Las bellas imágenes

Como me alegra que el primer acercamiento a Simone de Beauvoir haya sido un éxito. Llevaba años queriendo iniciarme con ella con La mujer rota o El segundo sexo, pero siempre tenía ese puntito de miedo de que su forma de narrar no fuera de mi agrado. Me pasaba con ella algo similar que con Virgina Woolf, e igual que me pasó con esta, ha acabado engatusándome por completo. Finalmente el primer libro de ella que cayó en mis manos fue Las bellas imágenes.

En esta historia vamos a adentrarnos en la vida de Laurence, una mujer "felizmente" casada desde hace 10 años con Jean-Charles, con quen tiene dos hijas, de las que está especialmente orgullosa. Pero quizás su matrimonio no sea tan feliz como parece y Laurence busque las carencias afectivas que encuentra en él con Lucien, su amante. La ruputura de su madre con un hombre rico y poderoso y las preguntas cada vez más difíciles de contestar de su hija Catherine, someterán a una continua reflexión a Laurence, sobre su vida, su marido, su amante, sus hijas, sus padres y el lugar que ocupa ella en el mundo y en relación a todos estos.

Una de las cosas más interesantes de esta novela es lo ridículo de las pedantes tertulias de estos ricos que creen ser visionarios y progresistas. Como por ejemplo el marido de Laurence, tan adelantado, tan a favor de los derechos de la mujer de cara a las conversaciones con conocidos, pero tan machista en la intimidad. La opinión de Laurence no significa nada, para él la gran característica de la mujer es la vanidad por su imagen. Y por ello, continuamente, suple con regalos materiales la ausencia de afecto y respeto hacia ella. Un collar o un vestido y la vanidad de la mujer al verse bella, borrará la decepción de su memoria. Este tipo de machismo y la opresión de la mujer, siempre a la sombra de su marido, es uno de los temas y está retratado y llevado a las mil maravillas.

Disfruté mucho de todos esos pensamientos de Laurence mientras el resto de personajes opinaban sobre todo y como su punto de vista solía ir siempre en contra. Ni siquiera los entendía. Todos creían ser unos iluminados, mientras que las únicas que realmente lo eran, Laurence y su hija Catherine, son las que "necesitan" ayuda psicológica. La historia más antigua del mundo. Los locos reales, los que no son señalados, son los que dirigen el mundo.

Muy fan del final. Me muero de ganas de leer más cosas de Simone