La bruma verde

Un canto a la conservación de las selvas ecuatoriales africanas. Una novela que nos traslada al corazón de África donde la avaricia de unos pocos y la ceguera de muchos está acabando con uno de los mayores pulmones del planeta. A pesar de que para mí gusto le sobra alguna trama, la parte que transcurre en África es muy convincente y refleja en buena medida una realidad que se viene produciendo desde tiempos inmemoriales con continente explotado hasta la extenuación. Homenaje a los líderes locales y a aquellos idealistas que encuentran sentido a su vida en la ayuda a los demás y en la conservación de la naturaleza salvaje.

Profundamente enamorada de Bineka, de sus valores, su valentía, su resiliencia, su verdad... Y un poco encariñada también con muchos de los personajes que conforman esta historia. Antes de cogerla en la biblioteca, leí que se trataba de un thiller y con esa perspectiva empecé a leerla. Sin embargo, creo que la clave para que sea mucho más que los ya de por sí complejos thrillers, es que abre la historia dando a conocer a sus personajes, sus situaciones, su manera de entender la vida, su interior, hasta implicarte inevitablemente con toda esa humanidad. Es cierto que la parte central se mueve al ritmo vertiginoso de un thriller, pero tanto el inicio como el final tienen la capacidad de llegarte a los centros, de hablar sobre ecología, familia, amor, amistad, corrupción, interculturalidad y un sinfín de palabras más que apuntan directamente a nuestro yo más básico: nuestra humanidad. Un viaje inesperadamente sanador a través de la bruma verde de Gonzalo Giner.

Esta ha sido mi primera lectura de Gonzalo Giner.
Descubro pues al autor, a través de esta novela que yo calificaría, como original y diferente.

La historia tiene como eje central, la selva africana.
La prosa fluida del autor, nos permite adentrarnos y conocer ese continente y así nos relata de una manera detallada las maravillas que alberga en su interior.
Desde el momento que inicié la lectura he tenido la sensación de impregnarme del verde que emana de esta lectura. La minuciosidad a la hora de detallar los paisajes permite al lector sumergirse fácilmente en el paisaje verde y maravilloso que sirve de escenario y en el que se desarrolla la primera parte de la trama.
A través de los ojos de su protagonista, Bineka, se nos permite sentir su gran amor por la naturaleza, que a la vez lo he sentido como mío. Es de esta manera, como se nos da a conocer las costumbres de los animales que pueblan este hábitat y que tienen comportamientos más humanos que algunos de los que en ocasiones, reciben este nombre. Me ha gustado conocer sobre las costumbres de los chimpancés y las similitudes que tienen con las personas.
La crudeza de las supervivencia en África, el expolio que ha sufrido durante años convierten el continente en el punto de mira, sirviendo esta novela como un alegato en defensa de la selva y una llamada al amor por la madre Naturaleza.

Todo lo anterior es descrito en una atmósfera de intriga y suspense que hacen que la lectura cobre un buen ritmo y la haga rápida e interesante.
No me ha quedado muy claro cuál es para el autor la trama principal. A este respecto yo le pondría un pero (partiendo del hecho de que es un libro que me ha gustado) y es no he terminado de creerme esta parte de la historia, no porque le falte verosimilitud, si no porque creo que se dilata en exceso y se alarga demasiado, lo que le resta fuerza.
Este hecho, junto con la historia de amor, que me ha resultado un tanto forzada, pues es demasiado repentina, serían los dos aspectos que menos me han gustado de la novela.

La bruma verde es un libro con el que he disfrutado.

Me quedo con las descripciones de la selva, las evocación de las cabañas en las remotas aldeas a las que es tan difícil acceder para ayudar a los que allí lo necesitan, los cooperantes que tantas ocasiones se juegan la vida para poder ayudar a los demás, y otras muchas cosas que no tardarás en descubrir, si lees el libro. ¡Te lo recomiendo!

