Un lugar a donde ir

Hoy os hablo de la segunda parte de esta trilogía de Maria Oruña . ⠀
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Esta tiene lugar unos meses después del final de Puerto escondido , con una nueva oleada de casos por resolver mientras nos seguimos asentando con los protagonistas y su mundo. ⠀
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En este caso, tengo que decir que justo me ocurrió al revés que con el primero. En ambos se mezclan dos lineas temporales, una presente, y otra en el pasado que nos va explicando lo que sucede para llegar a lo que está pasando en la actualidad. Además se une una especie de diario que va desvelando alguna cosilla pero que no sabemos quien escribe hasta prácticamente el final. ⠀
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Pues bien, en esta segunda novela, al contrario de lo que me ocurrió con la primera, disfruté mucho más de los momentos de actualidad que de los sucesos del pasado. Con más cariño hacia estos protas que ya conocemos, y con un desenlace que jamás vería venir, muy original y llamativo, (aunque diría que algo forzado), me ha mantenido más en vilo que los sucesos del pasado (muy necesarios, eso si). ⠀
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La autora, con un gran trabajo de documentación, vuelve con unas descripciones magníficas de diferentes entornos de la costa cántabra (y más), sin duda de lo mejor de estas historias, que hacen desear estar allí, ya que consigue que lo veas perfectamente. ⠀
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Una prosa sencilla y sin grandes pretensiones que ayuda a afianzar a unos personajes que se van desarrollando a medida que como lect@r les conoces. ⠀
Eché en falta algo más en cuanto a las relaciones entre ellos, en general.

No se si los catalogaría como thrillers, pero si novelas de misterio al más puro estilo clásico de “quién lo hizo”.
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Diría que así, en términos más amplios, disfruté más de esta segunda parte. ⠀
Espero leer pronto la 3ª.