No soy un monstruo

Iba con miedo a enfrentarme a esta novela, no he dejado de oír cosas buenas sobre ella desde el momento de su publicación, así que tenía las expectativas por las nubes.

La lectura ha resultado muy adictiva y bastante angustiosa también.

Tenemos ante nuestros ojos a la jefa de policía Ana Arén, responsable de la investigación del caso de unos niños que han sido secuestrados en un centro comercial de Madrid.

A través de ella descubriremos su vida, sus amistades y el ritmo frenético que surge en un caso de este calibre. Comprobaremos de primera mano la presión a la que son sometidos los cuerpos policiales y seremos testigos de todo con lo que tienen que lidiar hasta llegar a atar cabos.

La primera mitad de la obra es más lenta y es la que menos he disfrutado, ya que considero que mete muchas páginas de relleno narrando determinadas cuestiones que no aportan nada a la trama y desconectan de la historia. (Aún me estoy preguntando a qué ha venido narrar la vida de la bisabuela de la protagonista para describir que es rubia...) Lo bueno es que los capítulos son breves y no llevan demasiado esfuerzo leerlos.

Otra cosa que no me ha convencido es que se nota que se ha informado y documentado para llevar a cabo la trama y eso, a priori, no es malo, pero me ha dado la sensación de que, cada vez que tenía oportunidad, metía una serie de datos técnicos que me sacaban de la trama para dejar bien claro que ella sabía del tema.

A partir de la mitad del libro, la autora se centra en la investigación y no se va por la ramas con detalles innecesarios, el lector se engancha al instante a toda la trama y a toda la investigación policial, no queriendo soltar el libro bajo ninguna circunstancia. En este momento el enganche es real y la autora logra que te involucres en todo lo que está ocurriendo, transmitiendo tensión y angustia de manera magistral.

En cuanto al final, me ha sorprendido enormemente, no me lo esperaba, me dejó boquiabierta y lo disfruté mucho. Me encanta cuando los autores me sorprenden con giros bien realizados y sin dejar cabos sueltos. Eso hace que el libro me guste más todavía.

En un centro comercial ha desaparecido Kike, un niño pequeño que se ha detenido a mirar un escaparate y se ha soltado de la mano de su madre un momento. La inspectora jefa del grupo de menores del SAF (servicio de atención a la familia de Madrid), Ana Aren, es la encargada de investigar esta desaparición, que le recuerda a otro caso similar, el de Nicolás, ocurrido hace unos años, en el mismo lugar, un niño de la misma edad y con un cierto parecido físico. El secuestro quedó sin resolver y podría ser la vuelta de Slenderman, así es como bautizó la prensa al secuestrador.
Así es como empieza No soy un monstruo, con capítulos cortos y alternando la narración las dos protagonistas, la inspectora Ana Aren y su amiga la periodista Inés Grau, conocida periodista de informativos de televisión y autora de un libro de éxito. Iremos conociendo la investigación, y también el tratamiento dado al caso por los medios de comunicación. También son personajes importantes Javier Nori, el subinspector del grupo de menores del SAF, y Joan, amigo de Ana y hacker informático que ayuda en el caso.

La trama tiene giros inesperados y un final sorprendente. Refleja la angustia de las madres muy bien, puedes sentirla en algunos momentos.
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Se podría decir que llego tarde a reseñar este libro ya que fue una de las grandes revelaciones literarias del año pasado, en lo que a novela negra se refiere, pero este blog tiene escasamente dos días de vida, así que aquí está mi excusa.

Os voy a hablar de esta primera novela de Carme Chaparro, cuando ya se ha publicado su segunda parte. Estoy convencida de que la mayoría de los que me leéis la conoceréis y seguro ya habréis devorado (como hice yo en apenas unos días). Pero si sois de esas personas que aún no os habéis lanzado con ella, así hago un dos por uno, y con esta recomendación os animo a leer su segunda parte también.

