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Viajamos a Suances para conocer a nuestro protagonista Oliver. Un joven londinense heredero de una casona colonial tras el fallecimiento de su madre. Allí se encuentra Villa Marina, una casona colonial que pretende convertirlo en un Hotel pero cuando los obreros están trabajando encuentran entre las paredes de la vivienda el cuerpo de un bebé que lleva años emparedado. La inspectora Valentina junto con su equipo serán los encargados de resolver este misterio. Paralelamente encontramos capítulos en formato diario pertenecientes al año 1936 (comienzo de la guerra civil española) en la misma ubicación donde conoceremos la historia de Jana una niña de casi ocho años y la de su familia. Cómo siempre cuando una novela se divide en dos líneas temporales una de ellas nos gusta más que la otra pero en este caso no sabría por cual decantarme, pues las dos me han encantado. La vida de Jana todo lo que le toca vivir con la ayuda de su hermana está perfectamente construida, sin hilos sueltos y con una sorpresa final que no me esperaba. La personalidad de Valentina, su relación con Oliver y el apoyo de todo el equipo en las difíciles situaciones a las que se enfrentan me ha parecido admirable. La autora no da puntada sin hilo, todo está conectado y el final no me ha podido dejar con más ganas de seguir con esta saga por lo que en breve espero leer el siguiente. + Leer más |