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En esta ocasión os traigo el último premio Fernando Lara 2020, un thriller ambientado en el mismísimo corazón del África. Dos historias que se terminan unificando en una sola, siendo, bajo mi punto de vista, un grito de denuncia ante la situación que La República de El Congo está sufriendo desde hace ya muchos años.

Gonzalo nos cuenta la historia de dos mujeres diametralmente opuestas, con formas de vivir y de sentir totalmente diferentes, cuyas circunstancias de la vida les ha llevado a encontrarse en un punto intermedio.

Bineka, una joven Congoleña que no sabe más de la vida que lo aprendido en su pequeña aldea en el centro Africano, hasta que la vida la pone en la tesitura de verse sola y secuestrada por un grupo de hombres que ataca y destruye su aldea.

De manera paralela a todo esto, Gonzalo nos cuenta la desaparición de Beatriz, una cooperante de una ONG que se encuentra investigando las actividades ilegales que las grandes multinacionales llevan a cabo en El Congo, y como su amiga Lola deja su vida más que acomodada y lujosa para adentrarse, sin pensárselo en ningún momento, en la selva africana, embarcándose en una aventura para ayudar a su amiga, una aventura que no la dejará indiferente.

Gonzalo nos adentra en la verdadera problemática de El Congo utilizando la historia de Bineka y Lola para describir perfectamente como ese pulmón verde que tiene la tierra está siendo expoliado por las grandes multinacionales. Nos sumerge en la ya conocida explotación infantil en las mismas de Coltán, así como en la tremenda deforestación de la selva para su aprovechamiento como tierra de cultivo de palma y soja.

Se trata de una lectura que recomiendo mucho, aunque si tuviera que decir algo negativo sobre ella, sería que en ocasiones la trama que envuelve a Lola me ha chirriado un poco en cuanto a que no es muy creíble que una mujer como ella, con la acomodada vida que tiene, se desenvuelva de la forma en que lo hace en la selva.

Sin ninguna duda Gonzalo ha conseguido un verdadero grito de defensa ecologista y una gran denuncia, todo ello narrado con una pluma exquisita, una prosa sencilla y un gran número de personajes perfectamente enlazados para dar una trama de vértigo.
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La bruma verde no es un libro que hubiera escogido por mí misma, pero me apunté la recomendación de mi amiga Sara y así llegó a mis manos en mayo de 2021. Rápido me di cuenta de que no es el tipo de lectura que más me atrae, pero no cabe duda de que aporta cosas y ayuda a desconectar, de modo que agradecí su lectura y paso a centrarme en sus aspectos positivos:
👧 sus personajes femeninos: fuertes, poderosas, valientes, sin clichés ni estereotipos absurdos.
🌍 naturaleza en estado puro, casi respiras la selva y sus habitantes 🦧, he llegado a consultar en google maps donde estaban los sitios y he deseado poder un día coger una mochila y vivirlo.
🤗 la trama, la intriga y el ritmo molan bastante, he echado de menos alguna escena un poco más subidita de tono, pero está claro que es una novela para todos los públicos.
Buena para leer en verano, en playas o piscinas y desconectar

Este libro junta una novela de aventuras, un thriller y al mismo tiempo denuncia situaciones de expolio que se dan en África y que son invisibles en occidente. La protagonista, Bineka, una joven congoleña, es capturada por unos mercenarios que han arrasado su aldea. Sufren un accidente provocado por una manada de chimpancés, que la ayudan a escapar. Bineka convivirá con la manada hasta que en su camino se crucen Lola Freixidó y Collin Blackhill que buscan a Beatriz Arriondas, cooperante de una ONG desaparecida en la selva mientras investigaba las actividades ilegales y criminales que grandes emporios empresariales realizaban en el Congo. Tanto Bineka como Beatriz, son piezas de un entramado de corrupción y violencia. Bineka en contacto con nuevos personajes cambiara su percepción del mundo y su forma de vida. Desaparecida su vida de la aldea, ahora va a tener que reformularse, aprender nuevos idiomas, usar distinta ropa; pero sobre todo, encontrará lo que quiere hacer para ayudar a la selva y a sus habitantes. La selva, con unas llamativas escenas, se convierte en una protagonista de la novela.
Una novela entretenida y que te hace pensar en la emigración y sus causas.

