La librería

Tengo que empezar diciendo que es un libro muy bonito, porque la historia que cuenta lo es.
Se trata de una mujer, viuda, sola frente al mundo y que necesita abrirse paso. Se dice que la autora se identifica con la novela, pues en ella, de forma ficticia, expresa una etapa de su vida en la que vivió algo parecido.
La vida en el pueblo de Hardborough transcurre con una aparente normalidad, como también lo parece el comportamiento de la gente que lo habita. Es un pueblo donde todos sus habitantes aceptan unas normas ya establecidas que no se pueden alterar, y que se caracteriza por "lo que no tiene". Y algo que no tiene es una librería.
Florence vive en el pueblo y decide abrir una, pero solo se encuentra con obstáculos. Cada paso que intenta dar, desde adquirir el edificio hasta darle forma de librería, es un pequeño suplicio que tiene que soportar; nadie tiene interés en que se abra la librería en el pueblo.
Florence llega a preguntar si la gente del pueblo no tiene interés por los libros, y alguien le contestará diciendo: "la gente de este pueblo ha perdido el deseo por las cosas raras", los libros son una rareza en si mismos".
Pero el empeño de Florence y su amor por los libros hace que al final consiga tenerla.
Creo que lo que tiene de interesante este libro, es la rareza de los personajes, el ambiente que se percibe en el pueblo: soledad, tristeza, y al mismo tiempo toques de humor.
En el edifico donde se instalará la librería hay un "rapper" que apenas es perceptible en esta historia. Aunque se me ocurrió pensar que tal vez podría ser el fantasma del último cliente que tuvo la librería en el pasado.
El factor desencadenante para la prosperidad de la librería, que está en entredicho, es poner a la venta un libro: el bestseller de Nabokov, Lolita.
Alguien se lo recomienda y Florence decide ponerlo a la venta.
Creo que el personaje que le sugiere el libro de "Lolita" a Florence, sabe lo que se hace y lo que le puede ocurrir a la librería.
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Florence Green disfrutaba de esa sensación al terminar un libro y que la historia siguiese viva en su cabeza como un sueño real. le encantaba leer.

Lleva años viviendo de lo que el marido le dejó tras su muerte, pero quiere ser autosuficiente y decide cumplir el sueño que le ronda por la cabeza desde hace tiempo, abrir una librería.

A partir de aqui se va a enfrentar a un pueblo que había vivido tiempos mejores, y que sus habitantes de mentes cerradas y egoistas le pondrán muchos impedimentos.

Una novela sencilla y amena, sin grandes pretensiones, con una trama diría que melancólica. He de decir que esperaba más de la novela al saber que tenía una película dirigida por Isabel Coixet, pero es una lectura agradable, se lee tan rápido y tiene ciertos toques cómicos que lo he leído en una tarde.

La II Guerra Mundial dejó viuda a Florence Green y, ya en 1959, su único deseo es invertir sus ahorros en la puesta en marcha de una librería en un pequeña y tranquila localidad costera inglesa.
Para ello se fija en una abandonada casa en ruinas que adecentará conveniente para alcanzar su sueño. Sin embargo, no todos en Hardborough estarán dispuestos a que se les arrebate lo que consideran un histórico edificio.
Entraba en esta novela muy condicionado tanto por opiniones de otros lectores, que normalmente aman está historia o por el contrario les deja indiferente, y por haber visto la adaptación cinematográfica en el cine, sin experimentar una sentimiento del todo satisfactorio.
Y es que cuando un libro suscita emociones tan diferenciadas, más me llama la atención, y ya puedo confirmar, sin duda alguna, que soy de los que lo adoran. Me encantan estas historias en las que aparentemente no sucede nada, o muy poco, pero nada más lejos de la realidad.
Una premisa muy sencilla pero que esconde los anhelos de una mujer que cree que encontrará la felicidad y satisfacción personal en algo aparentemente sencillo, y que se encuentra con una fuerza enemiga inesperada representada por unos altos estamentos sociales, amigos de una administración corrupta. Los peligros de vivir en sociedad.
Además salpicado de un humor inglés con el que, es verdad, conectas o no, pero que en mi caso ha resultado un elemento positivísimo en una narración pausada y sin adornos que me ha hecho pasar muy buenos ratos en los pocos días que me duró la lectura, de la que salí para mi gusto de manera prematura, queriendo conocer más sobre el devenir de Florence Green.

Lo curioso de esta historia es que, a pesar de su título, en vez de una librería Florence podría haber montado cualquier otro negocio, porque aquí lo importante no son los libros sino el poder.

Lo que refleja esta historia es como algunas personas que tienen los medios para ello, con tal de salirse con la suya, son capaces de todo sin importar las consecuencias para los ciudadanos de a pie, acabando con sus sueños y su futuro.

Creo que esta historia tiene de todo pero se queda en nada. En muy poco tiempo quiso abarcar demasiados temas, hasta un fantasma se cuela entre las páginas pero yo sentía que muy bien no encontraba el rumbo de la trama ni la intención de las idas y venidas de esta mujer hasta que es hacia el final que se empezó a resolver este dilema. A pesar de que me encontré con un final acorde con la historia y apropiado, en general este relato no me dijo mucho; si hubiera sido más largo lo más seguro es que lo hubiera abandonado.
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“La libreria” es una tragicomedia con tintes autobiográficos de la propia autora.

Una excelente obra que aborda la fuerza, la superación y la adversidad de luchar por una ilusión que a ojos de otros no es viable.
Pero, ¿quiénes somos para juzgar u opinar sobre las ilusiones de los demás?

Con una prosa calmada, Penelope construye una obra egregia, unos personajes impecables y fríos que describen algunos de los rasgos frecuentes de la época, como el imponerse o interponerse en la las decisiones ajenas.

