Pero es solo una fantasía —señalé, con la sensación de estar traicionando mi niñez al admitirlo—.
|
Pero es solo una fantasía —señalé, con la sensación de estar traicionando mi niñez al admitirlo—.
|
Pensé en los adultos, y me pregunté si sería cierto lo que decía Lettie: que en realidad todos eran niños envueltos en un cuerpo adulto, como libros infantiles escondidos entre las páginas de un largo y aburrido libro para adultos, de esos que no tienen ilustraciones ni diálogos.
|
Te voy a decir algo muy importante: por dentro, los adultos tampoco parecen adultos. Por fuera son grandes y desconsiderados y siempre parece que saben lo que hacen. Por dentro, siguen siendo exactamente igual que han sido siempre. Como cuando tenían tu edad. La verdad es que los adultos no existen. Ni uno solo, en todo el mundo.
|
En el fondo, nadie es como aparenta ser. Tú, por ejemplo. O yo. Las personas son mucho más complicadas que eso. Y eso vale para todo el mundo.
|
La esquirla de hielo de mi corazón empezó a calentarse, se derritió y volví a sentirme completo y seguro de nuevo.
|
Me sentía seguro. Era como si la esencia de la abuelidad estuviera condensada en aquel lugar, en aquel instante.
|
Era la tormenta, el rayo, el mundo adulto con todo su poder, todos sus secretos y toda su estúpida crueldad. Me guiñó un ojo.
|
De repente el futuro se había vuelto incierto, cualquier cosa era posible: el tren de mi vida acababa de descarrilar.
|
Mientras crecía, aprendí muchas cosas en los libros. Me enseñaron casi todo lo que sé sobre cómo se comporta la gente y cómo debo comportarme yo. Los libros fueron mis maestros y mis consejeros.
|
[...] pero el miedo a morir nos da fuerza.
|
Cuando su padre envió a Coraline a contar los objetos azules, las puertas y las ventanas, ¿Cuantas contó de cada una?