Esta libro, premio de novela Fernando Lara 2020, ha sido etiquetado en el subgénero de thriller ecológico y, aunque no cumple con todos los parámetros que los thrillers suelen incluir, sí que considero que, a nivel de márketing, es una buena manera de publicitar esta oda al conservacionismo llena de suspense.

Aunque me habían recomendado bastante al autor, a Gonzalo Giner, no me llamó la atención su obra hasta que esta novela se cruzó en mi camino. La ambientación africana, el protagonismo de la primatología, las tramas sobre furtivos, corrupción, coltán etc. fueron los ingredientes perfectos para que me lanzara de lleno a devorar este extenso libro que, además, era la primera incursión del autor en el género de suspense.

Por lo general, los thrillers se caracterizan por un ritmo ágil y una sucesión casi vertiginosa de los acontecimientos, por una pluma sencilla, unos personajes más perfilados que construidos, una ambientación no demasiado inmersiva, mucho suspense, grandes dosis de acción y tramas que mantienen en vilo al lector hasta el final.

En este caso, sí que hay acción, suspense, tramas interesantes, buen ritmo y una pluma ligera, pero también sobresalen una ambientación muy bien documentada y unos protagonistas profundos y con un destacable arco dramático. Es decir, Gonzalo incorpora aquellos elementos de los que los thrillers suelen carecer sin por ello desmerecer la esencia propia del thriller.

La trama principal de la bruma verde se vertebra en dos hilos narrativos que coinciden en el tiempo cronológico de la historia: el de Bineka, preadolescente congoleña, y el de Lola Freixido, directora comercial de una multinacional de mucho éxito. Bineka encarna el viaje del héroe en una historia única de superación que pone en valor la lucha por el conservacionismo. Lola protagoniza una búsqueda desesperada a contra reloj: su mejor amiga Beatriz, cooperante, ha desaparecido en el Congo mientras trabajaba. Esa investigación criminal llevará a Lola y a Colin, compañero de Beatriz, mucho más lejos de lo que ellos jamás hubieran imaginado, descubriendo que la corrupción tiene los brazos muy largos, demasiado, pero que de una u otra forma, se la puede combatir.

La apacible vida de Bineka queda totalmente trastocada cuando una empresa maderera, a través de una mafia local, arrasa brutalmente su aldea y acaba con la vida de todos sus seres queridos para hacerse con el dominio comercial de esos bosques y deforestarlos. Perseguida por ser testigo de tal masacre, huye sola y asustada hasta que en ese frenético periplo se topa con un clan de chimpancés que la acoge como una más... Sin embargo, la convivencia con estos primates es difícil y, al cabo de unos meses, se torna peligrosa para ella: el macho de la manada la reclama bajo su yugo. Temiendo por su vida, pero agradecida por las hembras que la han protegido, trata de huir y, al hacerlo, de nuevo debe enfrentar una de las la caras más cruentas de la humanidad: la caza furtiva, la violencia desmedida, la explotación, la extracción de coltán... Entonces, Bineka, devastada, decide vengarse algún día de aquellos que están acabando con todo su universo: su gente, sus bosques, sus animales.

Estos dos hilos narrativos se acaban fundiendo en uno sola trama, alimentada por varias subtramas, y esta fusión supone un punto de inflexión, pues con esa unión cambia la estructura de la novela: casi toda la tensión de la historia se acumula sobre los hombros de Bineka, pasando el secuestro de Beatriz a un segundo plano. En esta segunda parte aumentan los giros y las escenas de acción, pero se pierde un poco de la intriga presente en una primera parte más diversa e introductoria.

