|
|
|
El duque y yo de Julia Quinn
Odiaba sentirse tan nervioso al estar junto a ella cuando, durante las últimas semanas, habían sido tan buenos amigos. Odiaba que se quedaran callados sin saber qué decir mientras, antes, ella era la única persona con la que nunca había sentido la necesidad de hacer pausas para hablar bien.
|
El duque y yo de Julia Quinn
De modo que besarla se convirtió en un asunto de supervivencia. Era muy sencillo. Si no la besaba, si no la devoraba, moriría.
|
El duque y yo de Julia Quinn
Y pensó: ¿y si lo besaba? ¿Qué pasaría si se adentraran en el jardín, levantara la cara y dejara que sus labios tocaran los de ella? ¿Vería él lo mucho que lo quería? ¿Vería lo mucho que podría llegar a quererla? Y a lo mejor, solo a lo mejor, vería lo feliz que lo haría.
|
Buscando Esposa de Julia Quinn
-¿No quería usted estar solo? -preguntó suavemente, tan suavemente que sonó casi como un susurro. Él sacudió la cabeza lentamente. -Sí -dijo, y pareció que la respuesta se le ocurría en ese mismo instante, como si aquella idea fuera nueva y no la que esperaba. -Sí-repitió-, pero ahora no quiero. |
El duque y yo de Julia Quinn
Sin embargo, Hyacinth Bridgerton que, a los diez años, no debería saber nada de besos parpadeó y dijo: - Creo que ha sido muy bonito. Si ahora se ríen, posiblemente, se reirán siempre. -Se giró a su madre-. Eso es algo bueno, ¿no? Violet cogió la mano de su hija pequeña y la apretó. - La risa siempre es bonita, Hyacinth. Gracias por recordárnoslo. |
Seduciendo a Mr. Bridgerton de Julia Quinn
Ella se había pasado gran parte de su vida considerándolo una torre invencible de felicidad y buen humor. Era seguro de sí mismo, apuesto, querido e inteligente. Qué fácil tenía que ser ser un Bridgerton, había pensado en más de una ocasión.[...] [...]Pero la vida no era perfecta, ni siquiera para los Bridgerton. Incluso Colin, el niño dorado, el hombre de la sonrisa llana y el humor pícaro, tenía sus puntos débiles. Estaba acosado por sueños no realizados e inseguridades secretas. Qué injusta había sido cuando consideraba su vida sin dar margen para sus debilidades. |
La Otra Miss Bridgerton de Julia Quinn
La prueba de que una persona es realmente buena es si se alegra de la felicidad de personas desconocidas
|
El duque y yo de Julia Quinn
—Siempre he sabido que no era la mujer por la que los hombres suspiraban, pero nunca pensé que alguien prefiriera morir antes de casarse conmigo.
|
A Sir Phillip, con amor de Julia Quinn
Ríete. Ríete mucho y con ganas. Y, cuando las circunstancias pidan silencio, convierte la risa en sonrisa.
|
A Sir Phillip, con amor de Julia Quinn
Nunca en su vida se había sentido tan sola. ¡Qué curioso! ¿Quién habría dicho que tendría que casarse y unirse eternamente a otra persona para sentirse sola?
|
A Sir Phillip, con amor de Julia Quinn
Decían que era demasiado exigente, que era peor que ser estúpida.
|
El duque y yo de Julia Quinn
Y ella se preguntó qué le habría podido pasar a ese hombre para que se mintiera a sí mismo durante tantos años.
|
El corazón de una Bridgerton de Julia Quinn
Son muchas las cosas en la vida que causan miedo, pero la rareza no debería estar entre ellas.
|
|
Te doy mi corazón de Julia Quinn
Deseaba herirla, comprendió. No, no deseaba herirla. Jamás desearía herirla. Y sin embargo… Y sin embargo… Era la primera vez en su vida que se sentía tan descontrolado. Lo asustaba eso.
|
El duque y yo de Julia Quinn
Empezaba a darse cuenta de que tenía que abrazarse a algo en la vida y a lo mejor Daphne tenía razón; a lo mejor el odio no era la mejor solución. Quizá, solo quizá, podía aprender a abrazarse al amor.
|
Te doy mi corazón de Julia Quinn
En ese momento él supo que tenía que tenerla.Había una conexión entre ellos, un vínculo extraño, inexplicable, que solo había sentido otra única vez en su vida, con la misteriosa del baile de máscaras. Y mientras ella se había marchado, se había desvanecido en el aire, Sophie era muy real. Estaba cansado de espejismos. Deseaba una mujer a la que pudiera ver, tocar.
|
A Sir Phillip, con amor de Julia Quinn
Le encantaba cómo sonreía, torciendo ligeramente la boca, como un niño, y siempre sorprendido, como si no diera crédito de su felicidad. Le encantaba cómo la miraba, como si fuera la mujer más hermosa del mundo cuando ella sabía, perfectamente, que no lo era. |
¿Cuál es el título nobiliario de Anthony?