Puedo presumir de que sigo la trayectoria de Carme desde hace muchos años, leyendo sus artículos y viéndola en el informativo, he crecido con ella prácticamente y de ahí mi admiración. Por eso, una parte de mi sabía que llegaría el día en el que se lanzara a escribir una novela, y cuando se anunció que así sería y que además venía acompañada por el Premio Primavera de Novela, ya os podéis imaginar mi alegría.

Se de la reticencia de muchas personas a leer algo escrito por presentadoras o presentadores, la conozco, pero en muchas ocasiones no entiendo el porqué, ya que os aseguro que os perdéis historias maravillosas por simples prejuicios.

Pero vamos a lo importante, “No soy un monstruo”. Ya de primeras es un título muy llamativo, que invita al lector a descubrir el motivo de que alguien tenga que afirmar tal cosa.
La novela comienza con la desaparición de un niño en un centro comercial. Si ya es trágico de por sí, hay que sumarle que dos años antes, otro niño desapareció en similares circunstancias y nunca llegaron a dar con su paradero. A partir de aquí conoceremos a nuestra protagonista, Ana Arén, quien se encargará de resolver este caso (o no).

Además, también nos encontramos con Inés Grau, amiga de Ana y reportera de televisión, mediante la cual, la autora nos da a conocer su profesión, el periodismo y cómo se desarrolla la vida en este “mundillo”.

Esta historia consigue atrapar al lector desde el primer capítulo, ya que nos encontramos con una novela con personajes muy bien definidos, y una trama muy bien hilada. Además, se suma la empatía que el lector pueda sentir hacia la familia de estos niños desaparecidos, y desear en todo momento que la historia termine con un buen final para ellos/as. Yo no soy madre pero entiendo lo angustioso que tiene que ser que tu hija o hijo desaparezca en estas circustancias,de ahí que esta novela te mantenga con un nudo en el estómago desde principio a fin.

Y todas y todos os preguntaréis si finalmente hay un final feliz, pero para ello tendréis que leer la novela, y os aconsejo, que tengáis a mano su segunda parte “la química del odio”, porque estaréis deseando saber qué ocurre con los personajes después de tan impactante final.
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Una novela llena de emociones que te pondrá la piel de gallina.


Tal y como dice la sipnosis todo comienza en un centro comercial. Alguien está acechando entre el bullicio de la gente, esperando el momento oportuno, buscando el más mínimo despiste de un ajetreada madre para arrebatarle a su pequeño. No puede ser de otra manera, tiene que ser un niño y tiene que ser así. Porque seguro que esta vez funciona, y una vez todo comience, ya no hay marcha atrás.

Ana Arén, inspectora jefa del SAF, Brigada provincial de la policía judicial de Madrid, está completamente desorientada. ¿Es cierto lo que acaban de decirle por teléfono? ¿Otro niño desaparecido?, ¿en las mismas circunstancias, en el mismo sitio y... con características físicas parecidas a Nicolás? ¿Slenderman otra vez? No, no puede ser, no otra vez, esto debe ser una pesadilla, pero allí se dirige tan rápida como puede.

Por otro lado Ana no es la única que recibe esa fatidica llamada. Inés Grau, presentadora y periodista del Canal 11, estaba en una reunión cuando su teléfono sonó y le comunicaron la noticia. Realmente es una muy mala noticia, pero ese es su trabajo, ¿no? A veces cree haberse equivocado de trabajo, pero realmente por muy desagradable que sea, es lo suyo. Y ahora tenía que llegar allí antes que nadie y dar la gran exclusiva, la información es filtrada y no hay tiempo que perder, además, si es cierto lo que ha escuchado, el caso se parece demasiado al de Nicolás.

Cada segundo cuenta para poder resolver el enigma, Ana no está dispuesta a perder otro niño, ya sufrió bastante hace dos años con la desaparición de Nicolás, y esta vez Kike es su prioridad, más que cualquier otra cosa. Por ello recurre a su amigo Joan, un impresionante hacker, que les ayuda extraoficialmente en sus investigaciones. Con unos pequeños retoques Joan ha conseguido maravillas con el programa NeuroQwerty y con él van a intentar llegar hasta el secuestrador.
Y no hay tiempo que perder, porque si la noticia de la desaparición de Kike es nefasta lo peor está aun por llegar: otro niño ha desaparecido, mismas características y circunstancias, pero a este niño lo conoce desde que estaba en la barriga de su madre. ¿Soportará Ana tanta presión? ¿Descubrirá junto a sus colegas toda la trama que se esconde detrás de las desapariciones?

