La voz dormida

«Palabras que estuvieron siempre ahí, al lado, dispuestas. La voz dormida al lado de la boca. La voz que no quiso contar que todos habían muerto».

Qué decir de esta historia. Una historia que es la de tantas y tantas personas en los años de la guerra y la posguerra. Personas encarceladas y fusiladas por sus ideales. Sueños rotos. Familias rotas. Y, como las protagonistas de esta historia, mujeres fuertes y valientes que decidieron que ya estaba bien de aceptar el papel de ama de casa, mujeres trabajadoras y luchadoras que se unieron a la guerrilla y jamás dejaron de creer en la libertad.

Leí La voz dormida hace muchos años, en el instituto, pero ha sido en esta relectura cuando realmente he sido consciente de todo lo que plasma Dulce Chacón en esta historia. Como bien dice la sinopsis, hay libros que son imprescindibles en la vida y La voz dormida es uno de ellos. Porque, para no repetir la historia, hay que conocerla. Y hay que saber que en esos años moría gente de hambre, morían torturados, apaleados y fusilados, muchos al grito de «¡Viva la República!». Y a mí se me encoge el corazón al pensar en todo ese sufrimiento y en esas vidas dominadas por el miedo simplemente por pensar diferente. Vidas que se acabaron pronto, o que pasaron la mayor parte de sus años en celdas viendo a sus familiares a través de una reja una o dos veces al año, hijos que nacieron en la cárcel y se quedaron huérfanos nada más nacer porque fusilaron a sus madres después de amamantarlos durante unas semanas, madres que no pudieron enterrar a sus hijas e hijos. Una época dominada por la incertidumbre, la pena y el dolor. Pero, a pesar de todo, nunca dejaron de amar.

De todo eso y mucho más habla La voz dormida a través de un grupo de un grupo de mujeres encarceladas en la prisión de Ventas, meses después del fusilamiento de las Trece Rosas. Es una lectura para sentir, para reflexionar y para llorar. Como ya he dicho, imprescindible. ღ

«Pero ya no tiene miedo. Lo perdió, al igual que las lágrimas».

Una novela muy dura, que relata los horrores de la guerra civil Española en una cárcel de mujeres.
El libro te hace sentir el odio, maltrato y humillaciones por las cuales pasaron estas mujeres.
Percibirás la fuerza y amistad que tenían estas mujeres y el gran amor que se tenían las hermanas protagonistas.
Lo que más me gusto fue la valentía y fuerza de estas mujeres las cuales sabían cual era su destino, unas la muerte otras años y años de cárcel. (También investigue un poco)
Un libro muy muy recomendable, un consejo tener pañuelos a mano.
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Esto es una Obra Maestra.
Los retratos tras los barrotes son de una claridad aplastante. Cada episodio, cada momento, los silencios, las angustias, las penas, las (aunque pocas) alegrías; el poder del amor incondicional, la lucha, la entrega; todo lo vives como si fueras parte directa gracias a una prosa desprovista de florituras pero cargada de intención.
Me tocó el alma y me la zarandeó.
Gracias Dulce Chacón por escribir de verdad, la verdad.

