Todas las piezas rotas

Estamos frente a la secuel de “El niño con el pijama de rayas” en la que tenemos como protagonista a Gretel, la que fue hermana de nuestro querido Bruno.
Con la voz en primera persona Gretel, nos narrará como fue su vida tras la caída del impero nazi (del que ella formaba parte siendo una preadolescente) y como fue dándose cuenta de los horrores que se habían producido esos años en gran parte en manos de su padre al que adoraba con todo su corazón.
Sentimientos de culpabilidad, rabia, añoranza y muchos más irán pasando por el corazón de nuestra protagonista a la que veremos evolucionar e ir cambiando a pesar de las atrocidades del pasado. Una continua necesidad de esconder y de mimetizarse en los diferentes lugares a los que nuestra protagonista va y de los que muchas veces tiene que huir.
La novela está narrada en dos tiempos (el pasado en el que conoceremos la historia de Gretel y el presente con una Gretel ya mayor).
La prosa de John es absolutamente impecable e intensa. La historia muy conmovedora y en muchos puntos sorprendentes y llenos de emoción capaces de hacerte soltar alguna lagrimilla.
Lectura muy ágil que te hará pasar las páginas sin darte cuenta.
Se puede leer de manera independiente pero sin duda el libro gana muchísimo más si primero has leído (o por lo menos visto la película) “El niño con el pijama de rayas”.

Antes que nada quiero deciros que "El niño con el pijama de rayas" es uno de mis libros favoritos, tanto históricos como en general. Lo he leído varías veces y también visto la película (una de las pocas películas que considero que le hacen justicia al libro en el que están basadas). Esto hizo que cuando supe de la publicación de este libro, tuviese muchas ganas de leerlo a la vez que mucho miedo de hacerlo debido a lo alto que la historia de Bruno había dejado el listón.

Pues bien, la historia de Gretel también merece la pena ser leída. Desde el principio os digo que Gretel es un personaje con el que cuesta empatizar y que te genere simpatía a pesar de ser ella la que cuenta su historia. Esto es algo natural, en "El niño con el pijama de rayas" era una preadolescente insoportable y es difícil cambiar esa opinión. Además en la segunda guerra mundial estuvo en el lado de los malos, porque su padre era el director de "ese otro lugar" y los hijos somos responsables de los pecados de nuestros padres ¿no? Ella era solo una cría que adoraba a su padre y pensaba que era un gran hombre y por lo tanto no podía hacer nada malo. Que una vez que todo hubiese acabado fuese consciente de lo que pasó y su memoria estuviese llena de remordimientos da lo mismo, lo importante es lo que hizo su padre y le acompañó toda la vida. Por lo menos es lo que ella piensa y también pensarían muchos de los que la rodean si conocieran sus orígenes.

El libro está narrado en dos tiempos: la actualidad y un período del pasado definido al principio de cada parte. de la mano de Gretel sabemos como fue su salida de Alemania y cómo se enfrentó a los años posteriores al final de la segunda guerra mundial, llevando consigo los remordimientos por lo que pasó en todo momento y convirtiéndose en una víctima más de la guerra. El autor no pretende que simpaticemos con aquellos que huyeron y, por consiguiente, tampoco con ella. Pero sí que pensemos hasta que punto somos responsables de lo que pasa a nuestro alrededor sin que hagamos algo por cambiarlo...

Los capítulos son breves y altenan uno del pasado con otro del presente. La historia está muy bien balanceda y ninguna de las dos épocas tiene más peso sobre la otra ya que se aprecia cómo todo lo que Gretel vivió hace que sea como es con más de 90 años y entendamos que conviva con los fantasmas que la acompañan desde niña.
No creo que el autor quiera que entendamos el porqué de lo que pasó, ni que las "justificaciones" de aquellos que huyeron para evitar un juicio nos parezcan razonables. Simplemente es la historia de una niña del "bando de los malos" que sobrevivió a aquello y que tuvo que vivir con eso persiguiendola el resto de su vida.