La novela se desarrolla en un actual Madrid, narrada en capítulos encabezados por el nombre del protagonista del que va a tratar cada uno. Si bien son varios los protagonistas de la historia, yo me he centrado en los principales y más importantes.
Es muy interesante que haya utilizado a varios personajes para el desarrollo de la historia, eso hace que el lector sea el único que conozca todas y cada una de las perspectivas de los personajes y por tanto que conozca toda la información.

La historia es verdaderamente real, es decir, las descripciones e información recibida durante toda la lectura es tan sumamente concisa y escrupulosa que la hace real.
Su escritura es ágil, fresca y directa, nada de detalles ni enredos innecesarios en la historia. En cuanto al narrador, salvo en los capítulos en los que Inés sea la protagonista y los narra ella misma persona, se presenta como un narrador omnisciente.

He disfrutado mucho de este maravilloso libro. Me he llegado a emocionar bastante con alguno de sus personajes y por supuesto con su historia. Por desgracia la desaparición de niños es algo que lo vivimos aun a día de hoy, y desde mi perspectiva es una muy buena historia para comprender la gravedad de un caso así.

Hay otro punto del libro que me ha puesto la piel de gallina, y es el nombre al que llaman al secuestrador, es una leyenda urbana sí, pero desde que la conozco siempre me ha dado un pelín de repelús, y más desde que en un videojuego volví a ver la «cara» de Slenderman. ¡Me da mucha grima!

No tengo nada negativo que aportar a este libro, pero si que es cierto que, quizás, la autora se enrolla un poco en la historia de la descendencia de Ana, aunque al fin y al cabo es importante, ya que por ello sabemos que tiene el carácter que tiene y demás cosas de su personalidad.

En conclusión, un libro emocionante y actual, recomendado para todos los lectores, sobre todo a los amantes de las novelas policíacas.
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Es la primera novela de Carme Chaparro y debo decir que ha superado todas mis expectativas. Tanto la trama como la personalidad de los distintos personajes del libro están muy bien desarrollados, con una fluidez asombrosa y con giros inesperados. Hasta el final de la obra no sabía bien quien era el culpable ya que me hizo dudar muchisimo y en parte me ha gustado ya que ha mantenido la tensión hasta el final. Una de las mejores novelas policíacas que he leido.
He visto que la novela tiene continuación con la inspectora Ana Aren e imagino que con un nuevo caso. Espero que este a la altura de este ya que me encanta su personaje.
5/5

Me ha tenido hasta las tantas de la madrugada, no podía soltarlo, necesitaba saber más. He sufrido mucho, muchísimo, me tenía en un estado de ansiedad y congoja continuo. He conectado con sus personajes, están muy bien elaborados, el sufrimiento de Ana era el mío. Y para mi ha resultado imprevisible, al final nada es lo que parece, y entre todas mis cábalas bo estaba ésta. Quizás no lo volveré a leer, soy muy sensible a daño en niños y animales, y me ha supuesto un mal rato gordo, pero no me arrepiento de haberlo leído. Está narrado de manera ágil. Por todo esto se ha hecho un huequito en mi memoria lectora y le doy ⭐⭐⭐⭐⭐ de 5. Chapeau Carme.

Tremendísimo final para un libro que me ha tenido en vilo desde el principio. ¡Simplemente me ha encantado! No me esperaba un final así ni en mis mejores apuestas y la historia ha dado un giro de 180 grados en el último momento.
Un libro lleno de diálogos que lo hace muy ameno y dinámico durante su lectura con capítulos cortos y diferentes situaciones de los personajes en un mismo día pero para nada lioso.
Lo recomiendo el 100%.

