Tienes que mirar

Un libro estremecedor sobre la brutalidad que seguimos enfrentando las mujeres en muchos aspectos, sin importar el país de origen o la clase social. En Tienes que Mirar, la autora rusa Anna Starobineta, narra la pesadilla que vivió al enterarse que el bebé que esperaba venía con una malformación congénita. Todos los médicos en Rusia le dijeron que no tenía caso que continuara con el embarazo pero, al mismo tiempo, había una especie de estigma por tener que terminarlo, por lo avanzado de la gestación. Como si fuera un monstruo, como si fuera su culpa, cuando el pronóstico indicaba que no había posibilidad que el niño superviviera. La autora tuvo entonces que salir de su país a buscar una clínica en Alemania especializada en terminación de embarazos avanzados, en donde pudo comparar la diferencia del trato. Aun así, el proceso fue traumatizante, doloroso y sumamente solitario. ¿Y cómo podía ser de otra forma? Meses después, deberá enfrentar ataques de pánico y depresión y, de nuevo, la incomprensión de los profesionales de la salud. El testimonio de Starobineta no puede ser menos que estremecedor porque refleja el juicio que continuamos sufriendo las mujeres por hechos que se relacionan con nuestro cuerpo: como si fuera una obligación traer hijos al mundo pero cuando se traen y tienen problemas es nuestra culpa; como si la depresión posparto o por la pérdida de un hijo fuera simplemente “histeria” y así se continúan sumando cosas.

Terrorífico. Creo que ha sido el libro que más me ha impactado en todo este año, e incluso podría decir que en varios.
Había leído un poco por encima la sinopsis de este libro y sobre todo había leído comentarios de que era uno de los mejores libros publicados en 2021. Sin saber poco más, me metí de lleno en una lectura en la que por momentos ha tenido tal intensidad que tenia que dejar de leer.
Si lees la sinopsis puedes ver que se basa en la historia de una mujer embarazada a la que en una visita rutinaria al ginecólogo, encuentran al que será su segundo hijo, un problema congénito. Sin querer creérselo y tras pasar por varios médicos, le confirman el resultado de que el bebé nacerá muerto o que lo hará a los pocos minutos de nacer, por lo que le aconsejan abortar.
Lo más duro de este libro es que no se trata de ficción, sino que la autora, de forma valiente, ha escrito a modo de auto biografía un libro tan personal como fue su recorrido por esta pesadilla. Anna Starobinets, con este libro se abre en canal, y trata de visibilizar que también existe estas terroríficas historias, y sobre todo siente la necesidad de criticar el trato recibido y sistema médico en su país, usando incluso nombres reales de médicos que no le ayudaron.
La autora, viendo que en su país solo le ponían trabas, tuvo que viajar hasta Alemania para conseguir un trato más humano. Es una pena que no todo el mundo tenga la oportunidad de viajar para solucionar problemas médicos, ya que en su propio país le hicieron sentir culpable de un posible aborto. Ya bastante tiene con la noticia recibida como para no tener una ayuda por parte de los médicos. Recibe un trato totalmente deshumanizado al que se le puede definir como maltrato psicológico.
Un libro terrorífico ya no solo por el tema que trata, sino por el trato recibido y lo que le hicieron sentir en un momento tan delicado
¿Recomiendo este libro? Si y no. A pesar de tratar sobre un tema tan duro y difícil de leer, está escrito con una prosa bellísima, un libro conmovedor sobre el dolor y la aceptación que se me quedará en la cabeza por tiempo.
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Creo que, si cabía alguna duda, los últimos dos años nos dejaron en claro que lo esencial siempre fue, es y será la salud y la gente que trabaja en asistir a la salud de los demás. Aunque no caben dudas de que (en la mayoría de los casos) los sistemas de salud están preparados para lidiar con problemas físicos, habría que ver si están preparados también para lidiar con la salud mental a lo largo de cualquier proceso.

En "Tienes que Mirar", Ana Starobinets nos cuenta en primera mano su experiencia luego de descubrir que su embarazo corre riesgo de requerir aborto por un defecto congénito. Con frialdad, dureza y humanidad, la historia se vuelve una fuerte crítica a la insensibilidad de algunos profesionales y de las instituciones encargadas de la salud en su país, Rusia, mientras recorremos el proceso psicológico de duelo de todo un grupo familiar.

Personalmente, me resulta destacable el valor de Ana Starobinets para escribir su historia de pérdida objetivamente y sin dejar que el dolor nuble los hechos. La prosa de la autora es fría, nítida y clara, sin dramas ni exageraciones innecesarias. Además, esta obra también explora la importancia de las palabras y cómo ellas pueden facilitar o dificultar los procesos psicológicos que atravesamos a lo largo de nuestra vida.

Además de la salud, queda claro que también es esencial la compañía, la amabilidad y la empatía para que lo que nos toque vivir nos sea aún más alegre o mucho menos grave.
Al fin y al cabo, como dice el libro, "no hay ninguna razón para sentir dolor".

Me ha costado mucho sentarme delante del ordenador para hablaros de “Tienes que mirar” escrito brillantemente por Anna Starobinets, un libro que pertenece a Impedimenta, una editorial en la que siempre encuentro pequeñas joyas.

Probablemente sea el libro más duro y desgarrador que he leído y eso ya me lo imaginaba aun así tenía claro que quería leerlo. “Tienes que mirar” es una de las más valientes memorias publicadas en los últimos años, porque si la historia es dura y cruel lo hace mucho más el saber que es una historia real, una historia tan intensa que duele el alma en cada párrafo.

En 2012, la escritora Anna Starobinets, descubre, en una visita al médico, que el niño que espera no vivirá. Anna narra en este libro su periplo por diferentes centros sanitarios de su país para intentar salvar la vida de su hijo y el duelo por el hijo perdido. Esta es la historia de un trauma silenciado, una historia que causó gran conmoción en su país por la deshumanización a la que se tuvo que enfrentar. Un revelador texto acerca de un tema tabú en nuestra sociedad. Todos miran hacia otro lado y pocos entienden el sufrimiento de unos padres ante la pérdida de un hijo que no han llegado a conocer.

Este libro me llegó en el mes de mayo pero pospuse su lectura a este verano. No me gusta entrar en temas personales pero no puedo evitar sentirme identificada con esta historia. Cuando me llegó el libro estaba embarazada de mi hija y no he tenido el valor de leer esta historia hasta que he tenido a mi hija en brazos, sana y salva. Solo lo entenderán quienes han pasado por algo similar y se han sentido incomprendidos por la sociedad.

“Tienes que mirar” es una historia desgarradora, la narración de un hecho del que muy pocos se atreven a mencionar. Anna expone de forma clara y contundente el dolor personal que sintió y es imposible que el lector permanezca impasible. Anna se encuentra ante un sistema sanitario poco comprensivo, deshumanizado y cruel que la abandona en el peor momento, pero ella es valiente y muestra sin tapujos todo lo que se encontró en su periplo sanitario: nombre de hospitales, de médicos, de centros, de foros, de webs…cada cual asumirá su responsabilidad en un país donde el derecho a la salud y los intereses económicos chocan.

Anna se vale de la primera persona para relatarnos todo lo que vivió desde ese momento en el que le comunican que su hijo no vivirá, lo importante ahora es salvarte a ti. A partir de ahí cada momento que vive junto a su familia te encoge el corazón, sientes un nudo en la garganta hasta el final del libro que es imposible leer del tirón porque necesitas respirar.

Tengo que agradecer que Anna nos haya dado la oportunidad de leer esta pequeña joya, que nos haya relatado una historia necesaria, que haya dado voz a ese proceso de pérdida que la sociedad se empeña en ocultar, por “denunciar” la deshumanización de un sistema sanitario, el ruso, que antepone el dinero al derecho, por dar visibilidad a esa pérdida que no es una pérdida cualquiera porque aunque no conozcas a ese bebé sí que es un ser en el que ya habías depositado tus ilusiones, tus sueños, tu esperanza, una pérdida que como las demás necesita de su periodo de duelo y aceptación.

“Tienes que mirar” es un libro escrito de forma sublime, con una prosa envolvente y dulce pero sin tapujos que nos muestra el mundo en el que vivimos. Un relato extraordinario y honesto que se convertirá en uno de esos libros que nunca olvidaré. Un libro en el que la denuncia social está patente en cada página. Una historia que no se debe ocultar, un trauma tan doloroso y cruel que se debe compartir, un libro en el que se muestra el poder de la mujer y la fuerza infinita que tenemos para seguir adelante.


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«Una cosa es inventar historias de miedo y otra muy distinta es convertirse en la protagonista de un cuento de terror.»

Con estas palabras comienza la escritora y guionista Anna Starobinets, especializada en los géneros de la ciencia ficción y el terror, el personalísimo relato de su experiencia con el aborto tardío en Rusia. Una mezcla de crónica periodística, diario íntimo y crítica social que da voz a un sufrimiento silenciado durante demasiado tiempo.

Tienes que mirar narra el periplo de Anna tras descubrir durante el segundo trimestre de embarazo que su bebé sufría una enfermedad congénita incompatible con la vida. Un periplo no solo en búsqueda de una intervención segura, consensuada e informada, sino también de humanidad, y de herramientas para superar el duelo.

Un libro increíblemente valiente, en el que la autora intercala lucidísimas críticas al sistema con pasajes de una emotividad y honestidad que te sobrecogerán. Y que, como ella misma explica, espera que sirva no solo para catalizar el cambio, sino también para ayudar a quienes pasen por algo similar con el dolor de la pérdida.

Esta es una obra que recomendaría a todo el mundo, por lo que cuenta, y por cómo lo cuenta. Porque te hará llorar y te hará indignarte, pero sobre todo te hará ganar en humanidad y empatía.
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Imagina que estás embarazada y un día cualquiera, en una revisión rutinaria, al hacerte la ecografía te dicen que el hijo que estás esperando tiene una enfermedad congénita y que no va a sobrevivir. No importa lo que hagas, no importa a quién o a qué le reces, no importa nada. La naturaleza es implacable y la suerte de tu bebé está echada. Da igual si al lanzar la moneda sale cara o cruz, a Caronte eso no le importa demasiado.
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Imagina que es tu mujer la que está encinta y a quien le dan esa terrible noticia. Cuál sería tu reacción, cómo la ayudarías a buscar algún resquicio de esperanza, haciendo que sienta
ese apoyo tan necesario en uno de esos hitos cruciales en la vida de una familia, como es la llegada de un nuevo miembro.
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Imagina que es mamá quien, al llegar a casa, deshecha en lágrimas, te dice que nunca podrás jugar con ese hermanito al que llevas meses dibujando en tu mente, que no vivirá “ni siquiera un poquito”, pero le das a mamá tu amuleto para que todo vaya bien.
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Y ahora imagina que todo eso te ocurre en la sanidad de la fría Rusia, llena de tabús, donde el poder de la mujer sobre su propio cuerpo y su capacidad de decisión es el que es, y la falta de sensibilidad y empatía por parte de la sociedad y los profesionales brilla por su ausencia.
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Pues todo ese peregrinaje real de Anna Starobinets, es lo que vas a encontrar en este libro. Una novela en la que cada página te pone los pelos de punta, por su dureza y su humanidad. Una caída libre hacia el vacío insondable de la esperanza de una madre, en un intento desesperado por salvar a su hijo, aprender a vivir con lo inevitable y aceptar la realidad. Un testimonio estremecedor y muy necesario que desató una tormenta en Rusia con su publicación.
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Pero me voy a dejar de zarandajas y te voy a ser muy claro. Este libro es la ostia.

Un testimonio desgarrador, corto pero conciso, duro, terrible, que refleja la realidad de sistema de salud de Rusia, la forma en la que se maltrata a la mujer en momentos tan sensibles y especiales como el momento del embarazo, parto, o la interrupción del mismo.
Muy personal, muy real, muy sincero, muy bien contado y que te lleva a ponerte en el lugar de esta mujer y querer abrazarla, ayudarla. Por momentos, me hizo mal, y tuve que leerlo de a poco.
Una historia de resiliencia, de seguir adelante con mucho esfuerzo, la historia de una mujer muy valiente en un momento muy difícil, de una familia que apoya y de decisiones que se llevan con uno para toda la vida.

