El último barco

Esta novela negra, la mas larga de las tres y para mi la mas completa, a nivel de documentación, de ambientación, en el progreso y análisis personal de los personajes y sobre todo en el desarrollo pausado pero intenso de la trama. Son 700 páginas devoradas sin opción al descanso, con un ritmo pausado, de cocina lenta, de análisis sosegado y concienzudo pero con ese toque de tensión, esos giros en la investigación tan necesarios en una buena novela de este género.

Esa pareja peculiar de policías, con sus devenires personales, de peso en la trama y sus marcados caracteres de personalidad tan dispares. Y esa ambientación de la ciudad de Vigo y alrededores, pero sobre todo de sus calles, las costumbres culinarias tan del autor y ese hincapié que hace en esta ocasión en la propia historia de la ciudad y de las costumbres tan arraigadas en esa tierra. En este caso centrado en la Escuela Municipal de Artes y Oficios, un personaje mas con todo lo que en ella se mueve y lo que significa para la ciudad.



La trama giro en torno a la extraña desaparición de una joven profesora de cerámica de la escuela de artes y oficios de Vigo y sobre la investigación que se desarrolla en torno a ella. En seguida van apareciendo sospechosos, diferentes indicios, preguntas, testimonios confusos y distintos escenarios en los que el inspector Caldas, apoyado en su compañero Estévez, en su padre, como un protagonista mas y dejando abierta la puerta de las relaciones amorosas, tratará de culminar su trabajo de investigación. Con especial énfasis en los detalles y en los procedimientos policiales y jurídicos el caso se va desarrollando con esa pausa y esa tensión fusionadas a lo largo de la novela de manera impecable. Sin olvidad esos personajes secundarios de verdadero peso en la trama y esa ambientación tan especial de una tierra preciosa.



He disfrutado enormemente con esta lectura redonda, completa y sin nada que reprochar, de cuyo autor solo espero que no tarde otros 10 años en publicar nueva novela. Estaré atento.


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El último barco es el último de mis regalos de Reyes y uno de los que más me han asombrado. Seguimos la historia de Leo Caldas, por lo que es recomendable (yo no lo he hecho porque soy así de especial) leer los anteriores para saber un poco del personaje, que debe descubrir lo que ha ocurrido con Mónica Andrade, hija de un conocido doctor, que lo había dejado todo para dar clase en la Escuela de Artes y Oficio de VIgo e irse a vivir a Tirán. Todo apunta a que se ha marchado por su propio pie, pero a Caldas, algo no le cuadra, y no descansará hasta descubrirlo.

Voy a empezar hablando de los elementes que más me han gustado, tanto estructurales como de estilo o historia.

En primer lugar, destaco como ha aprovechado la extensión de sus capítulos, muy corta, para generar expectación. Con cada final quería más porque me sabía a poco. También es genial que se introduzca cada uno con palabras y su definición. Me ha parecido algo muy original y, si sigue esto en los libros anteriores, más razones me da para querer leerlos. Segundo, su prosa. Es fácil de seguir y muy fluida, algo importante si quires enterarte de lo que ocurre en una novela negra o un thriller. A pesar de su extensión, te resulta ligero, te engancha y te genera una ligera sensación de nostalgia al unir la investigación con los pensamientos de Leo Caldas. Eso sí, en otras ocasiones, aunque pocas, perdía un poco el hilo y se me hacía denso. En tercer lugar, me ha gustado mucho como se desarrolla la investigación paso a paso, las pistas que van consiguiendo, como va tirando del hilo hasta dar con las respuestas...

Por último, me ha gustado la contrucción de los personajes, el caracter que plasman todos y los problemas que tienen. Sin embargo, si debo destacar uno, sería Leo Caldas. Me ha gustado su entereza, su decisión a la hora de tomar el camino correcto a pesar de que todo apuntaba en diferentes direcciones y como tenía que seguir adelante aguantando los compartamientos de otras personas que se interponían en su camino.

