La librería

Un título que incluya la palabra "librería" ya es minipunto extra para mí, pero a la vez tiene la contrapartida de que mis expectativas puedan crecer demasiado.

Algo así me ha sucedido con La librería de Penelope Fitzgerald, porque por un lado me ha gustado esta historia breve, sencilla y contada con mucho gusto en la que su protagonista, Florence Green, va superando obstáculos y zancadillas tirando de coraje, pero reconozco que esperaba que me emocionase en algún momento... y no lo ha hecho. Quizá ha podido influir que daba por hecho que en la novela iba a encontrar mucho amor por los libros y no he visto ni mucho ni poco. Se intuye que esa pasión por la literatura habita en nuestra protagonista, pero no se menciona ni se muestra en ningún momento.

A medida que se va acercando el final el interés crece. ¿Quién ganará la guerra silenciosa entre La resiliencia de una librera solitaria y la presión de todo un pueblo?

Novela leída en la sala Libro de cine del Club Literario Atreyu. Tengo ganas de ver la película de Isabel Coixet basada en esta novela y comentarla con mis compañer@s de lectura conjunta.

"Sin embargo, el coraje y la perseverancia son inútiles si no se ponen a prueba".

En "La librería" (1978. Título original: "The bookshop"), Penelope Fitzgerald nos cuenta la historia de Florence Green, quien vive en un pequeño pueblo costero de Suffolk y habiendo quedado viuda sin ninguna responsabilidad a cargo, decide abrir una librería (que hasta el momento no existía allí).
La descripción de situaciones, ambientes y ánimos es excelente. Lamentablemente la historia no.
Es el reiterado cliché de la mujer sola contra una sociedad cerrada que resiste la innovación. Quizás con un agravante, que es que la protagonista es menos expresiva que una lombriz durmiendo la siesta.... lo cual hace que entre su falta de carisma y lo predecible de los personajes hace que la historia pase absolutamente inadvertida.
Sin haberlo leído se pueden imaginar que existe la Señora de la familia tradicional , mala, que es su enemiga y algunos aliados dentro de la comunidad.
Temas que quedan inconexos o sin desarrollar, por ejemplo un fantasma dentro de la librería, el rol de "Lolita" de Nabokov y más.
Quizás para rescatar es el personaje de la niña de 10 años que hace las veces de asistente en la librería, una historia paralela dentro de la propia historia que es más rica que la principal.
Todo para que el mensaje final sea.... la vida no necesariamente es justa.
Me hizo recordar a los libros de Somerset Maughan que me hacían leer de niño en la escuela cuando estudiaba inglés.... pero este no lo leí obligado y ya puedo comparar con otras cosas (por eso todavía recuerdo con afecto a Maughan,
Le puse media estrella más porque el estilo literario es muy bueno, si lo que quería transmitir la autora era flema británica, lo hizo. Los ambientes y las situaciones están muy bien descriptos.
En lo que a mi respecta fue principio y fin para Penelope Fitzgerald (realmente no se en que pensaba la prensa literaria de los 70' que la llegó a comparar con Jean Austen), pero es solamente mi humilde opinión, espero no se ofenda su club de fans.
Lectura conjunta con SoniaGH

"—Dicen que usted no se asusta.
—¿Cómo lo sabe? —preguntó ella.
—Dicen por ahí que está usted a punto de abrir una librería. Eso significa que no le importa enfrentarse a cosas inverosímiles."

"La librería" de la autora británica Penelope Fitzgerald.🇬🇧
☆Páginas: 181.
☆Editorial: Impedimenta
☆Muchísimas gracias por el ejemplar: @laspalabraslibreria
☆RESEÑA:
El sueño de Florence Green, siempre ha sido abrir una librería en el pequeño pueblo de Suffolk, que tiene todo lo que sus habitantes necesitan...excepto una librería, así ha sobrevivido por siglos y así seguirá si sus pobladores pueden evitarlo.
Nuestra librera, con su inquebrantable temeridad y convicción, trae innovación a un lugar en medio de la nada, donde los libros se ven como enemigos portadores de ideas "peligrosas", un problema a resolver. Firmes ante sus convicciones, estos lugareños no dejarán que la señora Green se establezca. ¿Florence tendrá la fortaleza para luchar por sus sueños?
•Las palabras no alcanzarían para describir lo mucho que me cautivó "La librería", fue inmensamente conmovedor, realista, sin duda es una lectura que no deja indiferente, cuya historia nos hace sentir empatía por este entrañable personaje que ama la literatura.
•Me agradó que mencionaran constantemente una gran variedad de títulos, entre ellos "Lolita", el ver cómo reacciona un pueblo así ante la llegada del libro de Vladimir Nabokov es tremenda.
•La edición y la calidad de @editorial_impedimenta me vuelve loca, pasar la mano por la textura de la tapa es un placer, además las páginas son muy gruesas y la traducción me enamoró.
🎬El ejemplar cuenta con una adaptación cinematográfica que ganó el premio Goya 2018. Muestra perfectamente el rechazo que los libros despiertan en muchas personas aún lamentablemente. Las escenas finales son impactantes, al menos a mí me erizaron la piel. Esta producción profundiza la obra de Fitzgerald, mostrando más de cerca a personajes secundarios del libro.
Recomiendo, leer primero "La librería" y luego ver la adaptación. Dos joyas que merecen ser leídas/vistas.
✨Es un libro que habla sobre sueños, lo crueles que pueden llegar a ser las personas y lo maravillosa que es la lectura.

