Esto es una Obra Maestra. Los retratos tras los barrotes son de una claridad aplastante. Cada episodio, cada momento, los silencios, las angustias, las penas, las (aunque pocas) alegrías; el poder del amor incondicional, la lucha, la entrega; todo lo vives como si fueras parte directa gracias a una prosa desprovista de florituras pero cargada de intención. Me tocó el alma y me la zarandeó. Gracias Dulce Chacón por escribir de verdad, la verdad. |