Una novela infantil que enseña más allá de la fantasía que contiene en su interior. El hecho de que anime a los niños a leer, descubriendo nuevos mundos y aventuras, es un punto a favor. He leído este libro con dos niños pequeños a los que cuido, y han quedado tan fascinados que lo quieren volver a leer. ¿No son acaso ellos los mejores críticos? Si analizamos el libro desde otra perspectiva, vemos claramente las caricaturas que crea Roald Dhal, y esa crítica suya tan característica a la sociedad y sus fallos. Los personajes resultan entrañables y divertidos, a la par que grotescos en algunos casos. Sin duda, os la recomiendo para leerla ua seáis adultos o queráis disfrutar de un buen rato con vuestros hijos. |