El malentendido de Irčne Némirovsky
Sońaba con una larga playa bańada por el sol, con el sol de la tarde sobre el mar, con el sol entre los tamariscos.
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El malentendido de Irčne Némirovsky
Sońaba con una larga playa bańada por el sol, con el sol de la tarde sobre el mar, con el sol entre los tamariscos.
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El caso Kurílov de Irčne Némirovsky
Cada cual tiene sus debilidades... La naturaleza humana es incomprensible. Ni siquiera puede afirmarse con certeza que un hombre sea bueno o malo, estúpido o inteligente. No existe hombre bueno que no cometa en su vida una maldad, ni malo que nunca experimente un impulso bondadoso, ni hombre inteligente que jamás haga estupideces, ni imbécil que en alguna ocasión no actúe con inteligencia.
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El caso Kurílov de Irčne Némirovsky
En la vida estoy solo, Alejandro Alexándrovich; todos lo estamos. Y cuanto más arriba nos encontramos mayor es nuestra soledad.
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El caso Kurílov de Irčne Némirovsky
El sol poniente se reflejaba en el mar, difundiendo una luminosidad plateada que se prolongó durante toda aquella noche de mayo. Delgados abedules y abetos enanos crecían en el esponjoso terreno, saturado de un agua negra, cenagosa.
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El caso Kurílov de Irčne Némirovsky
El poder, la ilusión de tener en las manos el destino de otras personas, intoxica como el humo, igual que el vino. Cuando no lo posees, sientes un sufrimiento desconcertante, un malestar doloroso.
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Nieve en otońo de Irčne Némirovsky
Empezaba a gustarles aquella ciudad y sus habitantes. En las calles, en cuanto el sol asomaba, se olvidaba uno de todas las penas y el alma se aligeraba, sin saber por qué.
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Los bienes de este mundo de Irčne Némirovsky
Lo que tenemos que hacer es volver a nuestras casas. Reconstruir lo que se pueda y esperar tiempos mejores.
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Los bienes de este mundo de Irčne Némirovsky
No había noticias de Guy. Nadie sabía nada de los que estaban en el frente. De pronto habían desaparecido, como los pasajeros de un barco que se hunde envuelto en llamas y humo ante los ojos de los supervivientes.
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Los bienes de este mundo de Irčne Némirovsky
Le parecía estar cara a cara con su destino, diciéndole sin odio pero en son de burla, como un alumno descarado a su profesor: żQuieres acabar conmigo? Pues estoy vivo. żQuieres arrebatarme las esperanzas? Pues fíjate: me caso, amo, gozo, tengo un hijo ... ˇY cuánto más te ensańes conmigo, más me obstinaré!
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Los bienes de este mundo de Irčne Némirovsky
En las oscuras y heladas calles de París, los transeúntes se alumbraban con pequeńas linternas que hendían la noche con sus fríos, azulados y cegadores haces.
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Los bienes de este mundo de Irčne Némirovsky
Una unión en la que el corazón no tiene la última palabra es una caricatura del amor conyugal. El dinero y las vanidades del mundo no son nada sin un profundo amor recíproco.
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Los bienes de este mundo de Irčne Némirovsky
Así el hombre de 1938 sentía que lo acechaba de continuo la guerra, invisible pero presente.
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Los bienes de este mundo de Irčne Némirovsky
No pienso imitar a los Jeremías que se cubren la cabeza de ceniza. Las cosas se arreglarán, porque en la vida siempre acaba estableciéndose una especie de modus vivendi, un acomodo de la desgracia, que es lo único a lo que racionalmente puede aspirarse.
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Los bienes de este mundo de Irčne Némirovsky
Abandonaron el bosque del Coudre y avanzaron por el camino despejado, abrasado por el sol, anhelando el frescor nocturno, enterrando gustosos en el pasado, en el olvido, el día que acababa, que había sido uno de los más tranquilos, agradables y felices de su vida. Pero ellos no lo sabían.
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Los bienes de este mundo de Irčne Némirovsky
No entiendo nada del mundo en el que vamos a entrar. Pierre dice que ésta no será la última guerra, como creíamos, sino la primera de una larga serie de contiendas todavía más implacables y crueles.
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Los bienes de este mundo de Irčne Némirovsky
El ser humano saca fuerzas de la desgracia, y cuanto mayor es ésta, mayores son sus fuerzas.
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Los bienes de este mundo de Irčne Némirovsky
Al comienzo de una contienda el corazón es del todo nuevo, aún no ha encallecido. Parece rodeado por mil lazos que lo unen a los habitantes de un país o a cierta ciudad, a una provincia donde nunca se ha estado pero cuyo simple nombre provoca angustia o esperanza.
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El ardor de la sangre de Irčne Némirovsky
Cuando eres joven cada día que pasa y que has perdido para el amor es una tragedia.
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żQuién escribió la saga?