“Decir que los seres humanos se contentan con la tranquilidad es absurdo; en sus vidas necesitan acción, y si no la encuentran se la inventan”.
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“Decir que los seres humanos se contentan con la tranquilidad es absurdo; en sus vidas necesitan acción, y si no la encuentran se la inventan”.
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Era incapaz de controlar las pupilas, empeñadas en fijarse en él. Lo miré, obteniendo un penetrante placer al hacerlo, un placer exquisito y a la vez doloroso, oro puro con un acerado punto de agonía.
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Women are supposed to be very calm generally: but women feel just as men feel; they need exercise for their faculties, and a field for their efforts as much as their brothers do;...
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...she had taken with her the serene atmosphere I had been breathing in her vicinity — and now I was left in my natural element, and beginning to feel the stirring of old emotions.
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No; I know I should think well of myself; but that is not enough; if others don´t love me, I would rather die than live— I cannot bear to be solitary and hated, Helen.
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What a consternation of soul was mine that dreary afternoon! How all my brain was i tumult, and all my heart in insurrection!
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Conventionality is not morality. Self-righteousness is not religion. To attack the first is not to assail the last. To pluck the mask from the face of the Pharisee, is not to lift an impious hand to the Crown of Thorns.
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Me obligaba a amarlo sin siquiera mirarme.
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La gratitud y muchas asociaciones amenas y agradables convirtieron su cara en el objeto que más me gustaba contemplar; su presencia en una habitación la animaba más que el fuego más vivo
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Se supone que las mujeres hemos de ser serenas por lo general, pero nosotras tenemos sentimientos igual que los hombres. Necesitamos ejercitar nuestras facultades y necesitamos espacio para nuestros esfuerzos tanto como ellos. Sufrimos restricciones demasiado severas y un estancamiento demasiado total, exactamente igual que los hombres. Demuestra estrechez de miras por parte de nuestros más afortunados congéneres el decir que deberíamos limitarnos a preparar postres y tejer medias, tocar el piano y bordar bolsos. Es imprudente condenarnos, o reírse de nosotras, si pretenden elevarse por encima de lo que dictan las costumbres para su sexo.
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Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises