y un cuaderno. Todo esto se le hace muy familiar e investigará por su cuenta.
Intercalando pasado y presente se va conociendo lo que pasó, pero la verdad no se sabrá hasta prácticamente el final.
Hacia mucho que no leía nada de Kate Morton y volver a leer uno de sus libros ha sido una delicia.
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Mucho se ha hablado este libro, seguro que lo habéis visto más de una vez por aquí. Lo terminé hace ya un tiempo pero no me animaba a hablar de él porque me decepcionó bastante Si alguna vez habéis leído a Kate Morton seguro que os suena esto: misterio familiar que se remonta a varias generaciones atrás, protagonista femenina que va descubriendo el secreto poco a poco a través de saltos en el tiempo... ¿A que sí? Todos sus libros son parecidos pero aún así (o a lo mejor debido a eso) me habían gustado mucho, con esa forma de escribir pausada, dejando entrever cada vez un poquito más, con esas descripciones detalladas que te hacen entrar en el ambiente... Pero esta vez no me ha llegado.

Demasiadas páginas, demasiados personajes y demasiadas historias entremezcladas para llegar a un desenlace bastante flojo. Seguramente también hayan influido mis expectativas, tenía muchas ganas de volver a leer algo de ella y en la presentación de la novela, a la que pude acudir y conocer a la autora, lo pintaron todo muy bien y tal vez yo me ilusioné más de la cuenta.

Primer libro que leo de Kate Morton y me ha gustado, al principio empieza todo muy desordenado e inconexo, no ves la relación que hay entre lo que pasa y lo que se cuenta, y los nexos de unión ni te los imaginas, pero poco a poco las diferentes historias se van enlazando y poco a poco todo va encajando.
El libro está muy bien, los personajes están muy bien construidos, tanto los principales como los secundarios, y no puedo ponerle ninguna pega a la historia, quizá la única pega es lo poco original de la trama, chica encuentra maletín olvidado y encuentra una foto misteriosa, y por el medio una joya de inmenso valor desaparecida. Pero aunque la premisa no es original sí que lo es la voz de la protagonista, que cuenta la historia desde… voy a decir un lugar diferente, por no hacer spoilers.
Es un libro divertido y bien estructurado, que mantiene el interés y que sin duda te hace pasar un buen rato, no descarto leer más libros de esta autora si caen en mis manos, porque por lo que he leído este no es de sus mejores libros y aun así lo he disfrutado mucho.
PARA QUIEN: Los que gusten de novelas que transcurren en varias líneas temporales, historias familiares que se entrelazan y se descubren poco a poco con un punto de misterio.
LO MEJOR: Ver cómo va encajando todo poco a poco y lo que no tenía sentido empieza a tenerlo según avanza la novela
LO PEOR: Cuesta un poco cogerle el ritmo al principio, vas un poco perdida.

Con La hija del relojero he tenido mi primer acercamiento a Kate Morton, pues nunca había leído nada de ella. He de decir que me ha encantado al manera de escribir y de transmitir de la autora y me ha parecido una historia preciosa que toca temas tan interesantes como el amor, la amistad y la búsqueda de uno mismo. Sin duda alguna, me leeré más obras de Morton. Muy recomendable.

No es el primer libro que leo de Kate Mortton pero, a pesar, de ir en su línea entremezclando pasado y presente, no le doy tan buena nota como a otros títulos de ella. Me ha gustado pero reconozco que me ha costado leerlo, he tardado más de lo habitual, en algunos momentos tedioso pero lo ha salvado la última parte.

La historia comienza con un hallazgo de Élodie, un misterioso bolso con una fotografía de una bellísima joven y un cuaderno de bocetos de un artista, Edward Radcliffe. Su curiosidad por descubrir la identidad de esa mujer llevan a Élodie a investigar y descubrir algunos secretos enterrados muchos años atrás.

Nadie sabe nada de esa mujer, es conocida como Lily Millington y es la musa de Edward. La vida de todos cambió tras unas vacaciones de verano en la casa de campo de Edward, Birchword Manor. Allí tuvo lugar un trágico acontecimiento. La joven prometida de Edward es asesinada, hay un robo de una antigua joya familiar y la misteriosa desaparición de Lily. Esa es la versión oficial pero, más de un siglo después, Élodie se encargará de revelar algunos secretos.

