No es difícil acostumbrarse a todo, particularmente cuando se ve a los demás hacer lo mismo.
|
No es difícil acostumbrarse a todo, particularmente cuando se ve a los demás hacer lo mismo.
|
Para conocer el amor es necesario equivocarse y luego enmendar el error
|
Cada vez que Vronski dirigía la palabra a Anna, los ojos de ésta parecían iluminarse y una sonrisa de felicidad entreabría sus sonrosados labios; se hubiera dicho que trataba de disimular su alegría, pero en su rostro se revelaba la dicha.
|
Desearías que la tarea de un hombre tuviera una finalidad, que el amor y la vida matrimonial fueran la misma cosa, y tampoco ocurre así. Toda la diversidad, la hermosura, el encanto de la vida, se compone de luces y sombras.
|
El fin de la civilización consiste en convertir todas las cosas en un placer
|
Pero lo que más le impresionaba de ella, como una cosa siempre nueva, eran sus ojos tímidos, serenos y francos, y su sonrisa, aquella sonrisa que le transportaba a un mundo encantado, donde se sentía satisfecho, contento, con una felicidad plena como sólo recordaba haberla experimentado durante los primeros días de su infancia
|
Qué te pasa corazón? Qué quieres? Calla, estúpido!
|
Suponía que bajo aquel velo poético que envolvía sus vidas se ocultaban los sentimientos más elevados y las más altas perfecciones
|
Pero mientras se decía que había de marchar, reconocía en su interior que no era posible, porque no podía dejar de considerarme su esposo, no podía, sobre todo, dejar de amarle.
|
Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada
|
Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises