El fantasma y la señora Muir

Este libro se podría definir con una palabra: delicia. Es una historia tranquila, relajada y rápida. Pero también es algo superficial, sólo conocemos los sentimientos de la señora Muir y en ocasiones los saltos temporales hacen que nos de la sensación de que nos hemos perdido muchas cosas de la vida de Lucy, nuestra protagonista. A pesar de que no sepamos gran cosa de los personajes, la autora los retrata de una manera tan efectiva que no nos hace falta más que leer un par de frases para poder conocerlos.
Es una novela rápida de leer, son 215 páginas, y la historia que se nos cuenta (aunque en ocasiones queramos matar a algún personaje) es bonita y agradable.
El final no me sorprendió pero me pareció perfecto y muy tierno.

Esta obra publicada en 1945 es una comedia con tintes románticos en la que se refleja como el amor puede traspasar cualquier frontera.

La protagonista Lucy Muir o como la llaman todos “pequeña señora Muir”, treintañera y recientemente viuda se considera una mujer en toda regla en contraposición a lo que opina la familia de su esposo, los cuales la ven como una joven pobre y desvalida.

Agobiada por las deudas familiares decide irse a otro pueblo con sus dos hijos y alquilarse Gull Cotage, una casita ubicada en el pueblo costero de Whitecliff. Según cuentan los habitantes de allí, la casa está encantada y el espíritu de su antiguo dueño, el capitán Daniel Gregg permanece dentro.

La relación que llegan a entablar Lucy y el capitán es tan tierna que hará que adores este libro, él se convertirá en su mayor apoyo y en su consejero.

Unido al argumento, esta edición de la editorial Impedimenta es una delicia, ya sólo con ver la portada y la sobrecubierta quedas maravillado, además la novela no es extensa, sin duda un clásico que recomiendo tener en la estantería.

4🌟 Lucy, la "pequeña señora Muir", es una mujer que hasta ahora siempre ha vivido como se esperaba de ella. Se casó joven y ha mantenido una vida siempre gobernada por los demás. Tras enviudar, dejándole su marido una renta bastante escasa y deudas por todas partes, se encuentra con dos hijos pequeños y teniendo que tomar una decisión: o buscarse la vida por sí misma o quedarse a la sombra de su suegra y su cuñada, manteniéndose al son que le toquen. Decidió lo primero. Visita un pueblecito costero inglés, Whitecliff, para buscar un alquiler acorde para ella y sus dos hijos. En esa búsqueda se encuentra con Gull Cottage, una casa que le resulta idónea y a precio bajísimo. Resulta que todo el mundo que la alquila sale pitando de allí, debido a que el fantasma de su anterior propietario, el capitán Daniel Gregg, los echa a poco de entrar a vivir. Pero a Lucy le ha convencido demasiado esa casa como para irse así como así. Crea un pacto con este fantasma y la convivencia deriva en una relación especial; este espíritu la acompaña, le da apoyo y le aporta perspectivas nuevas de la vida, mientras que ella le ayuda a él a dejar sus asuntos como deseaba así como un fuerte anhelo de haberla conocido en vida.

He disfrutado mucho de esta lectura. Una historia muy amena, original en su argumento, con un humor atrayente, su toque romántico agradable y unos personajes muy carísmaticos; incluyendo además algunos mensajes interesantes. Un libro que cierras dejándote buen sabor de boca. La recomiendo.

La de Lucy Muir y el capitán Gregg es una historia corta y entrañable, a caballo entre el romance y la fantasía, con toques de humor. Es reconfortante encontrar un libro que consiga ser tierno sin caer en clichés, o que sea ligero y entretenido sin llegar a pecar de frívolo.

Huraño pero de buen corazón, el capitán Daniel Gregg es el fantasma que embruja Gull Cottage, y probablemente el personaje más memorable del libro. En muchos sentidos es opuesto a Lucy Muir, la protagonista y nueva dueña de esta casita en un pueblecito costero inglés. Lucy es un personaje que me ha generado sentimientos encontrados: aunque intenta superar su carácter tímido y dócil para ser más asertiva, en muchas ocasiones me ha seguido pareciendo demasiado influenciable. Supongo que se la puede considerar una mujer decidida para la época, pero un lector contemporáneo detectará un desequilibrio de poder bastante sexista en su relación con los personajes masculinos.

