Flores sobre el infierno

Algo aterrador está ocurriendo en las montañas de Travení (Italia), y Teresa Bataglia y su equipo, entre ellos Massimo Marini, serán los encargados de la investigación. Esta es la trama principal del libro, y una de las líneas temporales de la novela, la del presente.
La segunda línea temporal se sitúa en Austria del año 1978, donde algo oscuro ocurre en una institución llamada la Escuela, donde todo lo que sucede dentro de la Escuela se queda en la Escuela. “Mira, observa, olvida” es la ley que impera.
Las dos tramas me parecieron originales.
La inspectora me gustó mucho: con un carácter especial, mayor, luchadora en un mundo masculino, con sus “traumas” y sus enfermedades, una alta capacidad de análisis y motivación, pero además, una humanidad sorprendente.
Massimo Marini, el nuevo, que, nunca mejor dicho, no empezó con buen pie y la inspectora, que trata a los nuevos de una forma algo especial, forman un tándem que, supongo, se desarrollará en futuras entregas. También quedó en el aire su lado oculto.
A pesar de que al principio me costó un poco cogerle el ritmo, muy pronto mejoró mucho y me ha sorprendido gratamente la forma de escribir y describir de esta autora, de situarnos en las escenas y en el contexto.

En Travenì, una aldea del norte de Italia, cerca de la frontera con Austria, encuentran el cadáver de un hombre que ha sufrido una brutal agresión en el rostro y además le han arrancado los ojos. de la ciudad se han trasladado para la investigación la comisaria Teresa Battaglia y su equipo, al que se acaba de incorporar el joven inspector Massimo Marini.
Por otra parte nos trasladamos a Austria, al año 1978, a una extraña institución, La escuela, en la que cuidan recién nacidos, y en la que se intuye que las normas y protocolos de actuación con los bebés no son los normales. Algo extraño está ocurriendo allí.
Narrado en tercera persona, irá alternando las dos historias; por un lado avanzará la investigación y por el otro iremos conociendo lo ocurrido cuarenta años antes, muy cerca de allí y que se intuye que tiene mucho que ver con los asesinatos, ya que irán sucediendo otras desapariciones y crímenes que complicaran todo un poco más.
La comisaria Teresa Battaglia es una mujer que ha cumplido ya los sesenta, con unos kilos de más, con problemas de salud como la diabetes y últimamente está preocupada por algunos problemas y lagunas en la memoria que es una de sus herramientas de trabajo. Es especialista en perfiles criminales de asesinos en serie, es sagaz, mordaz y le gusta poner a prueba a los novatos para comprobar su valía. En esta ocasión su "victima" será Massimo Marini, el nuevo inspector de su equipo. Seremos testigos de sus discusiones sobre la investigación, como crear el perfil del asesino y la opinión de la comisaria convirtiendo al asesino en víctima a su vez:

-Parece que sienta compasión por él.
-Se llama empatía.
-Podría ser el asesino.
-Sí, podría serlo.
-¿Eso no significa nada para usted?
-Pues claro. Que cada asesino en serie, antes de superar el punto de no retorno, era un ser humano que sufría. Muy a menudo, víctima de abusos. Sin duda alguna solitario. (Página 206)

Massimo Marini, el nuevo inspector, inexperto, ingenuo, al principio parecen fracasar todos sus intentos por dar una buena imagen, con el tiempo se irá ganando a su jefa y trabajaran estupendamente en equipo.
Me han gustado mucho los dos y como llevan la investigación, aunque confieso que más el personaje de la comisaria, no es normal ver en una novela que el peso de la investigación lo lleve una mujer de esa edad, (ha pasado los sesenta), que además no está en forma por un sobrepeso y con problemas de salud (hasta ahora eso era solo cosa de hombres, las mujeres inspectoras o comisarias encargadas de una investigación en las novelas que he leído, al menos que recuerde, han sido siempre jóvenes, como mucho rondando los cuarenta). Y con unos métodos de investigación basados en la psicología del asesino, la manera como desarrolla el perfil me ha gustado mucho.
También tiene un cierto protagonismo el entorno en el que se encuentran, rodeados de naturaleza, en las montañas, muy cerca de la frontera en las dos tramas, con mucha nieve y frío.
Flores sobre el infierno es un muy buen comienzo de una nueva serie que promete mucho, con unos protagonistas
que forman una peculiar pareja y que se hacen querer.

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En el bosque que rodea Travenì, una ficticia y tranquila aldea ubicada en los Alpes italianos, ha aparecido el cadáver de un hombre con el rostro destrozado y los ojos arrancados. Hasta allí se desplazará rápidamente la comisaria Teresa Battaglia y todo su equipo en busca de pistas que arrojen un poco de luz a un caso que, por el sadismo del asesino, intuyen pueda ser el primero de una serie. A ellos se unirá un novato inspector, Massimo Marini, que viene desplazado desde la capital y al que la comisaria, una mujer intuitiva, tenaz y, en ocasiones brusca, piensa poner a prueba.

En otro hilo argumental nos trasladamos hasta Austria en el año 1978 para conocer una institución conocida como “La escuela”, enclavada cerca de la frontera con Italia, donde una enfermeras cuidan a unos recién nacidos bajo las más estrictas normas de protocolo y el más riguroso secreto profesional.

Aunque Flores sobre el infierno está catalogada como thriller yo diría más bien que estamos ante una novela negra que bucea en el más oscuro laberinto de la mente humana y en cómo esta evoluciona en función de ciertos estímulos. Una historia donde el escenario y la vida de los investigadores tienen tanta o más relevancia que la trama en sí. Y ahí entra en escena la comisaria Battaglia, una sexagenaria sagaz y carismática, a la que ni los kilos de más ni ciertos problemas de salud van a impedir llegar hasta el último rincón de la montaña en busca del asesino y que cuenta con todo el respeto de su equipo. Una protagonista que consigue eclipsar por completo al resto del elenco de personajes, y que me ha conquistado por completo. Los duelos dialécticos con su novato ayudante, aparte de arrancarme algunas carcajadas, me han parecido una forma muy amena de dar a conocer al lector, de forma clara y sencilla, temas tan interesantes como la forma en que se va perfilando a lo largo de una investigación el retrato de un asesino en serie o qué competencias corresponden a cada uno de los desplazados a la escena de un crimen.

Ilaria Tuti nos traslada hasta una población de alta montaña donde el frío, el aislamiento y las difíciles condiciones de vida han condicionado el carácter de sus habitantes, que desconfiando de los forasteros, hacen piña ante la adversidad y se protegen unos a otros. Un lugar donde un manto blanco lo cubre todo y el bosque parece observar cuanto acontece a su alrededor. Y es impecable la forma en que consigue a base de bellísimas descripciones del paisaje, pero sin ralentizar la historia, trasladar al lector al escenario, haciéndole sentir la gelidez de la montaña, su naturaleza inclemente y esa sensación opresiva de que hay alguien ahí fuera que nos observa.

Narrada de forma sencilla, con un estilo directo y alternando dos tramas de cronología lineal que nos van moviendo entre pasado y presente para dar respuestas a lo ocurrido en Travenì, Flores sobre el infierno inicia una saga protagonizada por la comisaria Battaglia y el inspector Marini. Y, si bien la considero una lectura más que aconsejable, creo necesario advertir a aquellos que busquen un ritmo vertiginoso que no es eso lo que van a encontrar. Sí que hay un misterio bien mantenido y un desenlace estremecedor y a la altura de mis expectativas, que me ha removido por dentro.

Flores sobre el infierno es una novela muy oscura. Una buena ambientación, unos diálogos tan jugosos como la vida de sus protagonistas y un desenlace sobrecogedor son algunas de las bazas con las que Ilaria Tuti inicia esta saga protagonizada por la comisaria Battaglia y el inspector Marini, unos personajes llenos de magnetismo que nos dejarán con ganas de más.
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Quizás lo único interesante y fresco de esta novela sea la Comisaría Teresa Battaglia. Una policía que ya pasa los sesenta, con problemas de memoria, diabetica y con un gran conocimiento de la mente criminal. Eso sí, el trauma que acompaña al investigador viene de serie. Afortunadamente aquí no hay el típico policía o detective borracho que se pasa la novela bebiendo whiskey como un descosido y eso es de agradecer. Si me ha gustado mucho el contexto geográfico de la historia. Muchas veces tenemos tendencia a olvidar que Italia es un país alpino, y olvidamos sus pueblos rodeados de bosques y nieves en el norte y eso le da un gran plus a la novela. Lectura rápida y entretenida, pero no me ha parecido de las mejores del género. Aunque si seguiré de cerca a Teresa Battaglia esperando que sus casos me den más información sobre esta nueva comisaría italiana.

Conocí el estilo de la autora porque leí el segundo libro de la saga de Teresa Battaglia, comisaria y personaje principal de las novelas (La Virgen Negra)
Reconozco que el caso en sí (el de la Virgen negra) me pareció un poco bastante rebuscado y casi no entendía nada, por otro lado me dio la oportunidad de conocer cómo se relacionaban los personajes entre sí y cómo se desarrollaban dichas relaciones. Lo que más llamó mi atención de la Virgen Negra fue que todo iba a ser peor y mejor a la vez.
Gracias a este extraordinario pero extraño libro decidí leerme este primer libro y fue un acierto total haberlo leído.
Sin duda, Flores en el infierno supera con creces su predecesora.
No sólo porque es el primer libro, que es donde aparecen los protas y se van desarrollando poco a poco, sino más bien por el caso en sí mismo.
Teresa y su equipo tiene que resolver el horrible caso en el que un hombre aparece muerto en las montañas de una forma un tanto peculiar. Aquí pude entender mejor cómo es el proceso de pensamiento de la comisaria: una mujer metódica, segura de sí misma y con esa autoridad como telón principal de su vida, pero también entendí ( ya que en el segundo libro cuenta otros aspectos de forma un poco más a fondo) que dentro de esa mujer guerrera hay un alma herida que lucha por vivir día a día consigo misma.
Por otro lado está Massino Marini, un tipo que ya se le veía el tormento en el rostro, sólo que estaba disfrazado de ese orgullo propio de alguien que teme que sus emociones sean descubiertas. Pensé que este personaje sería un blandengue que no aportaría gran cosa a la trama dado que comenzó la historia con mal pie, pero a medida que pasaba las páginas e iba conociéndolo un poco más el tipo empezó a caerme bien.
Pero como comentaba un poco más arriba, lo que más me llamó la atención fue todo el asunto relacionado con el caso: pensé que se trataría de un caso enrevesado de entender (como me pasó con La virgen negra) pero no, entendí todo a la perfección y puedo decir que es uno de los casos criminales (ficticios) que más me han enganchado desde el principio.
El género ya está tan visto que es difícil plantear un crimen sin caer en los tópicos, en cambio este me pareció bien llevado y tristísimo, donde se ve claramente que no hay buenos ni malos en una situación.
Pero si algo tengo que resaltar de esa novela son los temas que trata: del silencio, la crueldad hacia seres inocentes, la empatía, la lealtad entre amigos, la inocencia…
Definitivamente Flores en el infierno se ha convertido en una de mis mejores lecturas de este año que aún no termina.
Espero que la editorial siga apostando por la autora y que nos traigan muchas más de sus historias.

La verdad es que no me había fijado mucho en Alfaguara Negra porque estaba yo en otros lares, pero desde que descubrí este sello de la editorial con La novia Gitana me paso por sus novedades y las voy fichando porque nos traen auténticas joyitas. Ya os puedo adelantar que esta ha sido otra de mis lecturas del año, (es que estoy teniendo mucha suerte) y que a partir de la segunda mitad de la novela aproximadamente me ha tenido completamente absorbida, y que tengo claro que repetiré con la autora sí o sí!

En este lugar tan insólito, de repente la calma de un pueblo va a tornar a pesadilla. Todo comienza cuando aparece el cadáver de un hombre con el rostro desfigurado, y sin ojos, evidentemente no es un accidente sino un atroz crimen que pone a todo el pueblo patas arriba. Para más inri, un recién nacido desaparece, y hay niños que señalan que ven una sombra o una presencia en el bosque. Como la autoridad del pueblo se ve incapaz de resolver todo lo que está pasando, llamarán a nuestra protagonista absoluta, Teresa Battaglia, que destaca por haber sido capaz de resolver crímenes de este tipo en su larga trayectoria, debido a su mente privilegiada y a su capacidad y sagacidad para el estudio de la psique humana y ser capaz de desentrañar los pensamientos de los peores asesinos. Ya sabemos que en este tipo de novelas y últimamente más se ha puesto de moda que los investigadores sean personajes con traumas a sus espaldas, con grandes mochilas, y rodeados por unas circunstancias que hacen que esas actitudes que tienen y esa personalidad tan intensa destaquen tanto en las investigaciones como en las novela en sí. Este caso no es una excepción, pero aquí hay algo más, ya que Teresa tendrá alrededor de 60 años, efectivamente un pasado poco alentador, pero además su mayor baza, que es su capacidad de detectar esos perfiles criminales, le está jugando una mala pasada, ya que su mente y su cabeza están fallando cada vez más, lo que puede convertirla bien en la heroína de la historia, o en una víctima más.

Junta a ella encontramos el que va a ser su antítesis y la traerá por la calle de la amargura (por lo menos al principio). Se trata de Massimo, un inspector novato, prudente, que no se salta las normas, en definitiva un buenazo, al que Teresa tratará regular, y el pobre se tendrá que comer todo el mal humor de su compañera. Esta pareja son brillantes en la novela y se agradece muchísimo, porque si tenemos una investigación brutal, pero los investigadores son personajes planos o sin peso que te aburren y no aportan al final la novela se hace soporífera y no te la crees, y aquí es todo lo contrario.

Pero además de la trama principial, que se desarrolla y se cuenta en el presente, vamos a tener una subtrama o trama paralela, que estará conectada con la que tenemos en la actualidad, y que nos remonta a 1978, en el mismo pueblo, donde vamos a conocer un edificio que hacían llamar LA ESCUELA, con alumnos y con profesores peculiares, con unas cuidadoras con instrucciones inquietantes, no pueden comunicarse ni tocar a los recluídos aquí. Vamos, que básicamente su misión era vigilar que no murieran, pero no mucho más. Es algo aterrador y perturbador, y cuando vayamos conociendo más de esta institución os puedo asegurar que se nos pondrán los pelos de punta. ¿Cómo se consigue encajar esta trama con la trama actual de este asesinato, la desaparición del bebé, que nos tendrá en jaque durante toda la lectura, y ese ser tan extraño que anda por los bosques? La verdad es que la autora consigue conjugarlo todo muy bien, y cuando acabemos, todo quedará atado y cerrado, no es de esas novelas que nos deja con dudas e incertidumbres.

Estructuralmente, la novela consta de 81 capítulos que se desarrollan a lo largo de sus 350 páginas. Como veis, un montón de capítulos muy cortos y con mucha tensión, por lo que la novela vuela en nuestra manos, porque queremos seguir sabiendo qué ocurre, si Teresa y Massimo van a conseguir desentrañar los crímenes, si se trata de alguna vendetta personal o es algo mucho más oscuro y escalofriante. Desde luego los habitantes de la zona no se lo van a poner fácil, ya que el pueblo se ancla en un mutismo general desde que llegan ambos, por lo tanto tendrán que escarbar y desenterrar esos secretos que esconden los habitantes y que quieren salvaguardar contra todo, aúnque corran peligro.

No penséis que es una novela de un ritmo galopante, pero esto no es problema para que se disfrute igualmente. Mantiene un ritmo sosegado, por supuesto nos va a sorprender con giros y con descubrimientos que nos desafiarán, pero la autora se centra más en crear esa atmósfera y esa ambientación que nos pondrá la piel de gallina, esas montañas nevadas que parecen una trampa para cualquiera que no conozca el terreno, esa zona contra la que tendrán que lugar Massimo y Teresa que se convierte en otra protagonista más de la historia. Y mención especial a esa fiesta del final de la novela, donde todo se acelera y nos encontramos con escenas de la máxima tensión, claustrófobicas, y aquí es donde los dos investigadores se juegan el todo o nada para resolver el caso. Me ha parecido brillante!

Sintetizando, nos encontramos ante una novela negra negrísima, con muchos valores para ser una lectura genial, por aunar dos tramas igual de atrayentes que, lejos de destacar una en detrimento de la otra, se complementan para crear un resultado que nos mantenga en tensión y nos vaya sorprendiendo poco a poco. Con una investigación policial dirigida por personajes que no nos dejarán indiferentes, y en la que destaca mucho la búsqueda de lo que esconde la mente del asesinato. Teresa sostiene que si sabes encontrar la motivación, encontrarás al asesino. Y verdaderamente así es, podremos comprenderlo conociendo toda su vida y sus traumas. Con una ambientación genial que destaca muchísimo, y un final que nos sorprende por su alto voltaje y también nos despertará sentimientos de desazón, pena, empatía y desasosiego. Es por eso que tengo que recomendarla, y aún más, desear tener la próxima en mis manos.
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Mi regreso al género de mis amores 🖤 (que tenía un poquillo aparcado) no podría haber sido más satisfactorio. Y es que si esta novela me ha gustado muchísimo, gracias a los debates con el resto de participantes, y especialmente con la opinión experta de Ana en criminología, ha sido una lectura re-don-dí-si-ma🎉🎉🎉
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Para los que como yo sois devoradores de novela negra📚, muchas veces pasamos por alto, en el fulgor de la lectura, muchos detalles que los autores han documentado con investigadores, criminólogos, forenses...🕵🏻‍♀️ y otros que, ejem ejem, dejan bastante que desear. En este caso, el primer libro que leemos conjuntamente ha sido de los que aprueban con buena nota en los detalles, así que seguiremos con esta rutina, porque no nos vamos a engañar, hay ganas de destripar alguna novela 😈 (y a su autor/a) por meteduras de pata en las escenas del crimen... No mercy!
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Con respecto a esta novela, me he alegrado mucho al saber que es la primera de una saga 😻, por lo que esperaré a que publiquen en España las nuevas aventuras de la comisaria Teresa Batagglia, un personaje totalmente fuera del prototipo en este género de novelas (por su edad, por su situación física y personal...) La ambientación de la autora nos traslada a una región alpina 🏞️ y nos ofrece dos líneas temporales ⌚ que poco a poco van desentrelazando el misterio hasta su catarsis final (para mi gusto, un tanto breve) 🤷🏻‍♀️
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A los amantes del thriller, os recomiendo tanto esta novela como el club de Ana, porque os aseguro que no os vais a arrepentir de compartir las lecturas con un grupo requetemajo y una experta que hará temblar a más de uno/a con sus críticas (siempre constructivas, of course!)❤️🧡💛💚💙💜
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Mi puntuación: 5/5🌈
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La paz y tranquilidad que se respira en la pequeña aldea de Travení, en Italia, se ve pronto rota con la aparición de un cadáver. Desnudo, con signos graves de golpes y sin ojos, algo a lo que no están acostumbrados ni los vecinos, ni la policía del lugar. En este caso la inspectora veterana Teresa Battaglia, junto con el recién trasladado Massimo Marini, tendrán que resolver el caso.
Desde luego que no lo tienen nada fácil, tal y como iremos viendo a lo largo de la novela, y más conforme van apareciendo más cadáveres.
Flores sobre el infierno es un thriller en el que conviven dos historias, que iremos conociendo poco a poco, a la par. Por un lado tenemos la investigación actual, y por otro lado una historia antigua, ocurrida en un lugar llamado Escuela, y que es de lo más siniestra. Aunque esta segunda parte nos intriga en todo momento, no es hasta más adelante cuando entendemos el por qué, y sobre todo lo hilamos con la actualidad. Aunque en algunas partes vamos adivinando lo que ocurre, no quita para que sigamos enganchados a su lectura, ya que en todo momento nos mantiene en tensión por ver qué ocurre.
Independiente de la historia central, tenemos también parte de la historia y vida de los protagonistas, Teresa y Massino que no nos deja para nada indiferentes. Además, parte de la historia que se cuenta sobre "el torno", impresiona, y nos deja huella. Con ambos temas, se nos pondrá la piel de gallina y nos tocará la fibra sensible, algo que no siempre se consigue en un thriller.
La manera de narrarlo, me ha gustado mucho, aunque reconozco que algunas partes estaba deseando pasarlas para continuar con el resto de la historia, pero es que queramos o no, al entrelazar dos historias, en ocasiones nos puede más una parte que la otra, por lo que queremos saber más y más. Pero la autora al minuto siguiente sabe de nuevo centrar nuestra atención y picarnos de nuevo con la otra historia, así que durante todo el libro tenemos un tira y afloja con ambas partes. Ambas narraciones tienen mucho poder.
Muy ameno de leer y entretenido, lo recomiendo por que la sensación que nos queda cuando lo acabamos es muy buena, y ojalá en un futuro leamos más de este equipo de inspectores tan peculiar y dispar, pero que hacen muy buena pareja.

Este libro ha estado bien pero, para mí, no tanto como el bombo que le han dado. Me ha gustado, desde luego, narrado en capítulos cortos y con un lenguaje fluido se lee muy bien. Entonces ¿qué pero le veo? Para empezar que no es nada nuevo que un detective, comisario o inspector tenga problemas de salud, esto ya lo descubrí con Mankell y empieza a convertirse en una técnica muy utilizada para que simpaticemos más, si cabe, con el investigador de turno. Para continuar la protagonista, a mi modo de ver, se comporta de forma un poco egoísta, pero no diré por qué, si no destriparía la historia y eso no lo deseo. Me chocan muchas cosas que suceden en la historia y no me cuadran por ejemplo: el comportamiento del asesino, más que su comportamiento su forma de conocer cosas que, en teoría no debería saber. Y, por último, compararlo con Lemaitre o con Quebert, no me ha parecido de recibo. En fin, tened en cuenta que esto es solamente mi opinión. Pero, por lo demás la historia está bastante bien.

Leído por diversas recomendaciones, tanto de compañeros de lecturas como de críticas leídas... y realmente no me ha defraudado.
Me ha gustado la forma de narración, la descripción de personas y paisajes, el desarrollo de la trama, los personajes... aunque la autora hubiera escrito algunos relatos antes, no parece en absoluto que se trate de una primera novela.
Empezamos por la narración. Es una escritura ágil, fluida, aunque sin tener un ritmo digno de película, hace que te mantengas enganchado a las páginas. Está escrita en tercera persona, pero va alternando capítulos con lo que acontece en diversos momentos y a los diferentes personajes: los policías a cargo de la investigación, los niños que se ven implicados en los hechos, los acontecimientos del pasado que desembocaron en el drama actual.
También describe muy bien los paisajes de montaña donde transcurren los hechos, el ambiente del pueblo, las relaciones que se van estableciendo...
Después tenemos a los personajes. Aunque no se trate de una novela coral, porqué tenemos dos protagonistas destacados (la pareja encargada de la investigación), también destacan los niños del pueblo implicados; así como otros personajes: los policías que forman parte del equipo, el médico del pueblo, la madre de uno de los niños...
Todos ellos están admirablemente descritos, según la importancia que cobran en la narración. Y lo que me ha sorprendido es que todos son muy congruentes a lo largo de todo el libro, actuando en todo momento acorde a lo esperado según sus características.
La pareja protagonista también es digna de mención. Teresa es una comisaria ya mayor, cercana a la jubilación, con un carácter arisco, seco, y muy preocupada por su estado de salud. Debe trabajar con Massimo, recién llegado de la gran ciudad, trabajador, entregado, afable... que choca continuamente con los desplantes de su superiora.
La trama es bastante previsible en general, pero no así en los detalles, lo que te hace estar muy pendiente del quién; y, sobre todo, del porqué.
Los crímenes en sí, son bastante “gore”, pero la autora no se recrea en ellos, dejando bastante a la imaginación de cada lector.
Es cuestión de seguir a la autora, si acaba convertida la novela en una serie.