Conocí a Olive en Luz de febrero, la segunda parte de éste, que leí primero por error. Así que llevaba tiempo queriendo descubrir el inicio. El carácter de Olive apunta maneras desde el principio y justo es esa personalidad la que atrapa. Olive es una maestra jubilada que vive en Crosby, un pueblo costero donde todos se conocen. Una mujer ruda, brusca, sin pelos en la lengua, orgullosa, que dice las cosas claras, tal y como las piensa sin tener muy en cuenta como se pueda sentir el otro, pero siempre desde la honestidad. Una mujer que no sabe mostrar cariño y le cuesta recibirlo. Pero también es una mujer que se preocupa por los demás y que ayuda siempre que sea necesario. La envuelve una coraza pero su corazón es grande y a veces blandito. La vida la pondrá a prueba en varias ocasiones y le dará oportunidades que no siempre sabrá aprovechar para rectificar. Tan real como todo lo que se calla en las relaciones de familia. Tan real que hace daño. Los silencios se imponen y la dificultad para expresarlos entorpecen el camino. Su estructura es el punto más interesante. En cada capítulo se narra la historia de distintos vecinos del pueblo, como si de relatos independientes se tratara. Pero a todos los une Olive. En todos aparece en mayor o menor medida. Y es a través de ellos, de sus vidas, como iremos conociendo a la protagonista. A partir de las opiniones de los demás, de las relaciones con ella la iremos descubriendo. Todas las historias comparten una visión sobre las relaciones de toda una vida, salpicadas por las mentiras, los engaños, los secretos. Todas las páginas desprenden tristeza, infelicidad y soledad. La soledad que llega cuando el final se acerca. La soledad que se siente cuando se descubre que nada es para siempre. La soledad ante una vida vivida y un final incierto. Pero a Olive la soledad conseguirá transformarla y regalarle un rayito de luz. Con una escritura impecable, esta autora nos deleita con un personaje, que aunque pueda despertar sentimientos opuestos en los lectores, no nos deja indiferentes. Un personaje auténtico, muy bien construido y unos secundarios que en pocas palabras consigue que nos cautiven. Una obra coral sobre lo complicado de las relaciones humanas, que nos lleva a reflexiones muy interesantes. Una novela sobre las distintas tonalidades de gris que tiene la vida. Una autora muy recomendable a la que seguiré leyendo ahora con otro de sus grandes personajes, Lucy Barton. + Leer más |
LA NOVELA MÁS EXITOSA Y ACLAMADA DE LA AUTORA PREMIO PULITZER DE ME LLAMO LUCY BARTON
En Crosby, un pequeño pueblo en la costa de Maine, no suceden muchas cosas. Y sin embargo, las historias sobre la vida de las personas que viven allí contienen un mundo entero. Está Olive Kitteridge, una maestra jubilada, irascible, indecorosa, de honestidad inquebrantable. Tiene setenta años y aunque es más dura que una roca, sintoniza con los matices del alma humana. Está Jack Kennison, antiguo profesor de Harvard, que busca desesperadamente la cercanía de esa extraña mujer, Olive, siempre tan Olive. Su relación tiene la fuerza de quienes se aferran a la vida. Una novela conmovedora que habla del amor y la pérdida, de la madurez y la soledad, y de esos inesperados instantes de felicidad. «Qué escritora tan increíble.» Zadie Smith «Tengo una misión: lograr que miles de lectores se rindan como yo ante Elizabeth Strout.» Pablo Giordano «Lo más valioso de Elizabeth Strout es la sutileza con que explora los recovecos de la condición humana.» Fernando Aramburu «Esta mujer que tanto me ha dado llenando mis horas de insomnio.» Elvira Lindo
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