Kokoro

“Kokoro” de Natsume Soseki es una obra de arte que captura el lado honesto e incómodo del corazón y todo el ser de la conciencia humana.

La novela está contada en dos partes: la primera por un joven estudiante y la segunda por "sensei", que significa "maestro" en japonés, a través de una confesión en forma de carta. Con el peso del pasado pesando sobre su mente, "sensei" se resigna a una vida de soledad y agonía privada. Durante la historia, revela con tranquilidad su escabroso pasado a su conocido más joven.

Destacan tres aspectos de la novela: el primero es la relación entre "sensei" y el joven narrador, conocido sólo como "Yo"; el segundo es la confesión misma: la manera en que se cuenta, el contenido y su efecto en el narrador; la tercera es la escena final antes de la confesión de “sensei” en la que "yo" se ve obligado a elegir entre su padre y la figura paternal de "sensei". Estas dos figuras representan tradición y modernidad respectivamente. Soseki reconoció las debilidades de su larga tradición amenazada por una forma de vida moderna impuesta desde el exterior. Creo que todos nos identificamos con los buenos tiempos pasados que pasan ante nosotros a medida que el mundo avanza y reemplaza nuestros sentimientos. A veces estos nuevos habitantes de la modernidad no dejan lugar al sentimentalismo y quizás nosotros también muramos con ellos.

No esperaba que me gustara esta novela, pero cuando la empecé me enganchó sin remedio alguno. Soseki atrae sin esfuerzo al lector a lo que debería ser un escenario poco interesante, pero nos permite intrigarnos por el personaje de "sensei".

Hay mucho que decir sobre “Kokoro”, pero lo más interesante para mí fue esa sombra que seguía a “sensei”, su pasado. Supongo que todos tenemos una sombra que nos sigue; cosas que sucedieron en el pasado y tenemos miedo de confesar incluso a nosotros mismos que tenemos la culpa de ellas. Y alguna voz nos dice que tenemos la culpa y que esa sombra nos está haciendo quienes somos. La culpa a veces puede llevar a la gente a cometer locuras, pero uno debe tener voluntad para obligarse a seguir viviendo. Dicen que cada ser humano está solo y cada ser humano tiene su propia tragedia y dolor, yo creo que es así, sin embargo, somos seres humanos no por nuestros hermosos ojos sino por nuestra fuerza de voluntad, cerebro y capacidad para superar las luchas. Dicen que siempre tendrás tiempo para morir, así que ¿por qué no intentar seguir viviendo?

Esto es una obra maestra en la literatura japonesa que explora los recovecos del alma humana. A través de la relación entre un joven estudiante y su mentor. La novela reflexiona sobre el amor, la pérdida, la culpa y el sentido del deber. Es para mí una lectura profunda y realmente conmovedora que te atrapa desde el principio hasta el final.

Hacia mucho tiempo que quería leer Kokoro. Natsume Soseki se erige como una de las figuras más importantes en la conocida apertura a Occidente del país nipón en la era de la restauración de Meiji, y dentro de su abundante producción literaria, Kokoro destaca por encima del resto siendo una de las obras más importantes de principio de siglo. Publicada en 1914, Kokoro nos cuenta la historia de un joven estudiante que conoce a un adulto, sensei, que despierta en él curiosidad. Junto a él se debatirá en decenas de conflictos internos propios de la edad y con el, aflorarán los más hondos secretos de sensei.

El tema central de la novela es el amor en la sociedad japonesa de la época. La literatura nipona no acostumbraba en ahondar en los sentimientos humanos. Fue con la apertura a Occidente y las lecturas de los clásicos con la que autores como Soseki empezaron a poner el foco en los sentimientos humanos. En este sentido destacar el brillante prólogo que acompaña a la obra en la edición de Satori .
Me ha resultado curiosa el trato que hace el autor del abandono del hogar paterno en busca de nuevas metas y los consecuentes sentimientos de culpabilidad y a veces de olvido a tu lugar de origen.
Otros temas abarcados son la familia o la culpa.