En algunos momentos, El fantasma y la señora Muir cae en un sentimentalismo excesivo (especialmente durante la segunda parte, en la que la protagonista sufre el clásico enamoramiento exprés y desproporcionado). La historia salta a través de las décadas de una forma que a veces resulta un poco precipitada, hasta un final que no por predecible deja de ser conmovedor.

Una novela agradable y amena, que se lee rápidamente y que aunque está lejos de ser perfecta, resulta una lectura sencilla y que deja un buen sabor de boca.
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Lucy Muir mujer sencilla viuda y "poca cosa" Así nos describe la autora de la novela a nuestra protagonista; que agobiada por las deudas decide alejarse del control de su familia política y empezar de nuevo junto a sus dos hijos en un lugar diferente buscando una independencia y una nueva oportunidad para empezar a vivir a su manera.

Queda prendada de Gull Cottage, una casa ubicada en un pueblecito costero. Todo es perfecto hasta que se da cuenta de que tendrá que compartir techo con Daniel Gregg, su antiguo dueño y por si ésto fuera poco, resulta que el capitán es ni más ni menos que un fantasma.

Es una historia tierna, con cierto toque de humor inglés. de lectura rápida y entretenida.

Me ha encantado la relación tan bonita que se forja entre Lucy y el capitán y como éste ayuda a la viuda a construir su propia vida.

Es una novelita corta, unas 200 páginas aproximadamente. Totalmente recomendable y con un final absolutamente maravilloso.

Leer esta novela ha supuesto un soplo de aire fresco. Soy una lectora muy fácil de encandilar cuando se encuentra con títulos o tramas que contienen criaturas relacionadas con leyendas de misterio, por lo que en cuanto me topé con este título poco tardé en adquirirlo. Como digo, me he encontrado con una historia que me ha gustado tanto como esperaba. La señora Muir es una mujer cansada de su vida actual, por lo que, recientemente viuda, busca dar por fin el paso que tanto teme, mudándose al pueblecito de Whitecliff. Allí, insistirá en adquirir una residencia abandonada sobre la que pesa la leyenda del fantasma del capitán Gregg. Poco tardará en descubrir que dichos rumores son ciertos, pero será difícil para el capitán echar a la nueva inquilina, pues Lucy Muir es una mujer llena de miedos a la par que valentía y eso es algo que ni siquiera ella misma sabrá al principio.

El capitán Gregg aportará a la vida de Lucy dosis de valentía, ironía (traducida en risas para el lector), alegría y amor. Es una lectura ágil. No pierde el ritmo en ningún momento, no se hace pesada y a pesar de tener una premisa bastante vista en apariencia, los sucesos y conversaciones que el capitán y Lucy van intercambiado se vuelven muy agradables de leer. Es una historia capaz de alegrarte el tiempo que le quieras dedicar. Está llena de ternura, nostalgia y valor. Habla incluso de cumplir sueños y de luchar por lo que uno realmente desea en el tiempo que se nos ha dado. He disfrutado mucho leyéndola. Quizá me ha faltado algo más de ese amor que promete, pero me hace preguntarme si la autora, que escribe bajo seudónimo, no lo censuró en cierto grado debido a la época. A pesar de ello, me ha gustado un montón y he acudido a ella siempre con muchas ganas. ¿Qué bonito es que una novela consiga darte la mano así, verdad?

Tras enamorarme de esta editorial con 𝑬𝒍 𝒗𝒆𝒓𝒂𝒏𝒐 𝒆𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒊 𝒎𝒂𝒅𝒓𝒆 𝒕𝒖𝒗𝒐 𝒍𝒐𝒔 𝒐𝒋𝒐𝒔 𝒗𝒆𝒓𝒅𝒆𝒔, me adentré con ilusión en esta segunda lectura Impedimenta. Cierto que iba con un poco de miedo, pues no sabía mucho qué esperar. ¿Sería una historia de terror con toques góticos? ¿Una novela rocambolesca de amor apasionado? ¿Un drama con trasfondo psicológico? Poco importaba, ya que disfruto abrir una nueva lectura con un conocimiento previo prácticamente nulo. Y me ha sorprendido. Las primeras páginas no dejaban de recordarme la maravillosa 𝑹𝒆𝒃𝒆𝒄𝒂 de Daphne du Maurier. No obstante, pronto toma otro camino.

Y aunque esta obra de 1945 se describe a menudo como una comedia romántica, no me ha parecido que el segundo aspecto tuviese ningún peso. No quiero decir que no se habla de amor. Pero es el amor por sí mismo el que predomina. La protagonista debe, y necesita, aprender a escuchar sus propios deseos.

En rasgos generales, es una historia ligera con la que he disfrutado y no descarto ver la película de Joseph L. Mankiewicz en un futuro. El final me ha parecido un poco "descafeinado" y flojo con respecto a la profundización de nuestra señora Muir, pero a penas le ha quitado el buen sabor de boca al conjunto.

Es una novela muy bonita. Parece escrita específicamente para hacer una película, con mucho dialogo y mucha descripción, pero la lectura es cómoda y te ayuda a situarte perfectamente en cada momento.
Si te gustan las comedias de cine clásico, este libro te va a encantar porque sin ser nada espectacular, te lleva en un delicioso viaje que termina con una sonrisa y una sensación de paz maravillosa

Me he sentido muy identificada con Lucy; creo que nuestra personalidad está experimentando un proceso similar en lo que se refiere a poner límites y tomar nuestras propias decisiones.

Es por esto también que creo que a muchas nos vendría bien tener la voz del capitán Gregg en la cabeza; al menos, esta desarrollar la nuestra. La relación entre ambos personajes me ha encantado y se que volveré a ellos en otro momento.

No es un libro de grandes acontecimientos, sino de personajes; donde lo importante es la evolución de cada uno y entre ellos.

Si quieres un libro de confort que te caliente el invierno y, a veces, sientes que la vida te sobrepasa; te lo recomiendo mucho.

El Fantasma Y La Sra. Muir, de R.A. Dick, pseudónimo de Josephine Aimee Campbell.
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Lucy Muir, con solo 30 años acaba de enviudar y quiere, junto a su hijo e hija, empezar una nueva vida. Está cansada de que todo el mundo le diga lo que tiene que hacer, algo que viene soportando desde que nació.
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Quiere coger las riendas de su vida pero sus cuñadas no se lo van a poner fácil, ya que pretenden seguir diciéndole cómo, cuándo, dónde y porqué hacerlo todo.
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Lucy quiere alquilar una casita lo más cercana posible a la playa.
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El día que dedica con el agente inmobiliario a visitar las disponibles, se da cuenta de que se las enseña todas menos esa tan hermosa junto al acantilado. Cuando le pregunta el porqué de no querer enseñársela le dice que "esa casa no es para ella" y esto es lo que hace que termine de decidirse. Lo obliga a llevarla hasta allí, entra en la casa y no encuentra nada raro. Es entonces cuando el hombre acaba confesándole que la casa está encantada y que ningún inquilino ha aguantado más de una noche.
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Lucy decide pasar una noche sola en Gull cottage y si todo va bien, porque ella no cree en fantasmas, no podrá negarse a alquilarsela.
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Lo que ocurre esa noche, marcará el resto de su vida y de la (no) vida del Capitán de la mar (bravucón y mal hablado) que habita en ella y que no desea que su casa se llene de gente extraña ¡¡¡ y mucho menos de niños!!!
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Es tan deliciosa esta historia que es para leer, releer y volver a leer.
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No esperes una novela romántica, es fresca, simpaticota y te deja ese buen rollito de haber conocido a dos almas que se han encontrado y que se han reconocido.
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Amistad, respeto, igualdad. Magia.
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