El niño con el pijama de rayas

Es cierto que es una gran historia contada desde un punto de vista distinto, desde el punto de vista de un niño. Gracias a esta visión tan original, vemos la Segunda Guerra Mundial desde la ingenuidad; desde la desinformación que tenían algunas personas sobre ciertas situaciones y hechos que tuvieron lugar en su propio país. Pero quizá me esperaba algo más (no sé el qué, pero así lo siento).

No es un mal libro ni mucho menos, pero creo que la película plasma con más apego la relación entre ambos niños (o al menos eso recuerdo) y el final se me hizo el triple de duro en la adaptación (y eso que soy una persona que llora con el libro aunque ya se sepa el final, pero esta vez no).

Creo que dejaré durante una temporada los libros contados desde el punto de vista de niños, por si acaso.

La inocencia perdida y la humanidad encontrada a cada lado de una alambrada que albergaba los horrores más inhumanos de la historia. Lo que propone el autor irlandés John Boyne es transmitirlo desde la mirada limpia de un niño de 9 años, hijo de un alto mando alemán cual preocupación más importante es que su nueva casa solo tiene tres plantas, ajeno a lo que los campos eran en realidad, incluso a lo que su país inflingía a un pueblo y a toda Europa.

Una novela que aún narrada a través de los ojos limpios de Bruno, es dura y el horror está palpable en su ambientación, cada día en esa casa junto a la muerte, a pesar de no ser nada explícita. Mi sensación es que es un libro iniciático en el tema de Holocausto y la Solución Final, por narrativa y escritura sencilla, posiblemente, llego muchos años tarde a su lectura pero es una historia que se lee en un suspiro.

La gran bondad es su ritmo y facilidad lectora, también cómo muestra el contraplano de lo que estamos acostumbrados, la literatura o el cine nos ha enseñado muchas veces lo que sucedía de las alambradas hacia adentro, pero casi nunca lo que sucedía fuera. Sus personajes son subrayados estereotipos, la importancia radica en el sufrimiento del lector por el destino de este niño. Un destino sorprendente y devastador que nos deja sumidos en la oscuridad, junto a Bruno y Shmuel, quizás perdidos para siempre.

Es un libro muy bueno con una historia real y triste en el que nos centramos en dls niños, uno judío quien fue capturado para llevarlo a un centro de concentración nazi junto con su padre, donde conoce a un amigo se hacen allegados el final es de los más triste

Pasan los años y este libro es una lectura que siempre recomiendo para la etapa adolescente, jóvenes y también adultez!

La historia, sus secuencias y la manera de estar narrado hace que te sientas parte de todo lo que está sucediendo.

No puedo evitar hacer símiles con la vida es bella, por ejemplo.

Importante! Es un libro que necesitas estar medianamente fuerte pues tu sensibilidad se puede ver afectada por todo lo que conlleva, ya que debes saber que la trama principal es el genocidio.

Tómate tu tiempo o léelo cuándo te sientas preparado/a/e.

El niño con el pijama de rayas nos cuenta la vida de Bruno, un niño de nueve años. Bruno vive una vida plena en una bonita y gigante casa en Berlín con su familia. Él es un niño muy feliz allí hasta que un día se entera de que van a mudarse a Auschwitz debido al nuevo trabajo de su padre. Una vez instalados en la nueva casa, Bruno se deprime porque es pequeña y no tiene con quién jugar (odia a su hermana). Un día, mirando por la ventana, descubre una especie de granja donde ve a personas con pijamas tras la alambrada, después de mucho pensar, al final su curiosidad gana y al acercarse a ese misterioso sitio, conoce a un chico rapado con un pijama de rallas llamado Shmuel. Aquí empieza una inocente amistad entre dos chicos que verdaderamente no saben muy bien qué es lo que está pasando. Nos encontramos en una dura época histórica que se cuenta desde el punto de vista de la inocencia de un niño de nueve años. Bruno no comprende el trabajo que realiza su padre ni la relación tan cercana que tiene con su jefe, el Furias. Tú y yo, que ya tenemos una edad y comprendemos mejor estos temas, sí veremos qué es lo que está pasando realmente. Nos dolerá esta lectura porque también duele mucho leer los pensamientos de un niño tan pequeño que no se entera de nada y Bruno lo cuenta todo con tanta inocencia, que desgarra. Además, a todo esto hay que añadir que es un niño muy especial, cuando leáis el libro, descubriréis el motivo.

Muy conmevedor y bonito. Es una lectura ligera que te muestra la vida en la Segunda Guerra Mundial, concretamente te cuenta la historia de una amistad que entre bandos rivales, hijo de un nazi, niño judío en un campo de concentración, una historia preciosa.

Es una historia que todos ya conocerán por la película, es dura, real y dolorosa. Es un libro que conforme vas leyendo e imaginando la situación te hace plantearte tantas cosas, no sólo de lo que vivieron en los campos de concentración, sino de lo importante que es prestar atención a tus pequeños, escucharlos, pasar tiempo con ellos, no vivir trabajando, porque la vida es efímera y nunca sabes cuanto tiempo queda.
Es mejor no tener que arrepentirse de lo que no has hecho....

Creo que es uno de los mejores libros que hay.
Por lo menos para mi, si.
Es increíble como te transporta, como puedes sentir como si lo estuvieras viviendo, ves la inocencia y la ignorancia de los protagonistas que son los niños.
Te cuenta desde distintas perspectivas como cada uno vive esa situación.
En general es un libro 10, lo recomiendo mucho.

¿Qué puedo decir sobre este libro? Me hizo sentirme parte de esas desgraciadas almas que padecieron tanto, me hizo apiadarme de la inocencia de este niño y entender algo mejor todo el horror que pasaron. Lloré demasiado con este libro y no creo que vuelva a leerlo por este motivo pero sí que lo recomiendo al 100%

El niño con el pijama de rayas es para mí una RELECTURA, y os seré sincera: me ha cambiado la percepción de este libro.

No hay sinopsis a petición del autor, pero a estas alturas creo que ya todo el mundo sabe de qué va el libro. En plena II Guerra Mundial, en 1943, dos niños; Bruno, hijo de un Comandante nazi, y Shmuel, un niño judío que se encuentra en el campo de concentración de Auschwitz, se hacen amigos y pasan los días hablando con la alambrada del campo de concentración entre ellos.

Una historia diferente. Nos encontramos con una novela sobre el Holocausto visto desde los ojos de un niño de 9 años.

Un buen libro para iniciarnos en la temática de la II Guerra Mundial. Es un libro muy corto que da unas pinceladas sobre algunos horrores del Holocausto.

Los personajes no están demasiado trabajados, algo que es complicado, teniendo en cuenta que es un libro muy corto.

Bruno tiene 9 años, pero es más ingenuo que un niño de 3. Estamos en 1943, creo que hay cosas que debería entender con la edad y el momento histórico en el que vive. No hablo más para no irme de la lengua.

Un poco relacionado con lo anterior, y como consecuencia de ello, supongo, no se cuenta apenas nada del contexto histórico. Bruno vive inicialmente en Berlín, aunque después se traslada a Auschwitz, así que una idea de lo que estaba pasando en la Alemania de 1943 debería tener.

En la primera mitad del libro no pasa nada, y eso teniendo en cuenta que es un libro de 200 páginas... pues se queda corto, se mire por donde se mire.

No soy muy fan de releer por esta razón. Era un libro que, en su día, hace como 15 años, me gustó muchísimo y lo recordaba con mucho cariño... pero el bagaje lector tuvo mucho peso en esta relectura y, para mí, el libro perdió.
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