La trama, como habéis podido leer, es compleja, interesante y adictiva, y, sin embargo, a mí es la ambientación de la novela lo que me ha fascinado. Es impresionante cómo el autor, con un estilo directo y una prosa sencilla, evoca los verdes los paisajes congoleños, los comportamientos animales y las tradiciones locales o recrea con igual facilidad la difícil realidad político social, económica y militar del país. A lo largo de la lectura se denota un exhaustivo trabajo de documentación, particularmente interesante, en mi opinión, en lo relativo a la primatología. Y es que en esta historia la ambientación no solo viste al hilo argumental, sino que por sí sola informa y conciencia al lector sobre la presencia de milicias en Uganda y Ruanda que practican a gran escala la tala ilegal, sobre la caza furtiva de grandes primates protegidos, sobre el comercio ilegal de animales exóticos, sobre la extracción de coltán y la explotación laboral derivada de ella, sobre la contaminación de las aguas, sobre la corrupción política y militar, etc.

Los protagonistas que recorren estos parajes repletos de historias de injusticia y sufrimientos aportan luz y calidez al relato. Lola es un personaje inusual, interesante y bien construido cuyo desarrollo se articula en torno al cambio progresivo de sus prioridades y a su relación con Colin. La evolución de Bineka, por su parte, se plasma a través de un proceso repentino y acelerado de descubrimiento en el que la joven asume que el mundo es mucho más que la aldea y el bosque que ella conocía, y que ese mundo inmenso e inalcanzable es hostil con sus tierras verdes y llenas de vida, unas tierras que ella debe proteger.

La narración en tercera persona se vale de muchas voces (sobresalen desde el principio las de Maxime y Bernard) para contar los dos hilos narrativos principales, no solo de las de los protagonistas, y gracias a eso entendemos todo el trasfondo económico y político, incluso a nivel internacional, de los sucesos. A pesar de la envergadura del libro, 608 páginas, se lee muy rápido gracias a que los capítulos son cortos y a que en la segunda parte abundan los diálogos.

En conclusión, este thriller con tintes de ensayo divulgativo y de alegato conservacionista, es totalmente recomendable: se devora, entretiene y emociona.
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"La bruma verde"
(@ginergonzalo )(@editorialplaneta )

Premio de novela Fernando Lara 2020

📚 Octubre 2020
🎬 Peli, serie, lo que sea yaaaaaa, por favor. 💖

Desde que leí "El sanador de caballos" me convertí en " adicta "a la obra de ✒ @ginergonzalo .
Desde que tuve la ocasión de conocer y charlar con él en el encuentro del @clubdelecturall soy "adicta" a @ginergonzalo , tal cual.

Y ahora ¿Cómo empiezo?¿Cómo contaros qué ha supuesto para mí leer "La bruma verde"?
Es ésta una novela intensa en todos sus aspectos.
De por si está centralizada, prácticamente, en una zona bastante "complicada" del planeta; la cuenca del río Congo que es además la segunda mayor extensión de selva tropical del mundo.🌴🌍
Intensa también por sus personajes, siendo el principal, en mi opinión, la mismísima África, representada en la joven Bineka.🌱

Es una novela con diferentes miradas

📗 El verde de la selva en los ojos de Bineka.
📗 El bicolor de la dualidad en Maxim.
📗 La atenta y orquestadora pero cariñosa de
Gonzalo.
📗 La mía, desbordada por la emoción y
espero que la de los futuros lectores.

Alguno podrá entenderla como apocalíptica o reivindicativa pero más bien lo contrario la siento como positiva, informadora. Depositando en nuestras manos👐 el iniciar un primer paso para salvar " la bruma" de espacios que, aunque lejanos, son vitales para todos nosotros.💚

Y qué más puede pedir un lector:

🐵 Medioambiente.
🌱 Tecnología.
🌍 Persecuciones.
🐵 La CIA.
🌱 Hackers.
🌍 África/Londres/Madrid.
🐵 Multinacionales/ONG
🌱 Amor.
🌍 Amistad.

"La bruma verde"está llena de energía vital, es en sí misma, " bindongobo". 💚

Creo que cada lugar, cada espacio tiene su "bruma". Yo busco la de mi Madrid 💚.Estoy segura de que es fuerte, brillante y vibrante.

Buscad vuestras respectivas "brumas"; ahora más que nunca estamos a tiempo.