A veces los lectores tenemos ideas tontas, miedos tontos, cuando decidimos hacer frente a un libro que estamos deseando leer. ¿Qué clase de ideas y miedos tontos? Pues de esos que te hacen comprarte un libro con toda la ilusión por muchos motivos, libro que al final acaba languideciendo en la estantería porque te llegan aires de opiniones que hablan de decepción y que te hacen dejarlo pasar un tiempo hasta que se te olviden esas opiniones... lo que no suele pasar nunca si tienes buena memoria xD. Y eso que yo cuando quiero leer un libro, leerlo de verdad, no suelo hacer caso de otras opiniones, sean buenas o malas, entre otras cosas porque suelo ir bastante a contracorriente. Pero no sé qué me ha pasado con este libro que tenía miedo de que no me gustase. Es que QUERÍA con todas mis fuerzas que me gustase. Por fin este año he decidido ser "valiente" y leer La librería, uno de los libros en mis estantes que más ha sufrido este reposo involuntario. ¿Por qué no me va a gustar?, me dije. Si es el tipo de literatura que me encanta, ¿qué puede salir mal?, me dije. Y si al final no me gusta, si al final también me decepciona... ¿qué? ¿Se acabaría el mundo? No, ¿verdad?, me dije. Y aquí estoy para hablaros de la librería, de Penelope Fitzgerald, que he disfrutado un montón y que ya podía haber leído hace cuatro años cuando lo compré en lugar de hacer el panoli. Nada nuevo bajo el sol :)

Y tras esta intro más larga que un día sin pan, os cuento qué me ha parecido la novela.

Estamos en 1959, y Florence Green, una viuda habitante del pueblecito costero inglés de Hardborough, decide comprar Old House (una casa embrujada del siglo XVIII en primera línea de playa que lleva años abandonada sin que nadie se interese por ella y que además cuenta con un poltergeist como eterno y bullicioso habitante) y abrir en ella una librería, la única del pueblo. Lo que debería ser motivo de alegría para los habitantes de Hardborough acaba convirtiéndose en una guerra encubierta por parte de la alta sociedad de la zona porque se les ha ocurrido, de repente, que ellos también querían Old House para otros menesteres... y si de paso Florence se va del pueblo, tanto mejor. Florence, con casi todo el pueblo en contra, no está dispuesta a que minen su voluntad, y mientras hace frente a sus embites como puede, solo cuenta con la ayuda de una espabilada y resolutiva niña de diez años, con la simpatía de un viejo huraño que vive apartado de la vida social del pueblo y con los consejos de un vago profesional que le recomienda que compre Lolita, de Vladimir Nabokov y lo venda en su librería (al poltergeist frustrado de la casa no lo consideraremos ayuda xD). Florence pronto descubrirá que el éxito a veces no solo es efímero, sino que se vuelve en tu contra, y que a pesar de lo que digan los libros, los optimistas y sus epopeyas, David casi nunca vence a Goliat.

Creo que para entender esta historia primero hay que entender al pueblo en que se sitúa (que es un personaje principal en sí mismo) y a los seres humanos que pululan en él. Hardborough es un lugar cada vez más incomunicado (ferries, puentes, trenes, carreteras... cada poco tiempo pierden un medio de transporte distinto que les una con el mundo), y los habitantes de Hardborough son como el propio lugar en el que viven: replegados en sí mismos, solitarios, aislados de todo y de todos de tal manera que todo lo nuevo, todo lo que se salga de unas rutinas cuyos inicios se pierden en el tiempo, les provoca rechazo, desconfianza y una aversión instantánea. A grandes rasgos, Hardborough es un pueblo que, cuanto menos tiene, menos quiere tener.

