Si no puedes cambiar tu suerte, cambia el juego.
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Si no puedes cambiar tu suerte, cambia el juego.
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Seis de Cuervos se convirtió, pese a lo que yo esperaba, en uno de los libros que dejó un sabor adictivo en mí. Y su segunda parte, Reino de Ladrones, tuvo un efecto igual de poderoso. Aquí, nuestros protagonistas y la mente implacable de Kaz, se jugarán todo por recobrar su cuenta pendiente y vengarse de aquellos que los traicionaron. En esta entrega veremos nuevos personajes y seremos testigos de cientos de giros inesperados que harán de esta historia un campo de batalla. Una buena conclusión para esta aventura, aunque yo siempre querré más. |
—No me gusta mentir. —Entonces, ¿por qué lo has hecho? —Estoy cogiendo el hábito de rescatarte. Para pasar el tiempo. |
Recibimos al miedo. Saludamos al invitado inesperado y escuchamos lo que tiene que decirnos. Cuando llega el miedo, algo está a punto de pasar.
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Yo no guardo rencor. Lo acuno. Lo mimo. Le doy de comer buenos trozos de carne y lo envío a las mejores escuelas. Yo crío bien a mi rencor.
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¿Alguien se ha dado cuenta de que todos en esta ciudad nos están buscando, o están enfadados con nosotros, o quieren matarnos?
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Ketterdam está llena de monstruos. Yo tan solo soy el que tiene los dientes más largos.
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Wylan le puso una mano sobre el hombro. -Para. -Jesper no sabía si quería apartarse o acercarlo más a él-. En serio, para. Respira. -La mirada de Wylan era firme, y Jesper no podía apartar la vista de ese azul claro como el agua. Se obligó a quedarse inmóvil, inhaló y exhaló-. Otra vez -dijo Wylan, y cuando Jesper abrió la boca para tomar aire de nuevo, el muchacho se inclinó hacia delante y lo besó. La mente de Jesper se vació. No estaba pensando en lo que había ocurrido antes, o lo que podría pasar después. Tan sólo estaba la realidad de la boca de Wylan, la presión de sus labios, y después los finos huesos de su cuello, la sensación sedosa de sus rizos mientras Jesper le ponía la mano en la nuca para acercarlo más. Aquel era el beso que había estado esperando. Era un disparo. Era un fuego en una pradera. Era el giro de la Rueda de Makker. Jesper sentía el latido de su corazón... ¿o era el de Wylan?, como una estampida en su pecho, y el único pensamiento en su cabeza era un feliz y sobresaltado "oh". + Leer más |
"He recibido cuchilladas, balazos y demasiados puñetazos como para contarlos, y todo por una pequeña parte de esta ciudad. Esta es la ciudad por la que he sangrado. Y si Ketterdam me ha enseñado algo, es que siempre puedes sangrar un poco más."
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- No pareces un monstruo. - Voy a contarte un secreto. Los monstruos malos de verdad nunca parecen monstruos. |
¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?