Una novela un poco lenta pero bonita, romántica y trágica que hay que leer con mucha atención pues llega un momento en el que te pierdes con tantos saltos en el tiempo y personajes que coinciden en el mismo lugar y en diferentes fechas.

Sin duda, Kate Morton es bien conocida por la capacidad de narrar desde diferentes tiempos y personajes, lo que hace sus novelas tan complejas y completas. Pero esta vez, quizás se le ha ido un poco de las manos. Aunque todas las historias guardan relación entre sí, esta, hasta llegar al final del libro es tan sutil que cuesta un poco seguir el hilo. Además de que una vez te has metido dentro de un personaje y de su historia, la narración cambia a otro personaje y tiempo totalmente distinto, lo que te hace repetir el proceso una y otra vez. Con esto no quiero decir que la historia esté mal escrita, para nada, Kate Morton sabe escribir muy bien y lo ha demostrado con creces. Pero, a mi parecer, ha querido llevar el misterio a un nivel que hace perder al lector el hilo argumental.

Lo que más destacaría es el personaje principal, la hija del relojero, pero representada de una forma muy creativa y de la cual he disfrutado mucho. Lilly es un fantasma que nos cuenta la historia en dos versiones: la real, que fue su vida y la actual, que es el descubrimiento de todo lo que pasó. Este recurso me parece extremadamente bueno, ya que un mismo personaje nos cuenta dos tiempos distintos a la vez sin perder detalle de ninguno de los dos.

La historia, como siempre, está muy bien trabajada, y la idea de que nada es lo que parece, muy real y aplicable a cualquier época pasada, presente y futura. Pero ha querido abarcar tantos personajes que algunos me han sobrado y de otros me han quedado cosas por resolver. Después de haberte metido de lleno en ellos, han tenido un final demasiado rápido y con preguntas todavía en el aire.

Es de admirar la envergadura de la novela y la complejidad de toda la trama pero quizás en dos tomos o reduciendo un poco más los personajes hubiese enganchado más y el final hubiese sido más concluyente.

En definitiva, un libro que me ha gusta y recomiendo, pero que no llega al nivel al que Kate Morton nos tiene acostumbrados. Aunque si eres fan de sus obras tampoco te puedes perder esta nueva entrega.
Enlace: https://libros76.wordpress.c..

Una enrevesada historia de un grupo de jóvenes artistas que llegan en el verano de 1862 a Birchwood Manor, una casa de campo, a dejarse llevar por su inspiración. Sin embargo, el verano termina con el asesinato de una mujer, la desaparición de otra, el extravío de una joya de valor incalculable, y un misterio que tardaría 150 años después en resolverse por una archivista de Londres que descubre una cartera de cuero con un cuaderno de bocetos en el que está dibujada Birchwood Manor junto con la fotografía de una mujer.
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Yo, que me he leído todos los libros de Kate Morton (“La casa de Riverton”, “El último adiós”, “El cumpleaños secreto”, etc.), la lectura de “La hija del relojero” la he encontrado especialmente enmarañada de seguir. Si todos sus libros presentan saltos en el tiempo, en el cual la historia principal transcurre en el siglo anterior, y la salida a la luz de esa historia en el tiempo actual, en este los saltos en el tiempo son excesivos; personajes sin peso en la historia que lo único que hacen es complicarla; narrada por varias voces que en ocasiones no sabes identificar; y un descubrimiento de lo que pasó en aquel verano un tanto desagradable.
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Aquellos que seáis fans de Kate Morton, no me hagáis caso y leedla… “para gustos, los colores” …

En este libro se intercambian las idas y venidas en la historia y como somos la consecuencia de los hechos del pasado, no sólo nuestros, sino también de nuestros antecesores, entrelazándose y combinando los matices de una casa muy antigua, sus historias y esos fantasmas que quedan en todo lo que tocamos y sentimos.
Me encantó.