"Respiró aquella bruma, se alimentó de ella"
(Gonzalo Giner)

Gracias a G.G. por ofrecernos, nuevamente, el placer de la buena literatura. A más leer.

La República Democrática del Congo posee inmensos recursos posee inmensos recursos naturales: oro, cobalto, cobre, petróleo, diamantes, uranio, bauxita y también coltán. Pero lo que está atrayendo mayores inversiones en los últimos años, es su potencial agrícola. La enorme deforestación que está sufriendo el país para transformar sus riquísimos bosques en productivos cultivos de soja o palma. Y esto lo ha querido reflejar Gonzalo Giner en su novela.
En la novela también ensalza a los cooperantes que trabajan para organizaciones no gubernamentales o órdenes religiosas, que día a día se juegan la vida. En la novela vemos aquellos que intentan paliar la enfermedad, otras trabajan en la rehabilitación y cuidado de jóvenes primates huérfanos o heridos, procurando educación a la población..
También descubrimos un estudio del comportamiento de los chimpancés en la naturaleza. Como los chimpancés son capaces de elaborar asociaciones mentales complejas para conseguir un fin determinado y esto lo vemos cuando los chimpancés extraen termitas usando palitos que meten en los agujeros. Pero también nos muestra el papel de socialización . En distintos momentos de la novela vemos como los chimpancés se avisan entre ellos cuando hay un peligro, diferenciando el tipo de peligro. Comparten la comida, juegos, aseo. Practican técnicas de defensa en grupo y se ponen de acuerdo para expulsar aun macho cruel.
A través de los ojos de Bineka vemos el dramático desgarro que están padeciendo centenares de pequeñas aldeas por culpa de algunas multinacionales con fines no demasiados limpios. Con ella vemos cómo afectan esas deforestaciones masivas a sus verdaderos propietarios en uno de los últimos pulmones verdes del planeta. Conoceremos los efectos de la caza furtiva de animales salvajes y cuáles son sus perversos destinos, como el comercio de bebés de chimpancé, después de presencias la captura y muerte de sus madres. O qué significa, para los habitantes de una aldea como la de Bineka, verse de repente despojados de sus casas, pueblos y vidas, por culpa de intereses ajenos que terminan provocando fatales consecuencias para sus propietarios.

He disfrutado con su lectura y sufrido con sus personajes, con la devastación de este pulmón del planeta y con la destrucción de este país, la República Democrática de Congo por las riquezas que tiene. Un mal que no solamente sufre la República Democrática del Congo sino todo los países africanos en general.



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La bruma verde / Gonzalo Giner.

Tener tanto oro, diamantes, cobalto, petróleo y coltán, ese mismo mineral sin el que podríamos manejar los avanzados móviles que tenemos entre manos, han supuesto más una maldición que un regalo para el enorme país del Congo africano (equivale a media Europa).

Los nativos de este país han sido literalmente mutilados, masacrados, asesinados por la tentación de tanta riqueza de los intereses empresariales de nuestro 'primer mundo' ya desde los tiempos de Leopoldo II, un genocida casi tan salvaje como Hitler. (Por si alguien quiere investigar). Un desahucio en toda regla.
Esta trepidante novela, amena, hipnotizante en muchos tramos, mezcla de aventura y denuncia social por los hechos que contaba al principio es un libro que deja y dejará huella.
Es una historia ficcional, claro. Pero el trasfondo está ahí. Un expolio monumental al segundo pulmón del planeta, a sus gentes maltratadas y humilladas. Sí, aquellas mismas gentes que son despreciadas por su orígen cuando vienen a ese misma civilización occidental que les exprime.
Solo tienen la ayuda de los cooperantes que ayudan in situ. Muy triste.

Aparte de todo este mensaje, es una novela brillante, emotiva y de ritmo endiablado en su acción continua. Un placer disfrutar de una lectura que seguro que es de lo más sugestivo que se ha publicado recientemente. Aunque sea sólo por ese maravilloso personaje de Bineka, más que recomendable.