Estaba en un momento en que quería leer literatura en español contemporánea y me acerqué a este libro. Es muy entretenido y engancha, aunque no deja de tener ese deje de noticiario, deformación profesional de la escritora, deduzco, que me echaba para atrás. Quitando eso, el libro muy bien hasta el final, que me dejó fría. al final, creo que termina siendo previsible

Un niño desaparece del mismo centro comercial donde dos años atrás despareció otro sin dejar rastro. La policía se pone de inmediato a intentar a resolver el caso, a la vez que la prensa comienza a informar sobre el caso.

A lo largo de las páginas de la novela veremos los problemas con los que se encuentra la brigada responsable de localizar al pequeño. No sólo tienen que estudiar cada pista para resolver el caso y recuperar al niño rápidamente, si no que tendrán que hacer frente a la creciente alarma social y a la presión de los medios de comunicación. Como si no suficiente, los superiores de Ana quieren soluciones inmediatas y reciben presiones desde las altas jerarquías. La autora nos irá describiendo el mundo policial, en el que algunos aún no aceptan del todo a la mujer como un igual, y nos presentará a un grupo de hombres y mujeres que se dejan la piel para realizar su trabajo.

Mientras avanzamos en la lectura la narración realizará varios giros y nos iremos encontrando con diferentes sospechoso, y no tendremos demasiado claro de quien hay que sospechar y de quien no, manteniendo de esa forma el interés por lo que se nos cuenta. El final me ha parecido impactante y no me lo esperaba, aún así está muy bien argumentado y todos los hilos quedan bien cerrados

Me ha gustado mucho la forma de escribir de la autora. Los capítulos cortos pero intensos, y su idea de ir intercalando los narradores, hacen que la lectura sea muy interesante y que te mantenga en vilo todo el tiempo. al intercalar otras historias con la trama principal, permite que la lectura sea más amena y llevadera a pesar del tema que se trata.


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No es que el libro tenga gran valor literario, pero sí tiene mucho « ángel »: es una novela de suspense que te atrapa desde la primera página y que va mejorando en interés a medida que se avanza en la lectura. Una buena novela del género y muy entretenida.

La trama torna alrededor de la desaparición de un niño(s) de 4 años. A mi no me gustan las novelas que implican sufrimiento hacia los niños, les tengo tirria. Pero aquí la autora le da justo el morbo necesario con la consecuente empatía hacia el caso para que la lectora sensible no se espante.

Conoceremos un nuevo personaje protagónico y femenino ! La policía Ana Arén con su historia personal interesante y tremenda. El género policial abunda en detectives recios e interesantes, todos marcados por la vida, algunos entrañables (acabo de terminar la excelente serie TV avec Harry Bosch, personaje de Michel Connelly que me encanta), pero no abundan las mujeres y se entiende porque se lleva una vida de perros.

Ana Arén tiene una historia personal interesante y conmovedora. Es tan bonita y rubia que llegando a la Academia de Policía se tiñó el pelo de oscuro para hacerse respetar mejor. Es una excelente poli que no cuenta sus horas de trabajo, respeta a sus colaboradores y por ende, casi no tiene vida personal. Posee un alto nivel de inteligencia emocional, sabe ser empática. Pero sabe también enojarse con ganas, y tener mala leche cuando es necesario. (como no tener un pensamiento hacia otras entrañables policías femeninas como Petra Delicado (de Giménez Barttlet) y Amaia Salazar (de Dolores Redondo).

La trama, decía, está construida alrededor de la desaparición de niños, todos cortados por la misma tijera : morenitos y alrededor de 4 años. Los personajes que transitan en torno a Arén, están muy bien descritos, especialmente su amiga la periodista Inés que probablemente conlleva mucho de la autora ya que ejerce la misma profesión, trabajo y centros de interés. El interés del libro (fuera del buen suspense porque el libro está muy bien « armado ») reside en el perfecto dominio por parte de la escritora de la interfase entre periodismo, actualidad, medias, redes sociales, técnicas numéricas, etc; se nota la facilidad con la que Chaparro escribe sobre ciertos temas. Interesante. Hay también bastante psicología.

Lectura recomendable para los que aprecian un buen policial bien actual.
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