Florence Green no es nativa de Hardborough (por ciertos detalles debemos suponer que es londinense), y aunque es una mujer solitaria que se mimetiza a las mil maravillas con su entorno y que pasa totalmente desapercibida, en el fondo es muy distinta: por dentro le bullen las metas, los objetivos, quiere hacer cosas, las quiere hacer por sí misma y no tiene miedo a intentarlo. Florence es demasiado buena (se dice desde el principio), ingenua y quizás un tanto idealista, pero también es perseverante, valiente y está decidida a sobrevivir y luchar como sea por su sueño, que no es otro que, simplemente trabajar en lo que a ella le gusta: ser librera. Y si los demás se empeñan en que Harborough no necesita una librería, que no necesitan esa "rareza", si la acosan de un modo invisible tan educado como desgastador, ella sigue plantando cara y batallando.

Puedo entender por qué a muchos lectores les parece que no pasa nada en la historia, pero mi experiencia con este libro ha sido totalmente diferente. Es un libro que se apoya totalmente en los personajes, sus sentimientos y su relación con los demás, porque así es la vida y el día a día de cada uno de nosotros. Florence Green es una mujer normal que abre un negocio porque quiere dar un paso adelante en su vida y que no solo no hace daño a nadie, sino que dando ese paso enriquece su comunidad y la vida de los que la rodean. Y en vez de recibir apoyo, cariño y empatía, se encuentra con la mezquindad de la gente y la falsedad que es innata en la naturaleza humana. Resulta muy fácil ponerse en el lugar de Florence tanto en lo bueno como en lo malo; resulta fácil acompañarla en su sueño y su trabajo duro por sacarlo adelante, y en su decepción y vergüenza cuando se da cuenta de que no solo no va a recibir ayuda de nadie, sino que van a hacer todo lo posible por derribar su sueño; y resulta fácil ponerse en su pellejo porque la vida es precisamente eso, un camino empedrado de ilusiones, sueños, decepciones y trabajo duro, y muchas veces nos tragamos todas esas piedras sin que nadie más se dé cuenta y sea consciente de ello. Estoy convencida de que pasan muchas cosas en este libro, pero son tan reales, tan auténticas, tan factibles y mundanas, que las pasamos por alto cuando las vemos negro sobre blanco porque estamos acostumbrados a verlas todos los días.

Pero además de Florence y sus diatribas vecinales, La librería abre una ventana al modo en que funcionaba una pequeña librería en los años 50 y los retos a los que debía enfrentarse el desdichado librero. La propia Fitzgerald fue librera en su momento y toda esa experiencia se vuelca en la historia. Por ello asistimos al proceso ya no solo de decidir qué tipo de libros quiere tener en su librería, sino cómo ordenarlos, cómo distribuirlos y elegir entre lo ineligible. Devoluciones después de haber leído ya el libro, gente que toquitea todo y no compra nada, gente que lee los libros gratis a fuerza de pasarse todos los días y leer el capítulo de turno... clientela en general, esa que de ningún modo lleva siempre la razón y que muchas veces es una completa impertinente carente de empatía. Accesorios literarios que a veces estorban más que otra cosa, libros que vivirán eternamente en la estantería sin que nadie les dedique una sola mirada, o ese mundillo (poco conocido y bastante implacable) de la distribución editorial, que visto lo visto no ha cambiado nada en los últimos 70 años. Muchos libreros de pequeños establecimientos tienen que lidiar con imposiciones que les obligan a quedarse con veinte libros que no quieren por cada novedad o libro que sí quieren, con lo que al final acaban vendiendo lo que la distribuidora quiere, no lo que a ellos les gustaría.

Creo que resulta evidente: he disfrutado muchísimo de la novela. La librería puede parecer una historia que solo habla de una mujer que quiere abrir una librería en un pueblo pequeño y aislado y en el que no pasa mucho más... pero sinceramente creo que es mucho más que eso. Convivencia, respeto, empatía, malicia, traición, vergüenza, abuso de poder, la asfixia educada del despotismo solapado en una comunidad pequeña... todo esto forma parte del corazón del libro, tanto por su presencia como por su ausencia, según el caso. Me ha parecido tierno a ratos, en otros divertido, con un poso acusado y persistente de melancolía que no aturulla la historia pero que tampoco la abandona y le confiere un aura nostálgica que, hacia el final del libro, cuando ves en qué va a acabar todo, se convierte en una sombra pegada a las páginas.

Y Penelope Fitzgerald enmascara todo esto en una aparente simplicidad desapegada porque, sencillamente, escribe muy, muy bien. Te lleva por donde ella quiere con una riqueza narrativa totalmente carente de estridencias y grandilocuencias. La narración fluye, los escenarios cobran vida, los personajes adquieren la dimensionalidad que les corresponde en la trama, y todo ello con una limpieza y una frescura fantásticas. Sencillez y sensibilidad al servicio de las emociones y la humanidad, en lo bueno y en lo malo.