En cuanto a lo que no me ha gustado, destaco lo denso que se volvía en ocasiones. No ha sido siempre y primaban las partes fluidas y ligeras, pero, no he podido evitar perder el hilo en diferentes ocasiones en las que, aún viendolo necesario, se alargaba la investigación. Ha sido el único fallo que he visto que podría bajarle la nota, por lo demás, tiene todos los componentes para ser uno de los mejores libros policiacos que he leído en mucho tiempo. No solo capta la atmósfera, sino que la entremezcla con esa sensación de nostalgia que transmitía el inspector.

Para terminar, me gustaría recomendar esta historia a todos los amantes de los thrillers, la novela negra y los detectives. Si os gusta los misterios y ver como se resuelven, creo que este libro es para vosotros. Eso sí, si queréis comprender la profundidad que habita en Leo Caldas desde el principio, no seáis como yo: leed los primeros antes.
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La tercera entrega de las aventuras de Caldas y Estévez, su ayudante, sigue la línea de sus predecesoras, moviéndose por la ciudad de Vigo y poblaciones limítrofes para desentrañar un nuevo misterio.
A estas alturas de la serie de Domingo Villar lo lógico sería pensar que ya conocemos a los personajes lo suficiente para que no nos sorprendan demasiado, pero en realidad vuelven a hacerlo porque son tan singulares que creo que nunca dejarán de hacerlo.
En esta ocasión, el caso al que se enfrentan es, si cabe, más intrigante y atrapa al lector desde el principio. Además, los escenarios por el que ambos policías se mueven están tan bien descritos que, aunque no conozcamos la zona, nos la imaginamos a la perfección, como si fuéramos uno más de la investigación e intentáramos descubrir también qué ha sido de la joven presuntamente desaparecida.
En resumidas cuentas, si os gustan las novelas de intriga policial y queréis saber algo más de Galicia, y de cómo son sus gentes, este libro os encantará.

El libro comienza con la desaparición de Mónica Andrade, quien vive en una casita pintada de azul situada en Tirán un pequeño pueblo donde todos se conocen y el cual está situado en frente de Vigo para llegar tienes que cruzar la ría en barco. Víctor que es el padre de la chica desaparecida es un reputado doctor, en un principio intentas empatizar con él, su única hija ha desaparecido, como padre se preocupa, piensa que no se hace todo lo que se debe, pero llega un punto según vamos avanzando en la historia que hace que este personaje termine resultando pesado ya que se cree con pleno derecho de mangonear a todo el que le rodea. Él había quedado para comer con su hija el domingo pero ella no acude a la cita, el padre decide ir a casa de su hija y al no encuentrala acude a la comisaría. A partir de aquí nos moveremos con el inspector Leo Caldas, que será el responsable del caso y con quien recorremos Vigo para saber qué le ocurrió a Mónica. Aunque nuestro protagonista no está solo, ya que tiene a su lado a todo un equipo que le ayudarán en esta tarea, entre ellos se encuentra Rafael Estévez que es el ayudante, un curioso personaje que tiene poca paciencia y sin pelos en la lengua, él será quien acompañe al inspector durante la investigación y también está Clara Barcia que entre otras cosas se encargará de ir comprobando toda la información que la piden. Iremos investigando poco a poco los hechos y sucesos que nos lleven a descubrir que le ha ocurrido a Mónica.
La forma que tiene el escritor de ir contando los sucesos resulta sencilla de leer, por como va describiendo los detalles de todo lo que nos rodea, tanto los personajes que están muy bien desarrollados como los lugares, hacen que resulte muy sencillo de imaginar mentalmente lo que nos cuenta. En un principio me resultó curioso que los capitulos en si empiezan con la palabras y la definición de lo que es según el diccionario. No diria qe me atrapó desde el principio, al tratarse de una desaparición, vamos viendo a lo largo del libro cuáles son los pasos que sigue la investigación y hacia dónde nos van llevando, pero según llegas al final, la acción se precipita y va adquiriendo todo sentido y terminas por cerrar todos los cabos sueltos.
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Hemos tenido que esperar diez años para poder leer una nueva novela de Domingo Villar. Y es que después de Ojos de agua (2006) y La playa de los ahogados (2009) todos sus lectores se quedaron fascinados por las aventuras de Leo Caldas y su inseparable Rafael y querían más.