La voz dormida, de Dulce Chacón

Pepita, Hortensia, Reme, Tomasa, Elvira, Paulino, Felipe, la Zapatones, Tensi, Benjamín, don Fernando… son algunos de los protagonistas de una novela llena de amor verdadero e inocente. Llena de dolor y de esperanza; de convicciones, de miedo, de susurros y de anhelos. de escasas sonrisas, pero de sonrisas ciertas; de realidad, de paciencia, de resignación.
La trama se desarrolla en una dura posguerra, tras la guerra civil española; en el tiempo en que los perdedores todavía no se sabían del todo perdidos, y los vencedores exhibían una crueldad extrema respaldada por su victoria. Dicen que la historia la escribe el vencedor; en este caso son los vencidos los que la revelan tal como es: cruda y sin adornos. Ni es mejor, ni es peor: es historia y es cierta.
Una trama que narra la situación de muchas mujeres que lucharon por sus ideales, que se pusieron en peligro por sus seres amados y por otros que, sin serlo, formaban parte de su presente. Una historia que cuenta las desventuras de un grupo de estas que estaban encarceladas en la prisión de las Ventas de Madrid, donde algunas lo perdieron todo, otras sobrevivían con la incertidumbre de si volverían a ver a los suyos o de si quedaría alguno esperándolas a su salida; y en la que otras, otras lo hacían con la triste certeza de que nunca saldrían de aquel cautiverio, bien por que habían sido condenadas a muerte, bien porque pesaba sobre ellas la condena de una enfermedad sin cura.
Nos describe, con firmes y grises pinceladas de aspereza, ausencias sin despedidas, exilios forzados para conservar la vida, y reencuentros inesperados unos y muy deseados otros. Y todo sin drama, con la resignación del que se sabe que las cosas son como son.
Una historia que la Chacón crea y convierte en extraordinario relato gracias a los testimonios de muchos de los que vivieron en primera persona tales calamidades (también en nombre de los que no pudieron hacerlo).
Termino de leerlo con lágrimas en los ojos, no solo porque sé que lo que este libro (de poco más de cuatrocientas hojas) cuenta es verídico, sino porque la forma en la que nos lo muestra es sublime, es intensa, es cercana y es diferente. No maquilla lo feo, no disimula el dolor, no; lo muestra tal como es, porque así debe ser: para que no se olvide.
Esta crónica no pierde intensidad por el hecho de que adelante acontecimientos impactantes de la intriga; no, no importa, pues su capacidad de narrar las aventuras de estos personajes, despierta tal interés que eso es lo de menos. Su prosa, su manera de transmitir lo que siente cada héroe (y no son pocos), invita a devorar página tras página: la semilla de la curiosidad germina en el lector ya en sus primeros párrafos.
La voz dormida es, desde mi punto de vista, una novela de lectura necesaria. Escrita por una gran autora que ya no está en este mundo, aunque su huella y su recuerdo seguirán indelebles a través de sus palabras. Muchas gracias, Dulce Chacón, donde quiera que estés.

El miedo es la mordaza más efectiva bajo la que dormitan todas las voces que, se ha decidido, están en el bando equivocado.

Dulce Chacón las despierta, las libera en un tiempo en el que lo que queda ya es contar, conocer, aprender, no querer repetir.

La voz dormida retrata un tema al que ya me han llevado otras novelas: la guerra civil española, pero lo hace dando protagonismo a las mujeres. Esas que también jugaron su papel en primera línea, esas que arriesgaron su vida, esas que la perdieron, esas que no querían saber de nada pero hacían de todo por los suyos, esas que perdieron años de su vida y esas que perdieron muchísimo más que eso. Esas. Todas. Incluso las que no menciono y estuvieron.

Un libro que habla de sororidad, de sufrimiento, de legado, de una guerra interminable.

Dulce puso una prosa cercana a la poesía y capítulos cortos, yo puse la emoción y la angustia, dando vida entre las dos a una historia basada en testimonios reales del bando de los vencidos. Los vencidos. ¿Acaso en una guerra gana alguien del pueblo? Rotundamente, no.

En las guerras no hay ganadores. Todo el mundo pierde.

Nos encontramos en la cárcel de Ventas donde un grupo de mujeres en la postguerra están encarceladas, el grupo que resiste a las humillaciones ejercidas por carceleras y religiosas está liderado por Hortensia, que a su vez tiene a su marido con la resistencia republicana en el monte y a su hermana Pepa ayudándola con apoyo pero en silencio.

La novela nos muestra lo crudo que fue vivir en la postguerra de nuestro país, una época enmarcada por el miedo, los silencios, porque cualquier comentario, cualquier envidia convertida en chivatazo podía ser una sentencia de muerte. Una época en que no se sabía si los seres queridos estaban vivos o muertos y los que tenían el poder abusaban de ello.

Empecé la novela sin disfrutarla al 100% porque tenía fresca la película y no contaba con el factor sorpresa, puesto que está narrada de forma particular, pero a medida que avanzaba la historia la vivía y emocionaba, ese retrato de la cárcel de mujeres, la sororidad y hermandad, no dejarse caer unas a otras porque la desesperación en soledad era lo peor que podía pasarles.

Es una novela imprescindible para no olvidar que pasó y aprender de nuestros errores.

Hay libros que son tan necesarios e imprescindibles para entender nuestra historia…y La voz dormida es uno de ellos. Hablamos de ficción histórica basada en testimonios reales y en ella, Dulce Chacón nos sumerge de lleno en los años más difíciles de nuestra sociedad española contemporanea.

Con La voz dormida aprendemos el verdadero significado de la palabra sororidad. Sus protagonistas son mujeres valientes que afrontan sus vidas asumiendo riesgos, aunque vivan con miedos y angustias capaces de devorarlas en muchas ocasiones. Tomasa, Reme, Pepita, Hortensia… son las voces de muchas mujeres que lucharon por una sociedad más justa, son las voces representativas de aquellas que no pudieron hablar porque fueron silenciadas o de aquellas que no les dio tiempo a contar; voces llenas de experiencias crudas. A su vez, la novela nos muestra una sociedad rota y dividida por varias ideologías, pero también una sociedad neutra que solo quiere vivir con calma, libertad y sin miedo a represalias.

Para mí este libro ha significado mucho. En sus personajes he visto reflejada la vida de nuestros abuelos y bisabuelos; unas vidas que sin querer se les escapaba de las manos…esperando reencuentros, esperando un fin, esperando tranquilidad, esperando seguridad, esperando un futuro mejor…y así corrieron los años de muchas personas…en espera. Y aunque esa pesadilla haya terminado y haya quedado en nuestra Historia, novelas como las de Dulce Chacón nos ayudan a no olvidar, a ser más conscientes, a aprender y a no dejarnos llevar por discursos separatistas llenos de odio que tanto parecen estar a la orden del día. Queridas, la Guerra Civil Española también lleva nombre de mujer, y aquí está Dulce Chacón para contárnoslo.
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Hacía tiempo que quería leer esta novela, ya me había adentrado en otras historias de la guerra civil y de la postguerra. Es una época que me resulta, no solo interesante, también imprescindible para aprender y no olvidar. La historia siempre enseña, solo has de querer acercarte a ella.

☆ Presas política de la represión franquistas, se cobijan en el susurro de su voces para seguir luchando por la dignidad y por su libertad. Hortensia, Elvira, Reme, Pepita, Tomasa, Tensi, Sole, Amalia... cada una con sus propias miserias, torturas, penas, silencios, miedos y cada una refugiándose en las demás.

☆ Dulce Chacón tardó dos años y medio en escribir la novela y cuatro años en documetarse y recopilar infinindad de testimonios. " La voz dormida" recoge esas voces y les da la palabra en una novela que mezcla realidad con ficción.

☆ No resulta un libro cargado de excesivo sentimentalismo, ni se recrea en profundidad en la crueldad. La sencillez de su narrativa, la repetición, casi poética, de palabras y la fuerte utilización de los verbos, que sesgan la narración, imprimiendo un ritmo rápido y emotivo, que sirve para empatizar con los personajes.

☆ Es una novela que recomiendo para conocer los años de postguerra y el papel que desempeñó la mujer en aquella época, doblemente silenciada por la historia.

Empecé esta novela con muchas ganas, por la gran cantidad de buenas criticas que tiene, y la decepción que me he llevado ha sido muy grande.
La novela narra la crudeza de la vida de varias mujeres en la cárcel durante la Guerra civil. Muchas historias, muchos personajes y se supone que todo entrelazados. Sabiendo como es la trama te apetece leerla y mas gustándote este genero.
Pero cuando empecé a leerla, la pluma se me ha hecho muy muy compleja, las frase en un castellano antiguo, la forma de narrar de la autora, la repetición de las frases..
Como ya he dicho hay muchos personajes, y creo que para mi gusto hay varios que sobran, hay muchos innecesarios, he empatizado tan poco que no sabría decir un personajes favorito o alguno que destacar.
Algunas de las frases de la narración, eran spoiler de lo que iba a ocurrir mas adelante, no se si es la forma de escribir de la autora o que pero no lograba centrarme en la historia…
Si algo bueno tiene es que los capítulos son muy muy cortos y eso para el lector siempre viene bien.
Me ha costado muchísimo acabar el libro únicamente por la forma de narrar, y sintiéndolo mucho no ha sido un libro para mi.

La historia narra la vida de un grupo de mujeres en la cárcel de Ventas y todos los familiares y amigos que las rodean. Es una historia de la posguerra, largo tiempo silenciada por ser vencidos y por ser mujeres. Una historia de sufrimiento, de superación y de renuncia.

La voz dormida da voz a los que la perdieron como consecuencia de la Guerra Civil y la posguerra. A las familias que no podían llorar a sus muertos. A las mujeres encarceladas sin cargos públicos. A los niños que fueron separados de sus madres. A las cartas que no se pudieron escribir ni recibir. Un homenaje a todas las Pepitas y Hortensias.

Un libro que me ha encantado leer y que he disfrutado más si cabe por la lectura compartida. Un homenaje a todas las personas y todas las mujeres que no pudieron expresarse por miedo, por dolor, por temor. Termino con una frase de la novela:

“Palabras que estuvieron siempre ahí, al lado, dispuestas. La voz dormida al lado de la boca”.

⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️