En este libro nos encontramos con Lucy y Joshua, asistentes de dirección de la editorial Bexley&Gamin, que anteriormente fueron dos editoriales pero tuvieron que fusionarse por culpa de una gran crisis en el sector. Lucy es de Gamin (editorial pequeña, acogedora, familiar, donde los libros son letras, no números), Joshua de Bexley (editorial movida por tiburones, planificadores, para los cuales los libros son simples unidades). Siempre ha habido una rivalidad entre ellos, trabajan en el mismo despacho y tienen exactamente el mismo puesto. Pero un posible ascenso los enfrentará y los llevará a odiarse más aún… O quizás no… Dicen que del odio al amor hay un solo paso, ¿no?
Francamente, me ha gustado bastante aunque creo que las expectativas me han jugado una mala pasada.
Nos encontramos con una trama bien hilada, no demasiado intensa y con una historia de lo más entretenida, que te mantiene atenta en todo momento. A lo largo de las páginas de este libro, vemos ese “odio” entre Lucy y Josh, y como cruzan esa línea entre dichos sentimientos tan fuertes: el odio y el amor. La premisa de un “enemies to lovers” de oficina atrae muchísimo y siempre se disfruta muchísimo, aunque debo ponerle un pero y es que casi toda la historia ha sido muy predecible y han habido algunas cosas pendientes por resolver. Aún así, hay algunas cosas (como la pequeña y particular historia de Josh) que no he visto venir y que le ha dado un muy buen juego a la segunda mitad del libro y también un punto misterioso al personaje.
Los personajes me han gustado mucho. Lucy es una mujer inteligente, muy amable con todo el mundo, trabajadora y un amor de persona. Es menuda y su sello personal son los labios rojos. Y Josh es un hombre muy implicado en su trabajo, meticuloso, calculador y serio. Atractivo, imponente y también tiene su propio sello: camisas lisas de color en el mismo orden: blanco, blanco crudo, crema, amarillo claro, mostaza, azul celeste, azul turquesa, gris perla, azul marino y negro. Son dos personas completamente diferentes y nadie podría decir que algún día acabarían juntos, pero hay cosas imposibles que suceden. Juntos son la fusión perfecta. Me ha encantado ver su tira y afloja, esos comentarios sarcásticos con los que se dejaban fuera de juego el uno al otro y cómo han ido dando pasos hasta descubrir qué era realmente ese odio.
La pluma de la autora me ha gustado muchísimo. No había leído nada suyo hasta el momento, pero no dudo ni un poco en que este no será el último que lea. Escribe de una forma fluida y bonita, con toques divertidos que hacen la lectura muy amena.
En resumen, “Cariño, cuanto te odio” es un libro atrapante y adictivo que no podrás dejar de leer. Una historia llena de tira y aflojas, momentos divertidos y de tensión; una historia sencilla pero de lo más entretenida; un “enemies to lovers” que a pesar de no haber cumplido del todo mis expectativas, he disfrutado mucho.
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