"Quizás al leer o escribir muchas veces un libro ,es terapia para cambiar o desahogar......."
‘Tienes que mirar', de Anna Starobinets-
Sin duda, esta es una literatura que también es importante en un momento particular y en un lugar específico, porque exige un cambio en el sistema ,un grito desesperado a cambios necesarios ,a un dolor que debe ser escuchado para que puedas ponerte en su lugar.........Anna Starobinets desde su propia voz plasmada en letras ,cuenta desde su propia experiencia , una historia sobre un corazón roto,sin regodeos y afilando el pulso a lo más profundo de su corazón llevándote al tuyo a la vez. Me ha hecho valorar el sistema Español médico más de lo que creía viendo como en el caso de Rusia ,el de ella asquerosamente se prioriza las acciones y palabras teniendo como objetivo la intimidación y demostrando porque se palpa a los médicos cínicamente inhumanos .Sin más sólo puedo agregar que no es una novela de ficción; es realismo, una biografía, casi un ensayo. Narrado desde la bella prosa de la autora quien, con su lírica, nos provoca un agujero en el corazón. Porque la realidad guarda terrores que, muchas veces, incluso habiendo pasado por situaciones parecidas (y no es el caso y, por favor, que nadie se compare con nadie en el dolor nunca; la pena no es una competición), es imposible entender ese dolor.
PD: "La dificultad estriba en aprender a separar la tristeza del dolor."

Este ha sido uno de los libros más crudos y sobrecogedores que he leído nunca. La escritora nos cuenta una historia real, su desoladora experiencia cuando tuvo que enfrentarse a la decisión de finalizar su embarazo debido a un diagnóstico que imposibilitaba la vida del feto.

Como la propia autora dice en el prefacio, este libro habla de la humanidad y la falta de humanidad en general. Y por eso estas casi 200 páginas duelen tanto, porque la inhumanidad con la que se topa la autora es cruel, es fría y es real. En muchas ocasiones, el trato que recibe (maltrato sería una término más adecuado) es desolador. Además, todo esto está narrado con una pluma extraordinaria, con sencillez y profundidad a la vez, lo que te hace ponerte en su piel y sentir su sufrimiento y su remolino de emociones como propios.

Esta historia me ha provocado sentimientos a los que me cuesta poner palabras, me ha removido por dentro y sé que se ha quedado incrustada en una parte de mi interior. Para mí, lo más estremecedor es que no se trata de una ficción, sino un testimonio de lo que la autora vivió en primera persona y a lo que muchas mujeres aún se enfrentan actualmente. Por eso, a pesar de que duele, creo es necesario leerlo. Porque aunque la realidad no sea agradable, hay que verla y reconocerla para cambiarla. Aunque la situación sea terrible, tenemos que mirar.
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#Reseña
Tienes que mirar.
Anna Starobinets.
Ed. Impedimenta

Anoche terminé Tienes que mirar. No podía dejar de leerlo. Qué necesaria lectura para comprender, para conocer, para empatizar...

Anna Starobinets nos cuenta su bajada a los infiernos que empezó en el mismo momento en que una ecografía detectó que su "feto" tenía una patología incurable. Estaba embarazada de casi 20 semanas. Y vive en Rusia. Porque sí, es muy importante donde vivas cuando te tienes que enfrentar a algo así.
Es aterrador leer por todo lo que pasó en las instituciones de su país, públicas o privadas, y el trato inhumano que le daban en todo momento. Bastante doloroso es tener que afrontar el diagnóstico, vivir esos días en que la autora duda en abortar o no abortar, donde se informa cómo es el proceso del aborto, qué sentiría el bebé... Uffff, piel de gallina de recordar lo leído. Bastante mal trago para una familia (tiene además una niña de 8 años), para encima que te ocurra en un país donde se trata todo lo relacionado con el proceso de una manera fría y cruel. Todo, desde que le dan el diagnóstico hasta cuando pide ayuda psicológica. Todo es horroroso.
Si aquí es también un tema todavía mal gestionado en muchos aspectos tanto médica como socialmente, porque luego parece que "no ha pasado nada" parece que sea algo vergonzoso el haber abortado. Pues ponerme en la piel de Anna y su marido, mal. Muy mal.

Por eso es tan buena lectura, porque aunque sea tan dolorosa, es necesario conocer tanto de lo que pasa a nuestro alrededor que no somos conscientes, bien por desconocimiento, o bien por pensar que no es tan importante o doloroso para quien lo sufre...

También quiero destacar el cómo describe los ataques de pánico. Creo que es el libro donde mejor los he visto reflejados. Tal cual. Porque cuando sale el tema de la ansiedad, hoy en día "todo el mundo tiene ansiedad". ¿Qué quiero decir con esto? Que está muy bien saber de verdad qué hay detrás de ese diagnóstico. Lo paralizante y bloqueador que resulta.
Y, como, de nuevo, Anna lo vuelve a pasar mal en Rusia por un sistema médico obsoleto y frío, distante, donde le cuesta tanto poder encontrar a un buen profesional que pueda ayudarla.