¿Merece la pena? Creo que sí. Me duró dos días y en todo momento quería seguir leyendo.
¿Es para todo el mundo? No sabría decirlo, pero si sois muy radicales en cuanto a lo de los pecados no deberíais leerlo...

Gretel Fernsby es una anciana de noventa y dos años. Su padre fue comandante en un campo de concentración en Alemania. Desde que huyó de su país natal, ha tratado de ocultar su pasado. Ahora, ochenta años después vive en Londres. Un niño vecino suyo está pasándolo mal por culpa de un asunto familiar y esto le hace recordar un tiempo en el que tuvo un hermano pequeño y éste desapareció en el campo de concentración en el que vivían.

"Todas las piezas rotas" es la continuación de "El niño con el pijama de rayas" teniendo como protagonista a Gretel, la hermana mayor de Bruno, el niño que desapareció en el campo de concentración donde vivían.
John Boyne es autor del superventas "El niño con el pijama de rayas" en el año 2007, una novela premiada e incluso recomendada su lectura en colegios e institutos. Es una historia dura y muy emotiva que quien la haya leído sabe bien de qué hablo.

A pesar de ser una continuación, no es estrictamente necesario leer la primera parte, aunque haberla leído enriquece mucho la satisfacción lectora de "Todas las piezas rotas". El autor la ha escrito de tal forma para que quien no sepa nada de la vida de Gretel se ponga de inmediato en antecedentes y lleve la historia a la perfección.

Cuando leí hace años "El niño con el pijama de rayas" me pareció una novela muy emotiva, me gustó mucho, así que sentí mucha curiosidad por leer esta continuación. Lo que no esperaba es que estuviese al mismo nivel emocional y he decir que me equivoqué. "Todas las piezas rotas" es una novela que me ha impactado emocionalmente y siempre recordaré.

La vida de Gretel no ha sido fácil, ahora con noventa y dos años vuelve la vista atrás y recuerda por todo lo que pasó hace ochenta años. Con doce años, y tras acabar la Segunda Guerra Mundial, tuvo que huir con su madre a Francia y ocultar que eran familia de uno de los comandantes de un campo de concentración del Reich. Gretel vive sus días intentando ocultar su verdadera identidad por miedo a ser acusada de los crímenes perpetrados por su su padre. Además de todo esto, Gretel lleva en su interior todos estos años una culpa que no la ha dejado vivir en paz.

Ha sido un acierto por parte de John Boyne seguir con la vida de Gretel. Es un personaje lleno de luces y de sombras, un personaje tan humano como tú y como yo, que ha sufrido lo imposible y que aunque ha tenido épocas de felicidad en su vida, ha sido algo que ella misma no se ha permitido, ya que ha cargado con la culpa y los errores que cometieron su familia cuando ella no era más que una niña.

Toda esta represión a la que ella misma se ha auto sometido, intentará soltarla queriendo hacer justicia con un pequeño vecino suyo de nueve años. Henry, su pequeño vecino, le va a hacer recordar a su hermano Bruno, el cual desapareció cuando era pequeño.

La narración de John Boyne es tal y como nos tiene acostumbrados, impecable. Sabe dar las dosis adecuadas de sentimiento a cada momento. En los difíciles es duro y desgarrador.

La historia está narrada en primera persona con la voz de Gretel y tiene dos líneas temporales. John Boyne se pasea entre el pasado y el presente. El pasado con su huida de Alemania en 1946 y los acontecimientos que posteriormente vivió. En el presente, su vida de anciana se centra en Henry, ese pequeño vecino del que casualmente logra hacerse amiga, empatizando con él. Ambas líneas temporales me han parecido igual de interesantes, aunque gana por un poquito la del pasado. En cierta parte se retrotrae a una época aún más antigua, a los hechos vividos en Polonia en el año 1943 con su hermano Bruno. El autor le ha dado voz a Gretel y veremos desde su mirada qué sucedió en realidad. Este episodio es sumamente revelador y emotivo a partes iguales.

Como digo, en la narración siempre estaba impaciente por leer la historia pasada de Gretel, pero aviso al lector: el epílogo es doblemente impactante. John Boyne le ha puesto un broche de oro a la historia. Simplemente impactante.

En resumen, "Todas las piezas rotas" es una historia dura, una buenísima continuación de "El niño con el pijama de rayas", totalmente a su altura narrativa y emocional. Un libro que hay que leer.
Enlace: https://anikaentrelibros.com..

“Me repetía a mí misma que yo no había tenido la culpa de nada, que sólo era una niña... Sin embargo, una vocecita en mi interior se preguntaba por qué seguía viviendo con un nombre falso, si era completamente inocente” ~ Todas las piezas rotas de John Boyne.

Comienzo diciendo que este libro es la continuación de El niño del pijama a rayas. Tanto si leísteis el libro como si visteis la película (este es mi caso) recordaréis con claridad aquella historia, ambientada en Auschwitz, que rompe el alma. No os preocupéis. de esta segunda parte salís más ilesos.

En Todas las piezas rotas, John Boyne narra qué pasó con la hermana de Bruno, Gretel, y su madre. La historia la cuenta Gretel. Conocemos qué ocurre a partir de esa huida de Auschwitz, una huida que se extiende durante toda su vida porque hay sucesos de los que no se puede huir y que plasma la reacción de todos aquellos que sufrieron las consecuencias (directa o indirectamente) del exterminio nazi.

La historia va alternando pasado y presente, con una Gretel de 90 años que vive en un edificio al que se mudan unos vecinos con un hijo que le recuerda a su hermano. Un niño con el que empatiza y al que quiere ayudar, quizá para redimirse de los hechos de su pasado.

En el trasfondo, las grandes preguntas que nos hemos hecho mil veces: ¿cómo nadie denunciaba aquel horror? ¿Vivía Alemania ignorante a todo lo que sucedía en los campos de concentración? ¿Cómo se llegó a ejecutar semejante locura?

Un libro que refleja la gran mochila que supone el sentimiento de culpa, difícil de digerir cuando no podemos volver al pasado a cambiar las cosas, y más aún cuando no actuamos en el presente para intentar minimizarlas.

Me preguntaréis si es necesario leer El niño del pijama a rayas para entender esta historia. Creo que no pero sí es recomendable.

Todas las piezas rotas estaba frente a un gran reto al ser la secuela de nada más y nada menos que El niño con el pijama a rayas y debo de decir que, a mi parecer, estuvo a la altura.

Este libro no será tan trágico como su antecesor pero sí estará colmado de culpa, de remordimiento y te hará cuestionarte sobre tu sentido de justicia. Y para mí como lectora, es todo lo que busco en un libro: una historia emotiva que me haga replantearme mis valores.

La historia de Grettel está colmada de tragos amargos, de remordimientos y secretos.

Grettel era una jovencita de 16 años cuando la SGM terminó y ella, junto con su madre, huyen a París, ocultando su nacionalidad y su identidad, para así poder dejar el pasado atrás pero ni ellas ni nadie, aún en la actualidad, podrían olvidar lo que sucedió en los campos de concentración.

Aquí nos planteamos la otra cara de la moneda en la cual nos cuestionamos si es necesario que los hijos paguen por nuestras culpas y es qué, es verdad que lo que sucedió en Auschwitz fue algo monstruoso y nadie quiere que se repita pero, ¿solo porque el odio cambie de bando ya está justificado? Confieso que aun después de tener días de haber terminado está lectura me sigo cuestionando si lo que le sucedió a Grettel y a su madre fue justo y es que pienso que combatir el odio con odio no llega a ningún camino pero tratándose de uno de los mayores genocidios de la humanidad, no sé, simplemente no puedo.

Pero tratándose de la historia, me gustó cómo es que el autor entrelaza uno de los mayores problemas en la actualidad, la violencia doméstica, y a su vez nos muestra lo que desencadenó el deceso de Bruno y el porqué su hermana hasta sus últimos días no pudo volver a pronunciar su nombre.