La trama de Kokoro no es compleja e incluso no resulta de gran interés, sin embargo la forma de contar del autor te arrastra al mundo que aquí nos trae. Estamos ante una narración evocadora, pulcra y elegante con la que, a pesar de no contar grandes cosas, en ningún momento pierdes el hilo o el interés. Creo firmemente que Kokoro es una gran puerta de entrada para la literatura asiática.

Kokoro significa corazón, mente, alma y sentimientos y esto es el libro, muy espiritual, lento y puro sentimentalismo.

Son dos historias, la de un chico joven que hace amistad con un señor mas mayor al que el llama con el nombre de "Sesei" ( es un título honorífico que también se aplica a cualquier persona que enseñe algo y a los especialistas en algún campo) y que de alguna manera siente que necesita de él y tiene curiosidad por saber que fue su vida y porqué de sus actitudes, le aprecia y le gusta tener su amistad, cree que le enseñará el camino a seguir y la otra historia es la de Sensei que cuenta su suya propia.
Está ambientado en la era Meiji en Japón, que comenzó en 1868 con la restauración Meiji y finalizó en 1912 con la muerte del Emperador Meiji donde hubo un gran cambio sociológico, cultural e industrial, entre una historia y otra se aprecia este cambio, se diferencia lo viejo de lo nuevo.
El Arrepentimiento, la culpa, el honor, las tradiciones, la muerte...en fin esta muy bien escrito y es muy ameno leerlo...

Atraído por su aire misterioso y un aura de sabiduría, un joven estudiante comienza a cultivar amistad con un enigmático anciano al que desde el principio tomará como su “Sensei” (maestro). Pese a las reticencias iniciales, “Sensei” irá abriéndose poco a poco ante este joven e inesperado discípulo para ir desvelando poco a poco la trágica historia de sus días de estudiante, período en el cual abandonó toda fe en la humanidad y en la confianza hacia los otros. Desde entonces, arrastra tras él una sombra de culpa que le lleva cada semana a visitar la tumba de un antiguo amigo.

Es difícil comprender a priori la angustia moral y la lucha personal de “Sensei” por tratar de entender y justificar las decisiones de su pasado, un pasado que sirve para ilustrarnos el cambio cultural de una generación de entre épocas caracterizada por la apertura y modernización de Japón a principios del siglo XX. Es por eso que la melancolía y culpabilidad están presentes de principio a fin en esta bellísima novela, pero también el amor y la amistad en sus facetas más extremas.

A lo largo de las tres partes en las que se divide la novela (“Sensei y yo”, “Mis padres y yo” y “El testamento de Sensei”), Natsume Sōseki trata de una forma tan intimista, tan precisa, temas que no nos son ajenos, como son también la muerte y el sufrimiento que nos sobreviene por la pérdida de algo querido e irreemplazable.

De hecho, es curioso cómo, sin necesidad de revelarnos ninguno de los dos nombres de los protagonistas de esta historia (el joven y “Sensei”), el autor nos deja para el recuerdo dos personajes inolvidables con un trasfondo tan potente y singular gracias a las reflexiones que arrojan. Y es que la capacidad descriptiva y analítica, junto a la profundidad psicológica de sus personajes, hacen de #Soseki el verdadero ‘sensei' de la literatura japonesa y de “Kokoro” (@editorial_impedimenta) una joya literaria.
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Un libro para disfrutar de la narrativa japonesa. Un desarrollo de personajes estupendo, donde todas las decisiones y actos están explicados y un fondo de sensibilidad hacia temas como el honor, el sentimiento de culpa, los remordimientos y la adaptación a los cambios.Libro con un desarrollo muy peculiar, donde empieza siendo narrado en primera persona por el protagonista y hacia la mitad cambia el punto de vista y el verdadero protagonista de la historia toma la palabra.El personaje de sensei refleja todos los elementos que decía antes y tiene esa fatalidad que he visto en otros escritores japoneses. Un acto equivocado, un error, una decisión mal tomada (o no tomada a su debido tiempo) condiciona el resto de tu vida sin posibilidad de redención.Una delicia de libro.

Kokoro significa "corazón", mente, alma, emoción...
El autor es considerado uno de los autores más importantes de la literatura japonesa moderna.
Vemos como se conocen los protagonistas, un joven estudiante y una persona mayor a la que llamara "sensei".
Es una novela donde se ve la soledad del ser humano, la amistad, el amor, todo lo que se puede hacer por dinero, la tristeza , la culpa, el suicidio...
El amor y la vida son los temas principales

Han pasado varias semanas desde que terminé este libro. Fue el primero que leí en vacaciones y todavía no sé deciros si me ha gustado mucho o no. Hay cosas que no me terminan de encajar. Puede que simplemente sea porque no soy gran conocedora de la cultura y costumbres japonesas... no lo sé. Lo que sí se es que este libro no es para todo el mundo. Poco a poco, sobre todo gracias al #marzoasiático voy adentrándome en este tipo de lecturas aunque me cueste entenderlas del todo. Están dotadas de una sensibilidad creo que diferente, y de las que creo, que poco a poco comenzaré a disfrutar mucho más.

Nos habla de muchas y muy diferentes relaciones entre personas. El cómo y el porqué se establece esta relación entre los dos protagonistas todavía pulula en mi cabeza. No lo entiendo. A parte de este detalle del cómo, nos habla de la amistad que se crea entre un mentor y un "aprendiz", un sensei y su discípulo pero también nos sumerge en el matrimonio, en las relaciones padres e hijos, en la culpa, los remordimientos y el sentido del honor japonés.

Es, como todos los libros japoneses que he leído, una lectura pausada, sin grandes acontecimientos ni sorpresas. Relaciones humanas en una cultura diferente.
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Kokoro es un clásico de la literatura japonesa

publicado en 1914. Había leído muy buenas críticas y quería leerlo hace tiempo, así que alargué un poquito más el marzo asiático y me animé con él. La palabra 'kokoro' en japonés puede tener varios significados: corazón, mente, alma, sentimientos... Y es justamente todo esto el núcleo de la novela.

Es una historia aparentemente sencilla, con una narración pausada y muy intima en la que no pasan grandes cosas. Principalmente trata de la relación entre un joven y su maestro, una amistad algo extraña y peculiar y no siempre correspondida ni entendida de la misma manera por las dos partes. A través de los encuentros y conversaciones, y sobretodo de los silencios, entre los dos personajes vamos conociéndolos y descubriendo fragmentos de sus vidas, comprendiendo sus actitudes y reacciones ante ciertos sucesos y entendiendo porqué son como son. También es la forma que utiliza el autor para mostrarnos la vida y cultura japonesa, sus valores, su forma de pensar y actuar, cómo es la vida familiar, las relaciones... Es una novela muy muy japonesa en todos los sentidos.

En general me ha gustado bastante, especialmente la tercera parte, pero tengo que reconocer que en algún momento se me hizo algo tediosa y hasta un poco aburrida. Quizá no la lei en el momento más adecuado para mí, pero hay partes muy lentas que se me hicieron cuesta arriba. No por densas o difíciles, simplemente fueron demasiado pausadas y monótonas para mi gusto. Aún así la recomendaría por todo lo que he comentado antes y porque creo que el final compensa con creces lo que no me convenció en las dos primeras partes.

Todo comienza con la amistad de un joven que se gradúa en la universidad y un adulto de bastante más edad que ya ha vivido una vida entera y ha tenido tiempo de reflexionar sobre la humanidad.
Kokoro es un clásico de la literatura Japonesa. Natsume Soseki nos cuenta en ésta novela el punto de vista de dos generaciones diferentes.
Se habla de amistad y lealtad, sopesando los conflictos personales que la moral japonesa de la época producía en las personas. Los celos y la culpa, el sentido de la vida, y sobre todo, las consecuencias de la acción o inacción en un determinado momento por parte de los personajes nos hará reflexionar, sobre el ser humano y sus filosofía de vida.
Me sorprendió el final, sin duda mi parte favorita de la historia es la tercera, narrada en la carta del Sensei.