Sueño de una noche de teatro

4'5

Tras leer a comienzos de año La librería del señor Livingstone y Club de lectura para corazones despistados, me quedé con la espinita de leer este tercer libro de esta autora. Por fin, casi terminando el año, lo he hecho, aunque he quedado un poco desinflada. Y no porque esté mal escrito o desarrollado, sino porque no he conseguido conectar con la historia, tal vez porque no era el momento para leerlo.

A través de los ojos del director teatral Max Borges y de su ayudante Elsa conocemos de primera mano los entresijos de cómo se monta una obra teatral, en este caso Macbeth, al mismo tiempo que los dos protagonistas dirimen su propia disyuntiva.

A pesar de mi desapego emocional con la trama, reconozco que Mónica se ha currado mucho la ambientación de la historia y creo que este libro en otro momento me habría gustado más.

Entretenido, sin más. de los libros de Mónica Gutiérrez quizá sea el que menos me ha gustado, es cortito, pero en ocasiones se hace denso. Demasiada cita teatral, aunque sabes que te vas a encontrar algo así, a veces es pretencioso. La historia algo floja y totalmente predecible. En ocasiones me sentía algo tonta por no tener más cultura Shakespeariana y no haber puesto más atención en la serie Outlander para entender las comparaciones de los últimos capítulos. Aún así para pasar un rato no está mal.

Es una historia sencilla, fresca y entrañable.
De esas que te hacen pasar un rato muy agradable mientras la lees.

Una historia en la que nuestros protagonistas nos llevan de Barcelona a Edimburgo por el mundo del teatro. Vamos a conocer lo que esconde entre bambalinas una obra de teatro y cómo se relacionan todos los que forman parte de ella.

La autora nos va presentando poco a poco a todos los personajes que conforman esta historia. Cómo se muestran ante los demás y lo que esconden en su interior. A la vez que vamos viendo como se monta la función, los ensayos, las relaciones que se forman entre ellos, como se complementan para conseguir el éxito.

Una historia en la que se nota el amor por el teatro y por Shakespeare. Que nos habla de amistad, de confianza, amor, sueños cumplidos... Una historia que te hace sentir bien, que te hace sonreír durante su lectura y, sobre todo, al final. Además te hace desear ir a Skye Island y visitar ese pequeño hotel en el que se refugia Elsa😉😉.

Creo que mi principal error a la hora de empezar a leer este libro, es que pensaba que estaría ante otro caramelito como lo es "La librería del señor Livingston", que sin duda me emocionó y encantó. Sin embargo, y aunque la intención era buena, "Sueño de una noche de teatro" se queda a medias y bastante floja.

Rompiendo una lanza a favor del libro, me ha parecido que tenía una buena idea inicial del argumento de la trama, y cómo se ha empezado a desarrollar. La presentación de unos personajes reales hace que sientas que estas conociendo una historia cercana, por lo que te atrapa de inmediato, además, te hace descubrir en cierto modo, cómo funciona el maravilloso mundo del teatro. Sin embargo, cuando esta "introducción" llena de presentaciones de personajes ocupa más de la mitad de la historia, ya empecé a pensar que algo no iba bien.

Se nos empieza a contar una "historia de amor", que a mi parecer, es inexistente, por parte de los protagonistas, los cuales mantienen solo un par de conversaciones en todo el libro. Esto, además de ser un tanto ilógico, no consigues empatizar con ninguno de los dos. Quizás un poco más para con Elsa, ya que conocemos un poco más su entorno y su contexto. Pero las acciones, reacciones, e incluso palabras de Max, nos las creemos porque nos lo dice la autora, no porque parezca real. El caso es queda todo muy superficial, sin la intención de profundizar en ningún momento. de hecho, algunos de los personajes secundarios tienen mucha más chicha que los protagonistas, como por ejemplo Margot.

Además de esto, siento que ha habido escenas que para mi, no han aportado nada más que un desconcierto para el lector, como lo es la aparición de David Cameron, sin duda, una escena completamente irrelevante y fácilmente eliminable del libro.

Me ha dado mucha pena acabar así con un libro al que le tenía muchas esperanzas, ya que Monica Gutierrez escribe realmente bonito, pero esta vez no solo no me ha llegado, si no que me ha dejado muy fría, dándome la sensación de que se ha escrito un poco a la ligera o sin darle demasiada importancia. Tengo esperanzas de que los siguientes libros que lea de ella mejoren exponencialmente, porque después de leer "La librería del señor Livingston", talento esta mujer tiene para rato.

De los libros que he leído de Mónica hasta la fecha, este es el que menos me ha gustado. Lo que no quiere decir que no me haya gustado, simplemente que tengo otros favoritos.
Quizás haya sido porque el teatro no es mi fuerte y tanta cita de Shakespeare no me ha calado como debería.
La historia, como todas las suyas, es muy acogedora. Cozy que está tan de moda ahora. Se lee muy bien y fácil, no tiene dramas y los personajes son adorables.
Es muy entretenida, se lee con una sonrisa en la boca a pesar de que nos está contando la vida de los personajes que no siempre tienen cosas buenas. Pero, recalco, no hay drama o melodrama y no se recrea en las situaciones malas. Es una lectura optimista. Y seguramente me hubiera durado menos si hubiera tenido algo mas de tiempo libre para poder leer porque en la primera tacada de lectura me ventilé la mitad del libro.

Siempre es una delicia leer a Monica Gutierres, es como yo digo, mi lugar feliz en los libros. En esta ocasión vamos a conocer los entresijos de una compañía de teatro que representará Macbeth en Escocia… Una maravilla.
Me ha gustado mucho, como os digo en los libros de Monica todo va bien, sabes que va a ir bien y todos su personajes son adorables. Hace guiños a libros clásicos y a los suyos propios y en esta ocasión si tengo que quedarme con un personaje me quedo sin lugar a dudas con el padre de nuestra protagonista.
Evidentemente seguiré leyendo los libros de Monica y os los recomiendo siempre.

Mónica Gutiérrez es una de esas autoras a las que acudir para refugiarte del frío, tanto del físico como del emocional. Sus libros, por lo menos para mí, son esa manta y esa bebida caliente que te abrazan dándote esa sensación de tranquilidad y protección que necesitamos ante las vicisitudes del día a día.

Los personajes de sus novelas son verdaderos amigos para el lector, que te recuerdan que la vida es el milagro más maravilloso que existe y, usando la lógica, si la literatura es vida entonces la literatura es el milagro más maravilloso.

En esta ocasión, la pluma de la autora nos presenta a Max Borges, un director de teatro con aire pesimista, y a Elsa, su ayudante. Ella es quien viene a sacar las castañas del fuego cuando la ley de Murphy acusa con su eminente presencia, sobre todo antes de un estreno. Max tiene que preparar la representación de Macbeth para poder estrenarla en Edimburgo, a pesar de que hubiera deseado dirigir Hamlet, pero el destino es caprichoso.

Con este panorama, nos sumergiremos en los ensayos y seremos testigos de las relaciones, más o menos estrambóticas, que unen a todos los personajes necesarios en una compañía teatral. Y, por supuesto, también presenciaremos esa fina línea que separa lo personal de lo laboral tambalearse.

¡Lectores, pasen y lean! ¡La función va a empezar! Y no olviden nunca que todo va a salir bien.

Elsa Soler es asistente de dirección del importante e imponente director de teatro Max Borges. Este está al frente de una pequeña compañía con unos actores a cuál más peculiar y entrañable, y se están preparando para el estreno de Macbeth, de Shakespeare, aunque por una serie de inconvenientes de última hora el éxito de la obra peligra. Contra todo pronóstico, sale bien y ponen rumbo a un festival muy importante en Edimburgo, donde las cosas tampoco se darán como esperan.

Sueño de una noche de teatro es una novela feelgood que está dividida en dos partes, la primera ambientada en Barcelona y la segunda en Edimburgo. Las descripciones de los lugares son maravillosas y te sientes paseando por las calles de la ciudad condal y por los verdes paisajes escoceses.

Sus personajes son entrañables, desde Elsa y sus padres, el gruñón de Max y el multicultural Enzo hasta el matrimonio Degard.

La trama, como es característico en este género, no cuenta con grandes sobresaltos pero en eso consiste. Este libro es como un cálido como un abrazo, como un chocolate caliente en compañía de tus seres queridos.
Ya leí La librería del señor Livingstone de la autora, que es del mismo género y se convirtió en uno de mis libros favoritos de la vida, y Sueño de una noche de teatro me ha aportado las mismas sensaciones.

Leed estos libros independientemente de cuál sea vuestro género favorito. Todos necesitamos en algún momento sentir que todo está bien.

Mónica siempre crea ese ambiente maravilloso "feelgoodiano" para que disfrutes de una lectura amena, divertida y sin preocupaciones 🥰🥰.

Ideal para no pensar y dejarte llevar por sus grandiosos personajes y envolverte en un ambiente Shakespeariano de principio a fin.

Fan de Mónica y su buen hacer 🥰🥰🥰❤️❤️❤️