Un desenlace agridulce en la que como lectora me subiría a ese tren con Florence y le diría “eres una mujer valiente, no agaches la cabeza para que la corona que llevas no se caiga”
¡Admirable!
@larepisadeelena

Florence Green se ha trasladado al pequeño pueblo costero de Suffolk y allí decide abrir una pequeña librería, que será la primera del pueblo. Para ello, adquiere un edificio que lleva años abandonado y comienza su andadura paso a paso. Pero la idea de la librería no gusta a todo el pueblo y pronto se encontrará con dificultades y ciertos lugareños que empezarán a acorralarla. El desencadenante, además, del revuelo por el negocio de Florence será cuando pone a la venta la polémica edición de “Lolita” de Nabokov.
Cabría esperar que en esta novela primara el amor por los libros y la pasión por la lectura... Pero los verdaderos protagonistas son la constancia de Florence y que lo diferente siempre atrae las envidias de la sociedad. al final, es imposible no posicionarte del lado de Florence y contra el comportamiento cínico, chismoso y clasista de la pequeña sociedad de un pueblo donde las apariencias, los convencionalismos y los espacios de poder son muy importantes.

La novela se lee con fluidez y facilidad, gracias en parte al toque del típico (y casi tópico) humor inglés, que es un fiel retrato de la sociedad de aquella época. Lectura sencilla y agradable que te deja con las ganas de abrir tu propia liberaría y luchar por sacarla adelante.
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Aunque por algún motivo me ha transmitido paz la historia, no esperéis nada del estilo «cozy», ni «feelgood». Hablando claro; no es una historia de color de rosas, ambiente agradable, ni personajes adorables. Como tampoco creo que sea para todo el mundo.
Para empezar, no tiene mucha acción precisamente. La narración y la trama en sí es tranquila y sencilla. No te da sorpresas, ni supone un altibajo de emociones. Pero oye, que me ha gustado y bastante. Ha sido entretenida y me ha relajado. Es un libro corto que viene genial entre lecturas más densas y sobre todo para una pausa en mi obsesión con los nazis 😅

Y no sé a vostrxs pero a mí leer un libro que ocurra en una libreria, me dan muchas ganas de montar una.

Bueno que me lío yo sola.
Florence Green, una señora de mediana edad decide abrir una librería en un minúsculo pueblo costero. Es la primera que se abre aquí y encima decide hacerlo en un edificio que lleva años abandonado y se lo come la humedad. Por no hablar de que tiene su propio y caprichoso «poltergeist». Esto no la hace precisamente la más popular del pueblo y si por encima, pone a la venta un libro polémico, pues ya desata la locura en el pueblo.

Pero a mí me ha caído bien la señora y su ayudante de once años ya es la bomba. Así que si queréis conocerlas os animo a leerlo, como siempre.

Sabiendo que existía una adaptación de #IsabelCoixet de esta novela, no me pude resistir a leerla. Además, la selección de la editorial me suele gustar, así que no necesitaba muchas más razones para lanzarme.

En realidad, al final lo que quizás me haya gustado más fuese el posfacio del yerno de la autora, que me ha parecido muy interesante. Ahí supe que el pueblo ficticio donde se desarrolla la acción está inspirado en el lugar donde tuvo que irse a vivir una temporada. Varios de los elementos presentes en la historia son referencias reales o cercanas a la realidad.

También me han gustado los personajes, y he detestado a otros (lo que no es nada negativo, al contrario). Algunas escenas me parecieron graciosas, pero con ese humor muy británico que sé que no gusta a mucha gente. Además, he podido ver mucha crítica social, contra las ideas preconcebidas de lo que puede conseguir una mujer, de la altivez con la que algunas personas se creen en el derecho de tratar a los demás, el clasismo, la educación...

Sin embargo, varias partes me parecieron inacabadas, me dejaron con la sensación de que esto podía ir a más. al finalizar la lectura, me quedé con ganas de descubrir cómo se plantearían algunas escenas en la película. de querer leer esta obra, os recomiendo que lo hagáis con un visionado posterior de la película homónima.

En general me ha gustado la historia, aunque el final no tanto por cómo acaba. La forma de escribir de la autora me ha parecido muy bonita, deja perfectamente plasmados a los personajes y su forma de ser. La lucha con los poderosos queda bastante clara en esta historia, no digo más para quien no lo haya leído o visto la película (yo no la he visto). El final, aunque esperado por el carácter de la protagonista, no me ha gustado demasiado, pero no todas las historias pueden acabar como tú quisieras.

Es una lectura tranquila, sencilla en apariencia. Sin embargo, el retrato que la autora hace de los personajes no es para nada sencillo y a medida que vas leyendo te vas dando cuenta de hacia donde te quiere llevar.

La historia nos sitúa en 1959, en un pequeño pueblo inglés reticente a los cambios. Florence Green decide montar una librería, la primera del pueblo, en una vieja casa que lleva años abandonada y que incluso cuenta con su propio poltergeist (o rapper según los lugareños). No tardará en toparse con cierta resistencia por parte de las fuerzas vivas del pueblo, que aunque de forma sutil, resultarán un obstáculo a la hora de llevar a cabo sus planes. Florence contará con la ayuda de Christine, una niña de 10 años, que parece ser la única que no quiere sabotear su negocio. Mientras nuestra protagonista lucha contra enemigos visibles e invisibles, la llegada de Lolita de Nabokov desencadena un torbellino de ética y moral.

Me dejó un regusto amargo, pero me gusta que sea realista y no tenga un final edulcorado. En general, disfruté de su lectura y me sorprendió . No se puede pedir más.