Todos los hombres de talento, tengan o no tengan sentimientos, sean fanáticos, aspirantes o déspotas, siempre que sean sinceros, tienen su momento sublime, en el que subyugan y dominan.
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Todos los hombres de talento, tengan o no tengan sentimientos, sean fanáticos, aspirantes o déspotas, siempre que sean sinceros, tienen su momento sublime, en el que subyugan y dominan.
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La respuesta fue indomable: «A mí me importa lo que hago. Cuanto más solitaria, sin amigos y sin apoyo, más me respetaré a mí misma.
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En seguida surgió la majestuosa figura de la señorita Ingram, vestida de blanco, con un largo velo y una guirnalda de rosas en tono a la frente; junto a ella caminada el señor Rochester.
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Jane es una niña huérfana que vive bajo el amparo de su tia política, la cual juro a su marido, en su lecho de muerte, cuidar de la pequeña. Esta tarea no le es agradable y termina enviándola a un colegio internado. Conoceremos la vida de Jane desde estos momentos hasta su vida adulta. No quiero desvelar mucho más de la trama, ya que no quiero haceros spoiler, solo os diré que la historia tiene de todo: misterio, romance e incluso terror, con momentos dramáticos pero también alguno cómico. Una novela muy avanzada para su época, en la que el papel de la protagonista es diferente al que se esperaba de una mujer del siglo XIX. Nuestra heroína muestra unos ideales que cuestionan la figura de la mujer como “florero”, su sueño no es casarse con un hombre que la mantenga, aceptar todo lo que se le diga sin rechistar, ni vivir por y para el hombre. Jane es una mujer independiente, instruida, temperamental y capaz de de enfrentarse a las situaciones más difíciles. Creo que “Jane Eyre” se ha convertido en uno de mis clásicos preferidos (puede que incluso EL PREFERIDO, tengo aún que madurarlo). Es una historia de las que se te quedan dentro. No puedo sacarme a sus personajes de la cabeza, constantemente me pregunto que podría ser de ellos después de que la última página del libro marcase el “fin”. Si no lo habéis leído, os lo recomiendo muchísimo, es uno de los libros que considero todo buen lector debería leer. Una maravilla. + Leer más |
Se supone Que las mujeres hemos de ser serenas por lo general, pero nosotras tenemos sentimientos igual que los hombres. Demuestra estrechez de miras por parte de nuestros más afortunados congéneres el decir que deberíamos limitarnos a preparar postres y tejer medias, tocar el piano y bordar bolsos. Es imprudente condenarnos, o reírse de nosotras, si pretenden elevarse por encima de lo que dictan las costumbres para su sexo.
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Se estaba convirtiendo en el mundo entero para m, y más que el mundo entero, casi en mi esperanza de salvación eterna. Se interponía ante toda idea religiosa, como se interpone un eclipse entre la humanidad y el ancho sol. En aquellos días yo no era capaz de ver a Dios, pues sólo veía a aquella criatura suya que yo había convertido en un ídolo.
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No soy ningún pájaro y no he caído en ninguna red; soy un ser humano con voluntad propia que ha decidido alejarse de usted.
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Todos mis sentimientos buenos, auténticos, vigorosos, se agrupan impulsivamente a su alrededor.
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Me ha salvado usted la vida: me complace tener una deuda tan inmensa. No puedo decir más. No soportaría deberle algo así a ningún otro ser; pero con usted... es diferente; ¡no me parece una carga deberle tal beneficio, Jane!
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La envidió a usted su tranquilidad de espíritu, su conciencia limpia, su memoria sin mancha. Muchacha, una memoria libre de borrones y suciedades debe de ser un tesoro exquisito, una fuente inagotable de placer.
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Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises