Cuando la madre de
Annie Ernaux fallece, lleva ya unos años consumiéndose por una enfermedad que poco a poco la va haciendo olvidar quién es y quién un día fue.
Así, la escritora se sirve de su oficio para, tanto rendir cierto homenaje a
una mujer luchadora y hecha a sí misma, como para superar el duelo de "la única mujer realmente importante" en su vida.
Primer acercamiento a la escritora francesa, ganadora del Premio Nobel de Literatura 2022, con uno de sus numerosos libros cortos y tan personales, creo que buen representante de la obra autoficcional, y más concretamente de la autobiográfica en este caso, de la autora. Aderezado con un con buena dosis de metaliteratura, elemento que siempre valoro entre mis lecturas.
En '
Una mujer', Ernaux nos habla tan cercana como fríamente ("intento describir y explicar como si se tratara de otra madre y de una hija que no fuera yo") de su relación, unas veces más próxima y otras más distante y tensa, como casi cualquiera entre una madre y un hijo.
Momentos complicados en la adolescencia y primeros años de adultez, que solo la edad madura permite valorar en su justa medida los sacrificios que los padres puedan llevar a cabo por sus descendientes.
Unas madres a quiénes debemos lo que somos, y que en el caso de Ernaux fue la causa de su amor por el arte y la literatura, y que hizo cuanto estuvo en su mano por hacer que su hija prosperara y no acabara deslomándose interminables horas detrás de un mostrador como ella.
Entiendo perfectamente la admiración que esta escritora suscita, y sin duda, incentivado por la brevedad de sus obras y la calidad que de ésta se desprende, seguiré leyéndola, sin embargo, no ha despertado en mí, de momento, ese entusiasmo que vengo observando.