Cuatro años después de comprarlo, ya puedo decir que me parece una delicia de lectura.
Enlace: http://inquilinasnetherfield..

Había escuchado/leído buenas críticas, el título es un referente cuando de Libros sobre libros se trata, pero lamento decepcionar a quien llegue al libro como yo creyendo que va sobre libros o sobre la vida de una librería, para lectores como yo, eso fue una decepción, el libro no va de eso... Aunque se menciona... va de lucha de poderes, de intrigas en el fondo de los asuntos y ni siquiera es relevante que sea una librería y no otra cosa el uso que la señora Green le quiere dar al viejo edificio Old House.
El libro está muy bien escrito, vaya en tçermino de comas y puntos y los personajes tienen un aire muy natural, como si no les importara que los estuviéramos leyendo, no sé explicar esa sensación que me transmiten, pero la historia en sí, a mí juicio, se queda en la superficie, no profundiza en nada el particular, y bueno fue un poco decepcionante... Cosa que me temía incluso antes de leerlo.

María, desde el club de lectura de la Librería Central, ha vuelto a acercarnos a una de esas historias que se te cuelan bajo la piel. Y que no te abandonan nunca. Encuadernada en tapa dura, lo que siempre disfruto enormemente cuando dispongo a leer, y con una edición cuidadísima a cargo la editorial Impedimenta (2018). Además, para los amantes del cine, cuenta con la adaptación cinematográfica de Isabel Coixet, quien escribió el guion adaptado, por el que recibió el premio a la mejor adaptación literaria de 2017 en la Feria del Libro de Fráncfort. Como ya podéis intuir, todo un tesoro.

La librería (1978), de Penélope Fitzgerald se publicó en inglés bajo el título The Bookshop. Estuvo nominada al Premio Booker, que ganaría finalmente en 1979 con A la deriva u Offshore.

La obra, ubicada sobre todo en 1959, nos relata la aventura de Florence Green, una viuda de mediana edad, que se propone abrir una librería en Suffolk, una pequeña localidad costera. El lugar escogido, Old House, es una casa abandonada, habitada por fantasmas y humedades que parece haber caído en el olvido. No sin esfuerzo, logra su objetivo y, durante un año, asistimos a sus avatares como librera. Desgraciadamente, la ambiciosa Violet Gamart tiene otros planes para el local, lo que trastocará la existencia de Florence y de algunos habitantes del lugar.

Terence Dooley, yerno de Fitzgeral, explica que su suegra escribió esta novela breve cuando contaba con sesenta y un años. La primera de ocho obras que la encumbrarían como escritora y que él no pudo resistirse a coger de su escritorio y devorarla. Convirtiéndose en su segundo lector, tras su editor. En ella recordaría, con toda seguridad, las anécdotas compartidas con Penelope, quien rememora en él los tres años que había vivido, veinte años atrás, cuando una vez viuda y con tres niños tuvo que mudarse a un recóndito pueblo de la del condado de Suffolk.

Como siempre, María @libreria_central, leer contigo es aún mejor que leer. Y eso es decir mucho.
Enlace: https://www.instagram.com/mi..

Esta misma semana empecé a leer La librería. Llevaba un tiempo retrasando la lectura por miedo a llevarme una decepción; pero entretanto he tenido tantas desilusiones en forma de libro que decidí arriesgarme y leer éste.
Por ser breve os puedo decir que es un libro que me ha dejado un gusto agridulce. Sin embargo la parte triste del libro es, por desgracia, totalmente realista. Así que no sé muy bien que hacer con mi estrellita y si calificar esta obra como maestra o casi maestra. al final me he decidido y le he quitado un punto y medio porque me ha dejado un poco triste.
Pero sólo por eso. Penélope Fitzgerald ha escrito una novela muy buena sobre la situación social y laboral de una mujer normal y sola en el medio rural de la primera mitad del siglo XX.
Florence, que así se llama la protagonista, quiere ganarse la vida por sí misma y para ello decide abrir una librería en un tranquilo y aburguesado pueblo inglés.
Y lo que en un principio parecía que iba a ser una tarea sencilla se va complicando: la oposición de la señora Gamart, representante de la aristocracia del lugar, las jugadas sucias de otros habitantes del lugar, la vista gorda de las autoridades y de los abogados defensores y la presencia de fantasmas en el local donde ha decidido instalarse juegan decididamente en su contra.
La narración es sencilla y se lee de manera ágil. No hay un número excesivo de personajes y lo que es mejor, la autora tiene una pluma muy afilada para poner a cada uno en su lugar. Para ello se sirve de acertadas descripciones o de la fuerza expresiva de algunos diálogos, que arrancan la sonrisa al lector.
He tenido la intuición de que en esta narración lo que le importaba a la Penelope Fitzgerald no era tanto retratar el quehacer cotidiano en una librería, los problemas y las alegrías que proporciona el comercio de libros y el trato con los clientes, como retratar la sociedad que le rodeaba. Y el pretexto para hacerlo ha sido la librería, un lugar en el que se podía concebir que trabajara una mujer y también en el que una mujer podía realizar acciones que indignaran a las personas con una visión conservadora (como la venta del libro de Lolita).
En fin, una buena novela, en la que importa más lo que se intuye que lo que se dice abiertamente y con la que pasar un rato agradable.

