Reino de ladrones

Ese es el problema con Ketterdam, pensó Jesper mientras tropezaban con incertidumbre en la oscuridad. Confiar en la persona equivocada puede hacer que te maten.

Los cuervos recuerdan los rostros humanos. Recuerdan a las personas que los alimentan, que son amables con ellos. Y las personas que les hicieron daño también. Ellos no olvidan. Se dicen unos a otros a quién cuidar y a quién vigilar.

Los cuervos recuerdan las caras humanas. Recuerdan a las personas que les dan de comer, que son amables con ellos. Y también a las que les hacen daño.

Todos podemos soportar cualquier clase de dolor. Es la vergüenza lo que se come enteros a los hombres.

Habría ido a por ti —dijo, y cuando vio la mirada recelosa que ella le lanzó, volvió a decirlo—. Habría ido a por ti. Y si no pudiera caminar, me arrastraría hasta ti y, sin importar lo rotos que estuviéramos, lucharíamos juntos, con los cuchillos fuera y las pistolas disparando.

“Todos podemos soportar cualquier clase de dolor. Es la vergüenza lo que se come enteros a los hombres”.

-Sin llantos.
-Sin funerales.

Conocerte fue un desastre. Pero doy gracias todos los días por ese desastre. Necesitaba un cataclismo que me sacara de la vida que conocía. Tú fuiste un terremoto, un desprendimiento.

-¿Por qué cuervos?
-Los cuervos recuerdan las caras humanas. Recuerdan a las personas que les dan de comer, que son amables con ellos. Y también a las que les hacen daño. (...) No olvidan. Se dicen entre ellos de quién cuidar y con quién tener cuidado

Fear is a phoenix. You can watch it burn a thousand times and still it will return.