El bosque de los cuatro vientos

Jon Bécquer no es experto ni en arte ni en historia pero gracias a su abuelo paterno que tenía un taller porque era restaurador le enseñó pequeños secretos y técnicas para distinguir entre los objetos y pinturas que eran falsificados. Todo cambia cuando conoce a Pascual, un profesor de historia del arte especializado en antigüedades griegas y romanas.
Así es como crearon su propia empresa llamada Samotracia. Pascual llevaba la parte técnica y Bécquer quien viajaba para investigar, está así organizado porque Pascual tenía que atender su plaza de profesor y también por conciliar su vida junto a su mujer y sus hijos uno de tres años y otro de seis. Pero entre aventura y aventura que les ha llevado a ambos a ser personas reconocidas, Bécquer también se dedica a dar conferencias sobre Antropología y en una de estas conferencias termina por destino en Galicia. Esto le llevó a hospedarse en el parador de Santo Estevo, un lugar con mucha historia. No sólo es un parador con encanto en el que hospedarse sino que está lleno de misterios. La recepcionista le cuenta que aparte de ser un parador también es un museo de la historia que se remonta a muchos siglos y le indica que hay unos treinta carteles que van informando de todo. Lo que llamó a Bécquer la atención fue el claustro de los obispos, la chica le cuenta que había nueve obispos y que cada uno tenía un anillo que por lo visto eran especiales, curaba a la gente, hacían milagros, ese tipo de cosas, pero que todos creen que los nueve anillos forman parte de las leyendas de la zona, lo que no es leyenda y por lo que cuenta la recepcionista para poder ver las tumbas tiene que ir a la iglesia del pueblo. Lo que despertó el interés en Bécquer era que los nueve anillos habían desaparecido. Pero durante su estancia en el parador ocurre una tragedia Alfredo Comesaña un chico que trabajaba en un supermercado y en sus ratos libres se sacaba un sobresueldo haciendo de guía turístico contando las historias sobre ese lugar a los turistas aparece muerto. El sargento Xocas Taboada será quien lleve el caso. Cuando llega al lugar de los hechos y partiendo de la base que es el sitio no es céntrico, ni en en el pueblo viven muchos habitantes, no hay un equipo de criminología perse, el forense de levantar el cuerpo indica que lo más probable es que sufriera un ataque al corazón y que esa sea la causa de la muerte pero hasta que no le realice la autopsia y mande analizar las pruebas no podrá confirmar nada. En este momento solicita Bécquer hablar con el sargento Taboada y contarle que había quedado con la víctima la noche de su defunción y que no se había presentado y comienza a contarles con todo detalle su investigación sobre los nueve anillos y que le hacía pensar que quizás fuese un asesinato. Todo esto lo iremos mezclando con Marina una joven de diecisiete años quien en el año 1830 y junto a su padre un reconocido médico y tras la muerte de su madre se mudan a Santo Estevo donde el hermano del padre era el abad del monasterio, quien diría que tras muchos siglos se había convertido en un parador turístico. Y de esta manera magistral revelando poco a poco lo que nos van por un lado la historia de Marina y por otro la investigación del señor Bécquer la escritora consigue nuevamente que el interés del lector se aviva y quiera saber que paso con Marina y cómo termina el desenlace sobre los nueve anillos.