Sueño de una noche de teatro

Tras leer a comienzos de año La librería del señor Livingstone y Club de lectura para corazones despistados, me quedé con la espinita de leer este tercer libro de esta autora. Por fin, casi terminando el año, lo he hecho, aunque he quedado un poco desinflada. Y no porque esté mal escrito o desarrollado, sino porque no he conseguido conectar con la historia, tal vez porque no era el momento para leerlo.

A través de los ojos del director teatral Max Borges y de su ayudante Elsa conocemos de primera mano los entresijos de cómo se monta una obra teatral, en este caso Macbeth, al mismo tiempo que los dos protagonistas dirimen su propia disyuntiva.

A pesar de mi desapego emocional con la trama, reconozco que Mónica se ha currado mucho la ambientación de la historia y creo que este libro en otro momento me habría gustado más.