La voz dormida

En las guerras no hay ganadores. Todo el mundo pierde.

Nos encontramos en la cárcel de Ventas donde un grupo de mujeres en la postguerra están encarceladas, el grupo que resiste a las humillaciones ejercidas por carceleras y religiosas está liderado por Hortensia, que a su vez tiene a su marido con la resistencia republicana en el monte y a su hermana Pepa ayudándola con apoyo pero en silencio.

La novela nos muestra lo crudo que fue vivir en la postguerra de nuestro país, una época enmarcada por el miedo, los silencios, porque cualquier comentario, cualquier envidia convertida en chivatazo podía ser una sentencia de muerte. Una época en que no se sabía si los seres queridos estaban vivos o muertos y los que tenían el poder abusaban de ello.

Empecé la novela sin disfrutarla al 100% porque tenía fresca la película y no contaba con el factor sorpresa, puesto que está narrada de forma particular, pero a medida que avanzaba la historia la vivía y emocionaba, ese retrato de la cárcel de mujeres, la sororidad y hermandad, no dejarse caer unas a otras porque la desesperación en soledad era lo peor que podía pasarles.

Es una novela imprescindible para no olvidar que pasó y aprender de nuestros errores.