'Un fuego eterno' es la segunda y última parte de una bilogía de fantasía donde la magia vibra a través de la música que toca nuestro bardo protagonista. Este segundo libro comienza poco después del final del anterior, y aunque al principio comencé un poquito perdida porque no recordaba algunas cosas, la autora ha sabido hilarlo muy bien para ir contándote pinceladas de lo que pasó y volver a meterte de nuevo en este mundo.
Para quien haya leído el primer libro, ya sabrá de la rivalidad que hay entre el clan del este y del oeste; el problema es que en esta segunda parte, Bane, el dios del viento del norte, intentará reinar por encima de humanos y espíritus, por lo que deberán, ambos clanes, sacrificarse y luchar por recuperar lo que les pertenece.
Tengo que decir que esta segunda parte la he disfrutado algo más que la primera, y creo que es porque aquí ya conocía a los personajes y al mundo, y me he sentido más dentro de la historia. Me ha gustado mucho ver cómo iban transcurriendo las cosas tanto en el este como en el oeste, cómo son sus gentes, cómo vive en cada lado. Obviamente tengo mi favorito, pues a los personajes del este les guardo un cariño especial, pero ha estado genial conocer más sobre el oeste.
Siento que, a pesar de tener dos claros protagonistas en esta historia, al final todos los personajes lo son de algún modo: Jack, Adaira, Torin, Sidra... Todos juegan un papel muy importante en la difícil misión de salvar a su clan, y aunque trabajan por separado, sus acciones no valdrían lo mismo sin las de los demás. También me gusta mucho la relación que hay entre todos los personajes, especialmente, de nuevo, entre los del este. Ese cariño, amor y respeto que se tienen entre ellos, y el amor tan puro entre las parejas protagonistas, es algo que me ha gustado mucho.
También hemos podido saber un poquito más de algunos personajes que quedaron más en el aire en el primer libro, y eso es algo que agradezco. Siento que es un libro con un mundo que te da paz, a pesar de todo lo que ocurre en él. Sí que hay acción y momentos tensos, pero irradia una calidez y una tranquilidad, que no sé expresar.
A pesar de ser un libro gordito (+500 páginas), no se me hizo pesado en ningún momento, y siempre sentía ganas de ponerme a leer. Tengo que confesar que me sorprendió, porque pensaba que no iba a ser el mejor momento para leerlo, que se me haría algo pesado, y para nada, lo disfruté mucho y se me hizo ligero de leer.
Así pues, 'Un fuego eterno' es un fantástico final de bilogía que os recomiendo muchísimo si ya os animasteis con el primero. Y si no es así, ¡adelante! Si os gusta la fantasía, con espíritus de la naturaleza, magia, misterio, amor y familia, no os lo podéis perder, lo tiene todo. Además, esta autora escribe muy bonito y muy bien siempre.
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