Si te gusta la poesía, si te interesa el paisaje de Castilla, si eres a la vez romántico y rebelde, Machado es tu autor. He de reconocer que la poesía y yo no somos las mejores amigas, pero no significa que de vez en cuando haya poemas que me llegan profundamente y los relea una y otra vez. Este es el caso de “Campos de Castilla”, aunque no han sido muchos poemas los que me hayan fascinado. En la obra más célebre de Antonio Machado, son esenciales los paisajes castellanos que, lejos de la exaltación, reflejan su dureza y frialdad, adjetivos acordes con el hombre austero que habita y trabaja esas tierras. No obstante, no deja de reseñar el pasado glorioso de la comarca dejando patente el contraste con la miseria presente. Aunque entendí su amor hacia el paisaje de la meseta la mayor parte de su poesía me resultó pesada y demasiado cargada en la descripción. Sí, hay poemas y versos que me encantaron y que me resultaron hermosos y profundos, pero otra gran parte de esta obra me ha dejado indiferente y parte incluso aburrida. + Leer más |