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"Se había engañado a sí misma al dejarse convencer por un momento de que los seres humanos no se dividen entre exterminadores y exterminados, y que los exterminadores tienden a colocarse en la situación dominante en cuanto pueden"

Jo, qué sensación de impotencia y frustración deja esta novela, la frustración que produce la sinrazón de mentes obtusas incapaces de aceptar cualquier novedad que suponga una alteración de su acomodada y repetitiva vida.

La señora Green, una mujer de mediana edad, decide abrir una librería en un edificio abandonado (y supuestamente embrujado) en un pequeño pueblo. Desde el primer momento tendrá que enfrentarse al rechazo de sus conciudadanos, que harán todo lo posible por hacer que la librería vuelva a ser un espacio deshabitado. El acoso se agudiza a raíz de que la Señora Green decida poner en venta el Lolita de Nabokov.

Penélope Fitzgerald consigue alternar una ambientación muy confortable con una historia bastante incómoda que transcurre casi sin darte cuenta y en la que yo he echado en falta por momentos un poco más de fuerza en la lucha contra el conservadurismo vecinal. Creo que, siendo una lectura aparentemente ligera, el libro está cargado de simbolismo: la librería representa no sólo la novedad, sino también el conocimiento, la cultura, el pensamiento crítico y despierto. Tampoco me parece casualidad que detrás del proyecto se encuentre una mujer soltera de mediana edad que se enfrenta a un pueblo que representa el conservadurismo, lo tradicional, la cerrazón y el esfuerzo por frenar cualquier cambio que pueda suponer un avance social. Creo que la novela peca de no ahondar más en este conflicto, y eso le resta cierta fuerza. Con todo, ha sido una lectura amena que me deja con ganas de seguir descubriendo a la autora.

"La librería", novela finalista del Booker Prize, es una tragicomedia en la que Florence Queen es la protagonista. Florence decide abrir una librería en su pequeño pueblo costero y se encuentra con el rechazo absoluto de gran parte de sus vecinos y vecinas.
La novela es entretenida, está muy bien narrada pero deja temas sin terminar de desarrollar y el tono es bastante frío e impersonal.
Sin embargo, no puedes dejar de leerla, necesitas saber como acabará esta historia.
En mi caso ya lo sabía porque vi antes la adaptación al cine de Isabel Coixet, ganadora del Goya a Mejor Película en el año 2018. Película que, por cierto, también me pareció fría, pero en la línea del libro. Es una buena adaptación en general.
Como narradora, Penelope Fitzgerald es un diez, aunque no acabe de empatizar con esta novela ni con la superficialidad con que se tratan algunos temas.

Ya he dicho alguna vez que me encantan los libros que hablan de otros libros, y como además este me lo habían recomendado mucho, hacía bastante tiempo que quería leerlo, pero tengo que decir que me ha decepcionado un poco.

La historia nos sitúa en un pueblecito costero inglés, en 1959, y gira en torno a Florence, una mujer que decide comprar una vieja casa (¿encantada?) y abrir allí una librería. Empieza muy bien, el argumento me parecía bastante atractivo y prometedor, pero la verdad es que la novela no acaba de despegar. Hay fragmentos que me han gustado, como la oposición y desconfianza de las gentes del pueblo a lo que es nuevo, la constancia de la protagonista en medio de las adversidades, la revolución que produce la llegada de 'Lolita' de Nabokov... Pero en conjunto no me ha convencido, creo que podría haber dado mucho más de sí.

Lo que sí me ha encantado ha sido la increíble edición de Impedimenta, con un posfacio ilustrado y un montón de curiosidades y fotografías de la autora, de los manuscritos originales y de la primera edición de esta famosa novela. Trabajazo.