Todos los fuegos el fuego

El principal problema del que adolecen la mayoría de los libros de relatos es que tienden a ser irregulares, contando con historias muy interesantes, y otras totalmente prescindibles. Afortunadamente, esto no ocurre con esta obra de Cortázar, en la que todas y cada una de las 8 piezas que la componen brillan con luz propia.
Me han gustado especialmente los dos primeros relatos: "La autopista del sur", por contar de forma creíble y natural una trama totalmente absurda; y "La salud de los enfermos", por llevar al extremo una situación que podría ser totalmente natural, como es el tratar de ocultar una desgracia a una persona de salud delicada.
No voy a entrar a analizar el estilo de Cortázar, ni su obra, porque además de que me podría quedar corto, poco podría añadir a lo que ya se ha dicho.
Sin más que añadir, invito a que todos los que no estéis familiarizados con la obra de este escritor argentino (aunque nacido en Bélgica), le deis una oportunidad.

Todos los relatos son diferentes entre sí pero muy interesantes. Quizá destaca por su originalidad ‘La autopista del sur', por tratarse de un tema muy común e incluso vulgar como es un atasco en la carretera, pero que magistralmente Cortázar convierte en una historia original y que te hace querer continuar leyendo el resto de cuentos.

‘La isla al mediodía' es un relato extremadamente breve pero también destacable porque es muy evocador: se trata de un viaje a una isla griega, y sus bellísimas descripciones nos abren las puertas del Mediterráneo de una manera triunfal. Cabe preguntarse cómo es posible en un relato tan corto la capacidad para hacernos sentir allí mismo, en aquella isla de Grecia.

Además, la usual ligereza de la lectura de relatos cortos se ve mejorada por el autor con una especie de capítulos o partes en las historias más largas, por lo que al leer el libro, es mucho más fácil para el lector y más cómodo.