Es curioso el caso de Domingo Villar, pues creo que su descubrimiento general fue tardío. Por lo que veo, la mayoría de las reseñas de los blogs que digamos son una referencia para mucha gente, empezaron a reseñar Ojos de agua años después de su publicación, y como me pasó a mí, a continuación buscaron otro libro del autor para seguir disfrutándolo.
Después de eso, la vorágine de los lectores pedía una nueva entrega. Quizás en esos primeros años las redes sociales no tenían la fuerza mediática que tienen ahora, y quizás por eso la leyenda de la tercera novela de Domingo Villar se fue construyendo en el subconsciente de los lectores poco a poco, hasta que estalló.
Yo no quiero dejar de aplaudir al autor, pues no ha publicado la novela hasta que no ha considerado que estaba lista para su lectura. No tengo los datos seguros, pero creo que se ha reescrito más de una vez y diría que en algún momento se han parado máquinas de impresión y todo.
¿No sería mejor que cada autor tuviera su tempo? Seguro que los libros durarían más en las mesas de las librerías y no se seguirían convirtiendo en un producto de consumo rápido. ¿Cuándo ha sido un libro un producto así?

Esperar siempre merece la pena. El último barco es una delicia de novela. Hace tiempo que una novela de más de setecientas páginas no me enganchaba tanto; hace tiempo que el cuerpo no me pedía seguir leyendo una novela. No creo recordar ni un momento en el que soplara de aburrimiento.

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Quizás es el mejor de los tres libros de la saga.Esta vez el autor te mantiene en la misma sensación de desconocimiento en la que se encuentran los investigadores, pero sin que lleguen a aburrirte todas esas vueltas que dan detrás del hilo del que tirar.

Lectura terminada. Este último es el que mas me ha gustado, no se, quizás porque lo que se empieza investigando es la desaparición de una chica, y creo que mantienes la esperanza de que aparezca viva. Me ha tenido atrapada en su lectura, y me costaba bastante dejarlo para el día siguiente. Es el mas largo de los tres, pero aún así, se me ha hecho corto. Una variedad de personajes, que todos parecían culpables. Todo muy bien descrito y detallado, al igual que los otros anteriores. El inspector Caldas, ha terminado gustándome mucho, y me he sentido cercana a el, ahora lo voy a echar de menos. Con estos libros descubres cosas curiosas, en cuanto a lugares, comidas, pinturas, etc. Muy recomendable

Magnífica novela negra (más "novela" que "negra", seguramente). Prosa excelente, ritmo pausado, descripciones certeras y atmosféricas, personajes convertidos en personas, trama engranada como piezas de reloj y un final a gran altura. Todo sin aspavientos, truculencias, sangre fácil ni pornografía sentimental. No descubro nada, era un gran escritor Domingo Villar.

Hace más de 10 años que leí sus dos primeras novelas, las cuales me gustaron mucho. Estuve un tiempo esperando su tercera novela, Cruz de Piedra, que nunca llegó a ver la luz. En su lugar, 8 años más tarde, apareció el último barco, y menuda aparición... novela que trata sobre la desaparición de una chica, con una investigación al uso, muchas declaraciones donde cualquier detalle puede ser importante.
💙💙Lo mejor💙💙
- Es una novela con pocos personajes principales, y los secundarios que aparecen están muy bien definidos.
- Me gustan mucho las reflexiones del protagonista, Leo Caldas, donde se hace un recordatorio de en qué situación se encuentra el caso. Por cierto, un detective muy real, que se deja llevar por intuiciones.
- Muy fan de Rafael Estévez
- Muy fan de Napoleón

💔💔Lo peor💔💔
Si no le he puesto más nota es porque quedando más de 100 páginas, deduje el final, y no me considero Sherlock Holmes. Aunque también es verdad, que este detalle no le quitó interés al final del libro.

*_*_ Novela muy recomendable, y no solo esta, si no toda la serie de Leo Caldas. ¿Conocíais el libro? ¿La habéis leído? ¿Os ha gustado tanto como a mí? ¿Qué os parece su compañero Rafael Estévez?

Lenguaje sencillo, fácil de leer, de las que atrapan de verdad,... se le perdona lo predecible del final.