Siempre me gustó leer, pero por diferentes motivos y ocupaciones fui perdiendo el hábito de la lectura recreativa y dedicando el tiempo más a lecturas de mi ámbito profesional.
Llegado un punto decidí seriamente retomar la afición y priorizarla como una de las ocupaciones que más satisfacción me producen y en la que Babelio y mi querida biblioteca municipal han sido un gran apoyo.